Sigue generando molestia el programa ‘Jóvenes en paz’ que anunció el Gobierno. Uno de los que se manifestó en contra fue el excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez.
“Un mensaje contradictorio y que dibuja el clima del desgobierno Petro: se anuncian estímulos para delincuentes, pero del Icetex nada se dice. Los petristas deberían ser más exigentes con los políticos que votaron”, aseguró Gómez.
Se trata de un programa que Petro quiere reciclar de cuando fue alcalde de Bogotá. En ese momento brindó un subsidio a unos 10.000 jóvenes para que no hicieran parte de bandas delincuenciales de la capital.
Según afirmó el mandatario, quiere ampliar esa iniciativa a 100.000 jóvenes del país con una inversión cercana a 1 billón de pesos y con el que entregaría subsidios de 800.000 pesos a cada joven con esa condición.
La encargada de distribuir los subsidios será la directora del Departamento de Prosperidad Social, Cielo Rusinque y estará apoyada por la consejera para la Juventud, Gabriela Posso.
“Jóvenes en Paz es un programa que busca rescatar a jóvenes de la delincuencia y la criminalidad y evitar la incursión a la ilegalidad de aquellos que se encuentran en ese riesgo por los extremos grados de vulnerabilidad y precariedad que padecen”, afirmó Rusinque.
“El presidente Gustavo Petro me ha puesto como tarea planificar desde Colombia Joven el programa Jóvenes en paz, para sacar a 100.000 jóvenes de la delincuencia, con transferencias monetarias, educación y servicio social. Se ejecutará por medio de Prosperidad Social”, dijo Posso.
Según Petro, la idea es coordinar con las diferentes dependencias del Gobierno y con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para que se lleve a cabo ese programa.
“Jóvenes en paz estaba enmarcado en una perspectiva de seguridad que duró un año en la ciudad de Bogotá, pero que dio resultados fundamentales”, aseguró el mandatario.
El propósito del Gobierno es que el programa llegue a distintas partes del país, a ciudades principales como Cali, Palmira, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Tibú. En el caso de Bogotá, la alcaldesa Claudia López lo ha recogido bajo el nombre de ‘Parceros’. Según Petro eso ha dado resultados.
Por parte de la oposición han criticado el anuncio. “Ser criminal paga. ¡800.000 pesos! Esto es lo que el Gobierno les pagaría a jóvenes para que no estén en bandas criminales. Perverso incentivo para que aumente la criminalidad en un país con necesidad de justicia”, dijo la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.
“Muy pronto habrá más de 100.000 jóvenes delinquiendo en Colombia. El solo anuncio de pagarles 800.000 pesos para que no delincan, es un incentivo que conseguirá aumentar una población vulnerable que necesita rehabilitación, y no dinero sin control”, aseguró el exsenador Ernesto Macías.
El exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, también cuestionó que mientras miles de jóvenes que han transitado por la senda de la legalidad no les dan beneficios, los criminales serán recompensados.
“Los ‘jóvenes en paz’ de Petro son unas ‘milicias bolivarianas’ incipientes de matones. ¿Le van a pagar solo a los que hayan sido delincuentes? ¿A los que estén en riesgo de volverse delincuentes? ¿Quién y cómo los escogen? ¿Los entrenan? ¿Al joven pobre juicioso y estudioso no le pagan?”, cuestionó el excandidato presidencial.
El anuncio ha generado interrogantes porque hay miles de jóvenes que esperan que sus deudas con el Icetex sean condonadas, como prometió Petro en campaña. Hasta el momento no se han dado mayores luces sobre lo que pasará con ese anuncio. El director de la entidad, Mauricio Toro, ha dicho que buscarán cumplir con la promesa de campaña; sin embargo, aclaró que se deben analizar una serie de condiciones y cada caso será particular.
Por ahora, hay profundas dudas sobre el alcance del programa de Petro. Desde la oposición lo comparan con una política que implementó en su momento el expresidente Hugo Chávez en Venezuela.