La derecha fue una de las grandes perdedoras en las pasadas elecciones legislativas y presidenciales. A pesar de ello, la vertiente más dura promete sacar de la orfandad a quienes no encuentran una cabeza visible en la oposición a Gustavo Petro.
Algunos la consideran como la extrema derecha, derecha radical o ultraderecha. Sin embargo, sus líderes califican su proyecto como la búsqueda de una verdadera derecha. Sin duda, la cara visible es la senadora María Fernanda Cabal, quien milita en el Centro Democrático.
Mientras todos la catalogan como radical, la senadora, en conversación con SEMANA, aseguró que no es de extrema derecha. Incluso dijo que no hay tal cosa: “No existe, nunca ha gobernado. Es el imaginario de quienes quieren descalificar a quienes quieren la libertad. Yo pertenezco a la extrema coherencia, pertenezco a un pensamiento republicano que cree en unas instituciones que le den solidez y continuidad a un sistema democrático que privilegie la libertad”.
Cabal es mediática, irreverente, firme y vehemente. Por sus fuertes opiniones, es incómoda dentro y fuera del uribismo, donde no se siente conforme. Algunos cuestionan su liderazgo por sus permanentes críticas al presidente Iván Duque.
Por ese motivo, el rumor de que Cabal estaría buscando la manera de fundar su propia colectividad no es nuevo y tampoco algo que extraña a sus compañeros en el uribismo. Las críticas le dan fuerza a la versión y todo apunta a que, más temprano que tarde, Colombia estaría frente a un auténtico partido de extrema derecha, a imagen y semejanza de lo que ocurre en otros países.
Juan José Lafaurie, hijo de Cabal, se convirtió en un activo participante en el debate durante las elecciones. En discrepancia con el Centro Democrático, el estudiante de Derecho decidió militar en el Partido Conservador y apoyar a David Barguil, precandidato presidencial del partido.
Sin embargo, desilusionado por la derecha que representa, renunció y aseguró que es la hora de una nueva derecha, que “imprescindiblemente tiene que ser sin Uribe”. En el momento aseguró que en el Centro Democrático “no se puede hacer nada sin lo que diga” su líder natural.
Junto a la elección de Miguel Polo Polo, activista cercano a la familia, como representante a la Cámara por la circunscripción especial afro, se trazan las primeras líneas de lo que sería una nueva fuerza.
La llamada extrema derecha en el mundo gana elecciones y encanta a un electorado insatisfecho que no ha encontrado en lo políticamente correcto una respuesta a sus necesidades. En muchos países triunfa con un discurso que algunos califican como populista y polarizante, y que casi en todos los casos viene acompañado de un líder con carisma y gracia.
El principal referente es Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, y quien desató una ola de derecha dura en el mundo. A raíz de su elección, muchos líderes afines lograron o se acercaron al poder.
Cabal no es ajena a los valores de la derecha auténtica internacional, ya que en varias ocasiones ha asistido y participado en encuentros de alto nivel con los más importantes líderes mundiales de esa corriente ideológica.
Sus compañeros en el Centro Democrático coinciden en que uno de los modelos más importantes para Cabal en la posible construcción de su propia colectividad es el partido Vox, de España, liderado por Santiago Abascal, diputado y uno de los máximos exponentes de la extrema derecha en Europa.
En mayo, la senadora viajó a Madrid para reunirse con Abascal. Durante una hora, Cabal habló con el líder español sobre coincidencias ideológicas y la tendencia a la izquierda en América Latina.
Es probable que Cabal sea la senadora colombiana mejor relacionada internacionalmente con sus afines. A mediados de junio, asistió a la Conferencia de Acción Política Conservadora en Brasil, donde se encontró con Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro y amigo personal. También logró conversar con otros líderes latinoamericanos como el chileno José Antonio Kast y el argentino Javier Milei.
Recogiendo ideas para “enfrentar el socialismo”, la legisladora tiene una movida agenda internacional en la que recorrerá Europa del Este, México y terminará en Estados Unidos, donde asistirá a un evento del Partido Republicano en el que aspira conocer al expresidente Trump. Seguramente, si se concreta un partido propio para la senadora, le servirá lo que aprendió de ejemplos exitosos en el mundo.
¿Habrá escisión?
Fuentes del Centro Democrático le contaron a SEMANA que el partido está implosionado. Se trata de una colectividad golpeada por diferencias internas y el mal resultado en las pasadas elecciones.
En el partido existen varias corrientes: los defensores de Duque, quienes van por la línea del legado del expresidente Álvaro Uribe; otra, protagonizada por María Fernanda Cabal, que cree que el partido debería endurecer su posición de derecha; y hay varios militantes, los más cercanos al mandatario saliente, que no titubean al calificar a la senadora como de extrema derecha.
Debido a las divisiones, durante mucho tiempo se ha rumorado sobre una posible escisión del ala dura, en cabeza de la senadora. Esta es, en efecto, una de las posibilidades que tendría para lograr su propio partido. No obstante, se trata de una alternativa complicada.
Según los estatutos del Centro Democrático, esta escisión deberá ser solicitada por dos terceras partes de los miembros de la convención nacional del partido.
Contrario a lo que se rumora, la senadora aseguró en SEMANA que no está buscando un nuevo partido, sino el posicionamiento de una corriente ideológica.
“No tengo planes de crear un partido como tal. Yo lo que quiero es construir una línea de pensamiento que refleje todo lo que significa la libertad económica. Que refleje todo lo que significa ser próspero mirando la realidad”, dijo.
Algunos miembros de la colectividad no creen que la escisión sea una posibilidad real en el momento. Cabal intentará, seguramente, resaltar como líder de la oposición y crecer para lograr mayor liderazgo en el interior del partido. El problema vendría en cuatro años, cuando inicie la reñida disputa del aval para la candidatura presidencial a nombre del Centro Democrático. En caso de que Cabal no sea la elegida, podría buscar la posibilidad de ser candidata presidencial por otros medios.
Se espera que el representante Miguel Polo Polo, cercano a Cabal, sea una figura clave en la construcción de una nueva derecha en Colombia. Por su condición de congresista sin partido, el activista de redes tiene la posibilidad de solicitar la personería jurídica ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el colectivo de su consejo comunitario.
“Estábamos pendientes del tema de tener todos los papeles en regla para poder posesionarnos, ya lo logramos. Ahora sí vamos a enfocarnos en la creación y estructuración de este partido, que va a ser de oposición y de derecha”, contó el representante, en conversación con SEMANA.
Frente a los calificativos, Polo Polo no se avergüenza de que algunos los cataloguen como de extremos: “Si ser de extrema derecha es defender las ideas de la libertad, las libertades individuales, el Estado de derecho, las Fuerzas Militares, la Policía, abrazar las ideas del capitalismo, del libre mercado, no estar de acuerdo con tanto oligopolio y defender la vida, no somos extrema. Somos ultraderecha”.
Frente a la inclusión de Cabal, el congresista le abre las puertas: “Aquí es bienvenida. Ojalá en un futuro, si el Centro Democrático no le da el aval a la presidencia, yo estaría dispuesto a dárselo”. En este escenario, para no incurrir en doble militancia, la senadora debería renunciar al partido al que pertenece con un año de anticipación.
Por medio de Polo Polo, si el CNE llega a otorgar la personería jurídica, habrá partido de derecha dura en Colombia. En caso de que así lo quiera, Cabal tendría la posibilidad de unirse a una causa afín a su filosofía. Lo que sí es claro es que, con la victoria de Petro, se viene una nueva derecha que intentará conectar con la insatisfacción de los colombianos.