SEMANA: ¿Cuál es la realidad de la reforma laboral de cara al debate que continuará en esta legislatura?
MARÍA FERNANDA CARRASCAL (M.F.C.): La reforma laboral empezó, digamos, este debate que ya está listo porque empezó en diciembre del año pasado. Tuvimos la oportunidad de aprobar 16 artículos en ese entonces, entre los que se destacan artículos muy importantes para los trabajadores y trabajadoras como jornada nocturna, como el pago del día de descanso o que se le conoce coloquialmente como festivo y dominical, entre otros, y tuvimos que pasar seis meses para que se reanudara el debate en la penúltima semana del cierre de la legislatura pasada.
Entonces vamos en primer debate de tres. Es verdad que ha habido distintos escenarios de concertación, no solamente con este proyecto, sino con el primero que se cayó por trámite, llevamos año y medio discutiendo esta reforma dentro del Congreso y pues ha habido muchos escenarios de concertación, repito, en donde han participado prácticamente todos los partidos, a excepción del Centro Democrático y Cambio Radical, pero todos los partidos han tenido la oportunidad, a través de sus representantes, de incluir modificaciones, de incluir artículos nuevos, de hacer eliminaciones y de participar como bien lo indica la Ley 5 de 1992. Además, hemos tenido distintos escenarios también para escuchar a los distintos gremios, hemos participado en sus congresos, hemos hecho mesas técnicas, hemos hecho también audiencias, largas horas de participación y de intercambio de ideas para poder construir el mejor proyecto posible.
SEMANA: ¿Qué les responde a quienes dicen que la reforma laboral será un retroceso para el país y que se perderán empleos?
M.F.C.: Todo lo contrario, yo creo que ya es hora de cambiar el paradigma, de cambiar la manera en la que entendemos la productividad del país porque el modelo que hemos venido llevando a cabo desde hace unos 30 años con la apertura económica y después con la reforma 789 del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez en materia laboral, pues definitivamente es un modelo fallido, tanto en la productividad como en lo laboral. Y no lo decimos nosotros, no es algo que sea una posición ideológica, sino es amparada en cifras, en estudios de universidades muy importantes donde se demuestra que los cambios, la reducción en los costos laborales y en el recorte de derechos laborales, no mejoró la productividad del país. De hecho, somos uno de los países más improductivos, con mayor cantidad de horas trabajadas a la semana, porque justamente, repito, entendemos la productividad de una manera que no es la más adecuada. Nuestra invitación es a entender la productividad desde los beneficios, los descansos para los trabajadores, el mundo del trabajo libre de acoso y de abuso para que la gente justamente sea más productiva, el reconocimiento de procesos biológicos y naturales en el caso de las mujeres, el reconocimiento de las labores del cuidado, la reducción y redistribución de esas labores del cuidado, entre otras.
SEMANA: El presidente Petro propuso reducir la jornada laboral a 40 horas. ¿Este tema se puede incluir en la reforma laboral?
M.F.C.: En el primer texto de reforma laboral, en el que el gobierno inicialmente entregó después de hacer la concertación, la propuesta eran 40 horas laborales y a lo que se llegó después fue a la intención de reducir la jornada conforme a la ley aprobada que fue promovida por el Centro Democrático y quedó en 42. Yo también creo que debe ser de 40 horas, vamos a ver en lo que viene, para eso está la discusión, porque nos quedan tres debates y hay cosas que todavía pueden cambiar. Pondremos a discusión este tema de la jornada laboral que es tan importante, sobre todo, porque reducir la jornada sin tocar los salarios permite que los trabajadores fortalezcan sus bolsillos, sus salarios y puedan consumir más. Esto, en palabras mucho más sencillas, quiere decir que si usted tiene más plata en el bolsillo como trabajador o trabajadora, pues sale a consumir, sale a pagar el transporte público, sale a comprar la leche y el pan en la panadería, sale a consumir y la economía lo que necesita es consumo.
Si la gente está consumiendo los productos y servicios que ofrecen los empleadores, en este caso los empresarios, pues la economía se mueve, es un círculo virtuoso, entonces no se van a perder empleos, en la medida que la gente más consume, los empleos permanecen y más empleos se crean.
SEMANA: El presidente de la Cámara Jaime Raúl Salamanca dijo que si el tema sindical no se tocaba, la reforma sería aprobada rápidamente. ¿Es así?
M.F.C.: Aquí ha habido una narrativa desde que se cerró el primer debate de que nosotros habíamos sido derrotados porque se eliminaron los artículos sobre derechos colectivos, se eliminaron unos, pero se aprobaron otros muy importantes y el capítulo de derechos colectivos está vivo. Y esto es muy importante porque Colombia no puede dar un mal ejemplo, sobre todo, internacionalmente porque nosotros tenemos unos compromisos ante la Ocde, Estados Unidos y Canadá con quienes tenemos Tratados de Libre Comercio, unos compromisos que además nos permiten abrirnos a nuevos mercados.
Es muy importante también entender que ya hay jurisprudencia laboral que ampara mucho de lo que está en la reforma laboral, pero que lo que queremos es que quede taxativo y consignado en un Código de Sustantivo del Trabajo que no está actualizado. Queremos actualizarlo para que haya menos conflictividad laboral. Si usted tiene las reglas del juego claras, pues evita la conflictividad laboral. Por ejemplo, el debido proceso es algo fundamental y lo que queremos hacer es que quede consignado y amparado en el Código para que cualquier empleador y cualquier trabajador tenga claras las reglas del juego. Y en temas de derechos colectivos nosotros sencillamente lo que estamos haciendo es cumpliendo compromisos internacionales, el sindicalismo, la libre sindicalización, esa posibilidad que tienen los empleados de sindicalizarse o de no hacerlo, porque nos queremos obligar a nadie, es un medidor de cualquier democracia en el mundo.
SEMANA: Si la reforma tiene tantas coas positivas como nos está diciendo, ¿por qué cree que algunos sectores tienen tanta resistencia?
M.F.C.: Tiene una resistencia porque este es un país donde hay una cultura antisindical. Nosotros tenemos un movimiento sindical que ha sido declarado víctima de estado en este país, donde ha sido comprobados más de 15.000 hechos victimizantes contra ese movimiento, en donde están distintos hechos de violencia contra ellos como secuestro, amenazas y persecución. Como existe esa cultura todo lo que tenga que ver con derechos laborales, incluso con los individuales, es estigmatizado. Y nuestro mensaje es claro: Todo lo que tenga que ver con la mejora de las condiciones laborales para los trabajadores redunda en la economía. Todo el país redunda en los beneficios y en la productividad que le deja ganancias a los empleadores y a los empresarios. Nosotros, bajo ninguna circunstancia, somos enemigos del empresariado, todo lo contrario, somos aliados para que mejoren su productividad porque entendemos que en la medida que mejoren su productividad, todo el país se ve beneficiado.
Como le decía, si mejoramos la demanda agregada, mejoramos el consumo. Si mejoramos el consumo, mejoramos también la tasa de empleabilidad del país. Hace 22 años nos dijeron que reduciendo los costos laborales íbamos a crear más empleos. Supuestamente se iban a crear 600.000 empleos y no se crearon sino 40.000. La invitación es al país, a los empresarios, a las empresarias, a los trabajadores y a las familias a que pensemos esto de una manera distinta porque lo que hemos venido haciendo no ha tenido resultados, es una realidad. Esto no puede tratarse solamente de una disputa meramente ideológica, sino tiene que ser una disputa de las ideas y debemos pensar estratégicamente qué es lo mejor para mejorar la productividad del país porque no vamos bien. Y esto no significa o esto no son resultados de un gobierno de izquierda que apenas lleva dos años, esto es el resultado de unas políticas de los últimos 30 años, políticas en donde se ha puesto en juego la salud mental y física de los trabajadores para generarle más rentabilidad a los empleadores y generar empleos y esto no es verdad, no es la realidad.
SEMANA: El ministro Juan Fernando Cristo ha dicho que antes de diciembre la reforma debe estar aprobada en su totalidad. ¿Alcanzan los tiempos?
M.F.C.: Si, yo sí creo que alcanzan los tiempos. Si nosotros trabajamos como lo hemos venido haciendo en la Comisión Séptima, lo lograremos hacer muy rápido. Lo mismo podemos hacer en plenaria porque esta reforma no es nueva, lleva más de un año y medio en el Congreso, ha surtido distintos debates internos y todo esto ayudará. Entonces creo que puede hacerse bastante rápido porque ya ha habido digamos una amplia concertación en muchos temas.
SEMANA: ¿Por qué Colombia debería tener una reforma laboral?
M.F.C.: Colombia debe tener una reforma laboral porque se debe actualizar el Código Sustantivo del Trabajo para bajar los niveles de conflictividad sustentado en convenios, acuerdos internacionales, en compromisos que Colombia tiene ante distintos escenarios internacionales. Colombia debe tener una reforma laboral porque la única manera de tener productividad en este país, de crear más empleos y de sostener los que ya hay, es con estabilidad laboral.
Cuando los trabajadores y trabajadoras tienen estabilidad laboral, cuando la regla son los contratos a término indefinido, aunque nosotros no los vamos a acabar, pero si les vamos a poner unas claras limitaciones, cuando esto es así, cuando la regla son los contratos a término indefinido, los trabajadores y trabajadoras pueden pensar en hacer su proyecto de vida, pueden tener salud mental, pueden tener salud física, pueden tener tiempo de ocio y tiempo para pasar con sus familias. Cuando esto es así, los trabajadores y las trabajadoras y las familias trabajadoras definitivamente son más felices. Entonces este es el círculo virtuoso, una economía productiva en donde el consumo y la demanda agregada muevan y generen los empleos. Por eso creo que Colombia necesita una reforma laboral.
SEMANA: Y hablando de asuntos laborales, usted recientemente fue madre y decidió no tomar la licencia de maternidad. ¿Por qué?
M.F.C.: Pasa que en 1992 cuando se crea la ley 5 (Reglamento del Congreso) queda un parágrafo en donde se indica que se debe legislar sobre una licencia de maternidad para mujeres en política, pero eso nunca se hizo porque las mujeres que estaban en el Congreso de la República en ese entonces eran muy pocas y más o menos tenían aproximadamente 50 años. Entonces muchos de los temas que nos convenían y nos interesaban a las mujeres pues no eran tratados en el Congreso y los hombres de ese entonces pues no legislaron en la materia.
En este momento hay un proyecto de ley que cursa, que es el 105 que entró por Senado, en donde estamos personas como David Luna, Paloma Valencia, otros congresistas y yo que estamos en coautoría apoyando este proyecto proyecto para crear esa licencia de maternidad para mujeres en política, porque lo que hay hoy es una licencia de maternidad para las trabajadoras, que sí es un triunfo de las trabajadoras de este país, que le da 18 semanas de licencia de maternidad a estas mujeres, pero que no se compadece con el trabajo que hacemos las mujeres en política, particularmente las que somos elegidas por voto popular, no sólo del Congreso sino de las asambleas o de los concejos.
Entonces las mujeres trabajadoras cuando se toman las 18 semanas no deben renunciar a ningún derecho, pero nosotras sí. Cuando una mujer congresista se toma la licencia de maternidad, renuncia a su curul, renuncia a su voto, a su derecho político de elegir y ser elegidas, renuncia a su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) que también se ve afectada porque son personas que tienen que renunciar por 18 semanas a su trabajo. Hay una afectación en los derechos políticos de las mujeres y generalmente a esa curul sube una persona por ese tiempo y seguramente es un hombre, así que a las mujeres en política nos ha costado mucho llegar a la política, a estos escenarios, como para que también cuando llegamos nos digan que si queremos maternar pues nos penalicen por ello.
Yo soy coautora de ese proyecto desde antes de estar embarazada, desde antes de pensar en que esto fuera una posibilidad y espero que esta licencia de maternidad, que ya va a entrar a tercer debate en esta legislatura, pues beneficie a muchas mujeres que ya están en política y les quite las barreras a muchas que quieren entrar en política, porque créame que esto de no poder maternar y ejercer la política ha sido también una barrera en la que muchas mujeres piensan.
SEMANA: ¿Y cómo le ha ido como mamá?
M.F.C.: Me ha ido súper bien, ahí estoy en el primer mes de mi chiquitica que me dio la oportunidad de terminar el debate de la reforma laboral, yo ya estaba en el noveno mes, pero me dio la oportunidad y a los dos días nació. Nació muy temprano y justo el día en que salíamos al receso legislativo. Así que ya tiene un mes y unos días aquí conmigo y estoy muy feliz en esta nueva etapa de mi vida.