SEMANA: Gustavo Petro ya casi completa dos años como presidente, ¿cómo ha visto su Gobierno?
Marelen Castillo (M. C.): El Gobierno Petro en campaña era una gama de poesía, todo lo que decía a la gente le parecía maravilla, personas que uno nunca imaginó que fueran de la línea progresista le creían. Y mire: poesía. Cuando se gobierna hay que pasar a la prosa y no hemos visto nada de eso. Lo único que hemos visto es demagogia, no le han cumplido al pueblo. Hablaron de cambio, pero será cambio para ellos, mejores puestos para los que no se han formado. Al pueblo colombiano le han enseñado que el único modo de crecer cuando no tenemos la riqueza es con la educación, cuando nos formamos. Eso han hecho las familias en el país. Y qué hemos visto: gente sin perfiles, sin competencias, son los llamados a gobernar un país. Ah, pero en ellos sí se ha visto el cambio: mejores posiciones, casas, carros y los pobres esperando el cambio. Demagogia.
SEMANA: ¿Es decir, en campaña, poesía, y en el Gobierno, demagogia?
M. C.: Totalmente, era poético. La gente y el pueblo tienen que recapacitar, no puede ser poesía ni falsas promesas. Cuando yo iba a los territorios veía la cara y la esperanza, la ilusión de la gente con un cambio en su vida. Por eso me quedé en la política, uno no puede traicionar como lo hizo una persona, traicionar al pueblo colombiano dándoles la espalda cuando lo recibían a uno con esperanza. De esa poesía que se habla en campaña debe pasarse a una real ejecución, a la prosa y eso no sucedió, lamentablemente.
SEMANA: ¿Quién es esa persona de la que habla?
M. C.: La fórmula presidencial que acompañé. Cuando el ingeniero Rodolfo Hernández iba a las regiones, despertaba esperanza. Yo creo en ese proyecto político de hace dos años. Él despertaba esa esperanza y la gente lo seguía con ilusión. Lastimosamente no se dio. Cualquiera de las dos candidaturas lo que manifestaban era un cambio, esa era la esperanza que tenía el pueblo colombiano. Con dos líneas de acción diferentes, pero se buscaba un cambio.
SEMANA: ¿Cree que con Rodolfo Hernández y usted el Gobierno hubiera sido distinto?
M. C.: Había un programa de gobierno muy interesante. No voy a hablar de personas, sí del programa de gobierno en el que creí y estaba convencida. Si ese programa se hubiese ejecutado, claro que hoy las condiciones en el país serían otras: se hablaba de inversión, emprendimiento, nuevos empresarios, de mejores condiciones en el campo, de vivienda que dignificaba condiciones del campesino, de seguridad, cárceles productivas. No voy a decir cómo hubiera sido el ingeniero como presidente porque no tengo cómo definirlo y no lo viví y no hablaré sobre lo que no viví, pero sí sobre un programa de gobierno coherente.
SEMANA: Pero, ¿hubiera hecho un papel distinto al de Francia Márquez?
M. C.: Estructuralmente, somos dos personas diferentes, con todo el respeto hacia ella y su dignidad. Yo tengo una estructura mental totalmente diferente, bajo una formación y un desarrollo de competencias que se dio de manera distinta. Primero, no hubiera creado un ministerio nuevo porque generar más burocracia lo que produce es más pobreza. Mi línea de acción era la educación, así lo habíamos acordado con el ingeniero Rodolfo Hernández, él dijo que yo me desempeñaría como ministra de Educación. Las líneas de acción son totalmente diferentes. Yo no me victimizo, soy una mujer que he tenido oportunidades y he querido generar muchas más. Además, estaría en territorio generando posibilidades de educación para todos los colombianos, porque la educación genera progreso y riqueza.
SEMANA: ¿Es decir, no hubiera creado el Ministerio de la Igualdad?
M. C.: No, no estoy de acuerdo. Voy a decirle algo que puede ser contradictorio: no estoy de acuerdo y lo apoyé en su creación, como lo dije abiertamente. No estuve de acuerdo con la creación, pero este Gobierno cree que es el único modo de acabar con la desigualdad y generar equidad a través de un ministerio, vamos a apoyarlo a ver qué sucede. ¿Y qué hemos visto? ¿Ha sucedido algo? No ha sucedido nada. Ni siquiera ejecutan el presupuesto, ni siquiera se ve el cambio real en los territorios más apartados que fue la promesa. Mire el cambio de igualdad, hablando de mujeres, seguimos viéndolas violentadas en todos los niveles.
SEMANA: ¿Cómo ve el papel de Francia Márquez?
M. C.: Mi total admiración, pero es una mujer que ha tenido oportunidades y debería dejar de victimizarse. Ha demostrado a las mujeres afro, a las del Cauca que se puede crecer y salir adelante. Hoy tiene la oportunidad, hágalo bien, que asuma su liderazgo en los territorios, no solo para sus seguidores, sino para toda una Nación. Trabaje por todos, no por unos. Eso espera uno cuando se promete un cambio. Ella hoy tiene la oportunidad de ser la vicepresidenta.
SEMANA: ¿No cree que está desaparecida?
M. C.: No me atrevo a manifestar eso, no le hago seguimiento a la gestión de ella, sí al Ministerio de la Igualdad, en poco tiempo vamos a citar en el Congreso un debate de control político. Realmente sus seguidores, creo, querían una figura más visible en todas sus variables: como mujer, afro, una luchadora social. Vemos un ministerio con una burocracia, un presupuesto tan alto, ¿está contribuyendo al cierre de las brechas sociales? En el debate de control político veremos cómo se están cerrando las brechas y cómo se está adelantando la ejecución de una falsa promesa de un ministerio que lo que creo fue más burocracia para Colombia.
SEMANA: ¿Cree que Francia Márquez debería decirle al país si está en el bus de la Constituyente y una eventual reelección de Petro?
M. C.: Ya pasaron dos años, ya se dio un compás de espera y se agotó. Todo el mundo esperaba ese cambio, esa diferencia. Ella, en algún espacio, habló de la Constituyente, lastimosamente ellos se hicieron elegir bajo la sombrilla de la democracia y deberían respetarla. Fueron a una notaría, registraron un documento en campaña política y no se está cumpliendo. Invito a la disertación y reflexión real sin idealismo.
SEMANA: ¿Cómo se imagina un gobierno con Rodolfo Hernández con su destitución de la Procuraduría y condena penal?
M. C.: Hay que hacer prospectiva. Es bien complejo definir. En campaña me preguntaban, yo tuve la oportunidad de conversar con él y su esposa, ellos me explicaron el caso, todo el mundo es inocente hasta que no se pruebe lo contrario, eso no estaba en mis manos. Ya la justicia se pronunció, es bien complejo lo que está sucediendo. Yo en este momento ni señalo ni sanciono porque la justicia es la que tiene que hacer. Sería otro escenario en Colombia, otras personas tendríamos la oportunidad de estar acompañando ese ejercicio político ejerciendo un liderazgo.
SEMANA: Es decir, ¿usted hubiera sido presidenta?
M. C.: Constitucionalmente, esa es la función que tiene el cargo de vicepresidenta.