La designación que realizó el presidente de la Republica, Gustavo Petro, del exconcejal de Bogotá, Carlos Carrillo, como nuevo director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (UNGDR), ha generado una ola de críticas desde diferentes orillas políticas.

Quizá una de las voces más agudas en contra de ese nombramiento se conoció por parte de María Antonia Pardo, quien por medio de su cuenta personal de X, antes Twitter, acusó a Carrillo, de perfilar en su contra “los más rastreros ataques”.

Y fue más allá, indicando que el nuevo director de la UNGDR “es un mercenario”, señalando que para el proyecto político que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia “no sumó un solo voto”.

“A la izquierda sola no le alcanzan los números para ganar una elección presidencial. Gustavo Petro entendió eso muy bien en 2021 y por eso entraron a la campaña personas de centro como estrategas: para mostrar pluralismo y atraer los votos que faltaban (que no eran pocos)”, posteó Pardo.

María Antonia Pardo, comunicadora mencionada

Además, dijo en el mensaje que publicó en sus redes sociales: “Alguien que jamás entendió eso y que se opuso con uñas y dientes fue @CarlosCarrilloA. A mí, aunque no me conoce, no hizo más que hacerme daño. De su parte recibí los más rastreros ataques. Todo un patán matoneador. Un bully profesional”.

“Si él hubiese sido tan útil como cree, si por él y su trabajo es que tenemos hoy a Petro en la Casa de Nariño, habría sido él la persona nombrada como jefe de debate y no Alfonso Prada, su eterno enemigo, y a quien también lo ha atacado sin ton ni son todos estos años. Él solo hizo bochinche y alejó con insultos a cualquier que, sin ser petrista, quería apoyar a Petro. Él no sumó ni un solo voto. Petro no le debe nada a él, al contrario. Fueron años en los que lo único que hizo fue estorbo”, anotó.

Presidente Gustavo Petro y Carlos Carrillo | Foto: Foto SEMANA y foto SEMANA

También alertó: “Hoy lo premian con un puesto que no se merece y para el que no está capacitado. Los desastres en el país, que son muchos y seguiditos, no se resolverán a punta de pelotera, que es para lo único que este señor sirve. No es un activista, es un bochinchero. Y un pésimo ser humano. En resumen: él sí es un mercenario”.

La semana pasada se confirmaron las voces que hablaban de la llegada del exconcejal de Bogotá Carlos Carrillo al Gobierno.

El vienes 1 de marzo, fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño dieron a conocer que Carrillo fue designado por el presidente de la República, Gustavo Petro, para ser el nuevo director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo.

Palacio de Nariño | Foto: GUILLERMO TORRES

El excabildante reemplazará al polémico Olmedo López, quien renunció esta semana al cargo, luego de que la propia Presidencia radicó una denuncia en su contra en la Fiscalía por el escándalo de los carrotanques de La Guajira.

La renuncia de Olmedo López

Las horas estaban contadas para el director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo por el escándalo de los carrotanques y denuncias de corrupción que rondaban ese proyecto, cada día con más fuerza.

El jueves 29 se conoció que López envió su carta de renuncia al presidente de la República, Gustavo Petro, en la cual advierte que su dimisión al Gobierno nacional es irrevocable.

“De antemano, agradezco el gesto de confianza que tuvo usted desde su dignidad para con este servidor en acompañarlo en el proyecto de transformación del Estado que preside”, dice uno de los apartes de la carta.

Carta de renuncia Olmedo López | Foto: Pantallazo carta de renuncia Olmedo López

Y señaló: “He tomado la decisión de presentar renuncia irrevocable a mi cargo, para que los cuestionamientos que hoy enfrento no enloden las banderas anticorrupción que este proyecto político empuña”.

“Tengo la plena certeza y la convicción de que demostraré con creces mi actuar transparente, en cada una de las acciones. Quizás mi falta de experiencia en lo público fue mi gran debilidad, pero no así la capacidad de restablecer derechos a los damnificados y llevar esperanza de vida a los niños wayuu, con el agua en La Guajira”, expresa la misiva.

También rescató el hecho de “que llegara el agua a la etnia indígena más grande de Colombia, los wayuu, y la esperanza del retorno de los 254 mil campesinos y campesinas, sujeto de derechos, que se vieron beneficiados con tierras fértiles para cultivar en la zona de La Mojana, debido al corte de flujo de agua del río Cauca a la altura de Caregato; los llevaré siempre en mi corazón”.