La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, no ocultó su tristeza este domingo tras conocerse los resultados de las elecciones presidenciales en Brasil, que dieron como ganador a Luiz Inácio Lula da Silva por un estrecho margen sobre Jair Bolsonaro.
En medio de un panorama de profunda polarización y una campaña marcada por las acusaciones entre los candidatos, las ideas de izquierda vuelven al poder en Brasil, lo que representa un duro golpe para Cabal, quien representa a la derecha en Colombia.
“Solidaridad con los brasileños que creen en la libertad. Hoy no ha perdido Bolsonaro, sino todo el país. Dios cuide a Latinoamérica y nos permita retomar el rumbo”, fue el sentido mensaje que envió la senadora del Centro Democrático desde su cuenta de Twitter.
Desde un principio, Cabal se había mostrado en contra de Lula Da Silva. Incluso, pocas horas antes de las votaciones lo acusó de ser “un comunista santero disfrazado de creyente, el comunismo es ateo por naturaleza”.
La victoria de Lula representa, además, un duro golpe para la derecha colombiana si se tiene en cuenta que el nuevo mandatario brasileño es uno de los principales aliados del presidente Gustavo Petro.
De hecho, Petro no ha ocultado su felicidad tras la victoria de Lula, a quien desde hace varias semanas le habían enviado mensajes de apoyo.
“Viva Lula”, fue la breve, pero contundente reacción del jefe de Estado colombiano, quien desde hace varios años ha mostrado simpatía por el ahora mandatario brasileño.
El apoyo entre el nuevo presidente de los brasileros y el mandatario colombiano es mutuo y viene de tiempo atrás. Cuando Petro ganó las elecciones en Colombia, pocos minutos después, recibió un sentido mensaje por parte del ahora jefe de Estado brasileño.
“Felicito calurosamente a mis compañeros Gustavo Petro, Francia Márquez y a todo el pueblo colombiano por la importante victoria en las elecciones de este domingo. Le deseo éxito a Petro en su gobierno. Su victoria fortalece la democracia y las fuerzas progresistas en América Latina”, escribió Lula en su momento.
Con la coincidencia de varios líderes de izquierda en América Latina, se espera una estrecha alianza regional y que ambos mandatarios trabajen codo a codo en temas comunes, como la lucha contra el cambio climático y la igualdad.
Nueve países latinoamericanos son gobernados por la izquierda, corriente política que arrasó con cuatro de las cinco elecciones celebradas en los últimos 12 meses.
En el sur del continente, la derecha solo gobierna en Uruguay, Paraguay y Ecuador, cuyos mandatarios parecen estar excluidos de la amistad regional que se ha forjado entre los líderes de la izquierda.
Sin lugar a dudas, el sueño de Gustavo Petro y el progresismo colombiano es consolidar un “bloque latinoamericano” de izquierda para accionar una colaboración internacional sin precedentes. El mandatario es un optimista de la región, después de varios años de hostilidad y unión en contra del régimen venezolano. Propuso el regreso de Venezuela al juego diplomático y propuso que, junto a Chile, se reintegrara a la Comunidad Andina.
Además de las motivaciones económicas, el presidente colombiano también quiere una unión en bloque para replantear la lucha contra las drogas y cambiar el modelo energético de una región predominantemente extractivista, idea que incluso iría en contra de Lula da Silva, quien ha resaltado la importancia del petróleo para la economía brasileña. En su primer gobierno, ese modelo económico lo ayudó a llevar a Brasil a ser la sexta economía mundial.
De acuerdo a lo que Petro dijo en la Asamblea General de Naciones Unidas, también quiere una lucha conjunta contra el cambio climático y la destrucción de la selva amazónica, la cual también comparte con Brasil.