La exministra de Deporte, María Isabel Urrutia, le confirmó a SEMANA que si le propusieran nuevamente convertirse en ministra “lo volvería a hacer porque ya conozco cómo es el tema en el Ministerio, conozco cómo funciona el deporte y no me da miedo”.
De acuerdo con Urrutia, aceptaría una nueva designación, aunque “miraría algunas condiciones”.
Y es que la campeona mundial de halterofilia cree que su balance por el corto paso en el Ministerio del Deporte, es favorable, pese a que el presidente Gustavo Petro la retiró del cargo en medio de un escándalo mediático porque contrató, al parecer, de forma exagerada, a varias personas en tiempo récord. Los presuntos excesos llevaron a la Fiscalía a imputarle cargos y en febrero próximo irá a juicio ante la Corte Suprema de Justicia.
“A mí sí me fue bien porque logré destrabar los Juegos Deportivos Nacionales, los Juegos Panamericanos -le metimos presupuesto en el Plan Nacional de Desarrollo, buscamos a nivel internacional cooperantes para ese tema-, pero salgo yo del Ministerio y no puedo seguir trabajando”, relacionó.
Urrutia insiste en que ella no tuvo responsabilidad en que Colombia perdiera la sede de los Juegos Panamericanos. De hecho, ella le dijo a SEMANA que salió del cargo y no alcanzó a ejecutar los recursos.
“Los Juegos los dan en 2021, había que hacer una adición presupuestal e iniciar a hacer un Conpes. Y en 2022 colocarle presupuestos. Alguien me dijo: ‘Es que hay 84.000 millones de pesos’, pero no eran para los Juegos Panamericanos, eran para el Ciclo Olímpico y la preparación de los deportistas. La mayoría de esa plata se trasladaba al Comité Olímpico Colombiano. Había que hacer un rubro especial con un Conpes, yo no podía hacerlo en 2022, porque estaba terminando el presupuesto y el Plan de Desarrollo del gobierno anterior. En 2023 hicimos todo el trabajo, lo metimos en el presupuesto y empezamos a trabajar el Conpes. Pueden preguntar en Hacienda, Planeación, quedaron 225.000 millones de pesos para los juegos”, explicó.
Urrutia no quiso responsabilizar a su sucesora, la ministra Astrid Rodríguez.
“No puedo condenar a nadie porque no sé por qué no hicieron el Conpes, no buscaron la autorización. Es que el Gobierno nacional, si no le pide permiso a Hacienda, no puede ejecutar nada. No sé si lo pidieron, porque yo me fui del Gobierno, salí a descansar al exterior y llegué en diciembre”, expresó.
Además, la exministra expresó que no le preocupa el llamado a juicio ante la Corte Suprema porque considera que hizo las cosas bien. “En el Ministerio había personas que ganaban más que el ministro, que el viceministro, y antes bajé la nómina. Tengo mi tranquilidad y la conciencia limpia. Ahí no hay ni un amigo mío, eran los mismos funcionarios que venían trabajando en el MinDeporte”, expresó.
Confesó que no ha vuelto a hablar con Gustavo Petro y tampoco le han ofrecido una embajada, como ocurre en el Gobierno nacional cuando retiran a un ministro. “No me voy a asilar para que digan que me fui de Colombia para no responder. Si hoy me dijeran: ‘Váyase para un puesto en el Gobierno Petro’, no lo recibiría por honestidad y respeto. Recibiría cualquier otro puesto menos una embajada. Por fortuna soy una mujer pensionada, trabajé desde los 13 años, mis padres me enseñaron a trabajar, tengo 58 años, gozo de mi pensión y aprendí a vivir contenta”.