Uno de los principales problemas que ha enfrentado la reforma a la salud de Gustavo Petro en el Congreso es que no tiene aval fiscal y financiero. Aunque distintos sectores independientes y de oposición han pedido, casi a gritos, el documento que confirma cuánto valdrá poner en marcha el nuevo modelo de salud, no ha sido posible.
El exministro José Antonio Ocampo no conceptuó sobre el tema. Incluso, eso lo llevó a distanciarse de la entonces ministra de Salud, Carolina Corcho. Mientras tanto, Ricardo Bonilla tampoco lo ha hecho, pese a que la Comisión Séptima y la plenaria de la Cámara de Representantes aprobaron el proyecto en primer y segundo debate.
Sobre el tema, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien ha ejercido este cargo durante 10 años, le contó a SEMANA cuáles creen que son las razones por las que este documento no ha sido expedido.
El Ministerio de Hacienda- según Cárdenas- se toma muy en serio esos trámites, es muy sólido técnica e institucionalmente y tiene unos equipos humanos que llevan muchos años y tienen mucha experiencia.
“Los avales fiscales no salen porque alguien llama por teléfono y pide que lo saquen ya. Salen cuando las cifras lo permiten. ¿Qué es un aval fiscal? Es decir que se tiene cómo pagar esa iniciativa. Que no haya salido hasta ahora deja entrever que hay unos equipos en el Ministerio de Hacienda que están diciendo que puede salir mucho más caro”, informó.
Y es que, según el exministro de Hacienda, no hay duda de que costará muchísima plata la reforma a la salud, porque hay que montar un sistema nuevo, una nueva estructura pública.
“Creo que en el fondo hay una incapacidad de, realmente, estimar cuánto va a costar todo. El Ministerio ha sido prudente en no querer mandar esa carta porque lleva un número y si es muy alto el proyecto se hunde. Y si mandan un número bajo, el ministro, en unos años, puede quedar muy mal parado”, informó.
Ante ese escenario, les envió un mensaje a los senadores que tienen en sus manos la aprobación de la reforma a la salud desde esta semana.
“Les diría que los tiempos de la política son muy distintos a los de la opinión pública. Los tiempos de la política son más inmediatistas, porque hoy el congresista está pensando en el 2024, 2025, está preparando el terreno para su reelección, pero el día que llegue el 2026 y que el sistema de salud sea un caos, los electores sabrán eso y conocerán quiénes votaron y aprobaron esa reforma. Cuando la gente haga filas en los hospitales, no atiendan a los pacientes, cuando no tengamos las EPS a quien acudir, la ciudadanía castigará eso en las urnas”, dijo.
Cárdenas, quien habla como académico y exministro, dijo que si se aprueba la reforma, la transición en 2026 “será caótica”.
En ese año- según el exministro- “apenas estaremos iniciando la transición y la gente estará muy aburrida, porque el sistema público no estará operando y el privado, seguramente, ya estará de retirada”.
Confesó, además, que si él fuera senador no votaría en favor de la reforma, al menos, tal y como está redactada actualmente.
“Le haría ajustes al sistema de salud, un proceso de mejoramiento continuo. Ese es mi estilo, mi forma de ser, no es borrón y cuenta nueva. No es patear la mesa. Muchas veces, con Petro, el problema no es el qué, es el cómo. Petro y yo, en esto, somos totalmente distintos, él considera que para progresar hay que destruir; yo creo que hay que construir. Me llama la atención, por ejemplo, el contraste entre Lula y Petro. Veo al primero no interesado en reabrir viejas discusiones ideológicas y avanzar. Uno ve a Brasil produciendo petróleo, alimentos, energías limpias, biocombustibles, aprovechando las oportunidades que ofrece el mundo. Colombia, en vez de aprovechar esas oportunidades, reabre nuevas discusiones como estatizar la salud y las pensiones. Petro está atrapado en su dogma, no lo deja pensar con claridad lo que se necesita en el mundo de hoy. Mira mucho para atrás con ánimo de revancha ideológica”, manifestó.