Las palabras del presidente colombiano, Gustavo Petro, referente al sistema de salud en el país no tardaron mucho tiempo antes de generar eco y discusión entre el gremio sanitario. Para el jefe de Estado, el país cuenta con uno de los peores modelos a nivel mundial.

Desde Aracataca, Magdalena, Petro hizo alusión a una reforma “de fondo” que su administración espera radicar a comienzos del próximo año y que tiene, como objetivo principal, que “no se mire a la persona como un cliente, sino como un sujeto de derechos”. Además, refirió a que su gobierno buscará en esa línea llegar a la universalidad.

“Algunos indicadores mundiales por los cuales se determina si un sistema es eficaz o no, muestra tasas de mortalidad y nuestro sistema actual de salud no funciona bien para los que no tienen recursos en Colombia. Por ejemplo, el indicador de mortalidad por cáncer de mama, el primer tratamiento es 106 días después, es decir tres meses después, muchas mujeres mueren antes del primer tratamiento, la tasa es alta en Colombia, no porque se enfermen más que en otros lugares del mundo, sino que no son atendidas como en otras zonas del mundo”, fueron parte de las palabras del mandatario.

Gremio médico no está de acuerdo

Poco después de su mensaje, la controversia no se hizo esperar entre miembros del sector sanitario que expresaron su desacuerdo. Para algunos expertos el sistema no refleja las condiciones que presentó el presidente y que incluso refirieron a la pandemia de coronavirus.

“La respuesta es no. Tenemos informes de organismos internacionales (...) que reconocen en el sistema colombiano algunas fortalezas. Definitivamente no está entre los mejores, pero sí podemos afirmar con contundencia que no es uno de los peores” dijo a SEMANA Jairo Humberto Restrepo, coordinador del grupo de economía de la Salud de la Universidad de Antioquia, tras hacer alusión a un informe de The Economist que ubica a Colombia entre los 10 países con un mayor grado de inclusión.

Restrepo también evocó otro reporte que cataloga al país como uno de los que cuenta con una alta esperanza de vida, junto con naciones como Honduras, Guatemala y algunos de África. Un análisis previo hecho por el académico señala que “aunque el gasto público en salud representa una de las proporciones más altas como % del PIB en América Latina y el Caribe, dado el monto del PIB per cápita el gasto público per cápita es inferior al de varios países con los que amerita compararse; es el caso de Argentina, Chile, Uruguay y Costa Rica”.

La posición de rechazo fue compartida por Paula Acosta Márquez, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), quien le dijo a este medio que el sistema sanitario ha hecho un aporte “importante” en la construcción de equidad territorial, así como para mejorar la “distribución de oportunidades”.

“Más allá de la valoración propia que hace el gremio (de los avances) hay mucha evidencia e indicadores desarrollados por los más prestigiosos centros de pensamiento y análisis que califican a Colombia (...) entre la tabla media - alta. Hay retos muy grandes” pero hay que “tener en cuenta tres factores: acceso, calidad y protección financiera para los hogares”.

En cuanto a la pandemia, “tampoco compartimos la valoración que hace el presidente del desempeño del sector” porque “también hay comparaciones internacionales donde se consideran diferentes” aspectos “como el acceso a vacunas (...), el manejo de recursos como las unidades de cuidados intensivos y el desarrollo de modalidades no presenciales en donde el sistema mostró su resiliencia y generó resultados muy positivos”.

Para Diego Fernando Gil, director de la Federación de Enfermedades Raras, la percepción de Petro está “totalmente alejada de la realidad“, ya que, según él, ha habido “un mejoramiento sobre todo en los últimos 30 años”. Antes era un sistema “fragmentado (...), el acceso era muy limitado y las personas tenían que agotar en muchos casos sus ahorros para poder pagar”.

En cuanto a las enfermedades huérfanas (raras) Colombia “es un referente importante (...). Nos preocupa el hecho de que el Gobierno no tiene un rigor técnico al momento de presentar las propuestas (...) y pensamos que hay una deuda grande”.