Uno de los problemas que se ha vuelto endémico en el país son los constantes casos de inseguridad que sufren los colombianos en las diferentes ciudades. Por más que lleguen nuevos gobiernos, los hechos de fleteo se siguen presentando.
Uno de los casos más recientes fue puesto en evidencia por el exembajador de Colombia en Estados Unidos Francisco Santos, quien llamó al nuevo gobierno a tomar cartas en el asunto más allá de los discursos.
“La semana pasada en un bus que iba de Santa Marta a Cartagena se subieron dos sicarios en la parada de Barranquilla y atracaron a todos los pasajeros. Al guarda le robaron el arma”, contó Santos, al tiempo que pidió al presidente Gustavo Petro y al ministro de Defensa, Iván Velásquez, mayor protección para los ciudadanos.
Este hecho se da apenas diez días después de la masacre de diez personas también en Barranquilla.
Las primera hipótesis indican que al menos cuatro sicarios se bajaron de una camioneta blanca, llegaron a un billar y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra todas las personas que se encontraban en el establecimiento. El hecho también dejó tres heridos.
Posteriormente, los presuntos responsables se dieron a la huida en la misma camioneta. De acuerdo con el coronel Óscar Daza, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Barranquilla, la nueva masacre se habría originado por enfrentamientos entre bandas delincuenciales. Al parecer, un cargamento de cocaína desencadenó la tragedia.
Por eso, Santos hizo un vehemente llamado al gobierno Petro: “Su primer deber es proteger al ciudadano. ¡Menos carreta más acción!”, exigió el exembajador, quien se ha convertido en uno de los mayores críticos del presidente Gustavo Petro.
Cabe recordar que el pasado 8 de septiembre se realizó un consejo de seguridad en la capital del Atlántico, en donde el alcalde Jaime Pumarejo anotó que las cifras de homicidio, hasta el mes de septiembre, registran un aumento del 4 %.
En medio de su intervención, el director de la Policía Nacional, general Henry Armando Sanabria Cely, explicó los dos panoramas que se han percibido en el mapa delictivo de Barranquilla.
Uno de ellos relacionado con la delincuencial social, como las riñas, y el otro asociado con el narcotráfico. Reiteró en que existe una disputa entre estructuras ilegales por el control del territorio para generar dividendos ilícitos.
“Como lo decía el señor alcalde, el 46 % de los homicidios provienen de estas actividades criminales, básicamente por el sicariato en el ajuste de cuentas”, agregó el director de la Policía.
A su turno, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, informó que para contrarrestar las manifestaciones de violencia se debe robustecer el trabajo institucional.
“Es necesario fortalecer las labores de interdicción de droga”, precisó el ministro, alegando que al quitarle la mercancía, las estructuras ilegales se pueden ir debilitando.
Velásquez anotó que las estrategias deben estar orientadas a “quitarles los resultados provechosos que se obtienen de la actividad criminal”. Para ello, dejó en claro, se debe adelantar un trabajo que permita la identificación de los mismos.
Sin embargo, mientras se lanzan alertas, se hacen consejos de seguridad y llegan promesas de un lado o del otro, los ciudadanos siguen viviendo la realidad a diario en las calles: la inseguridad se ha empezado a desbordar.