Contra las cuerdas está uno de los funcionarios del gobierno del presidente Gustavo Petro, el cual ostenta un importante cargo: la presidencia de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Se trata de Diego Cancino, quien fue concejal de Bogotá y también funcionario del Ministerio del Interior. Pero ahora está en la cuerda floja debido a una delicada denuncia que se conoció en su contra por presunto acoso sexual.
La denuncia fue radicada por Yuly Viviana Vargas Ávila, asesora de la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, por unos hechos que se registraron este mes de octubre y que para ella encendieron todas las alarmas.
Cancino está en el ojo del huracán, ya que —aparte de la denuncia que fue radicada en su contra en la Fiscalía— también se conocieron una serie de chats que delatarían la conducta inapropiada del actual presidente de la SAE.
Los hechos se habrían registrado hace varios días, en el apartamento de Cancino; allí, al parecer, el presidente de la SAE supuestamente se sobrepasó con Yuly Viviana Vargas Ávila, tocándola inapropiadamente.
Frente a lo sucedido, la mujer se lo hizo saber a Cancino por medio de mensajes de WhatsApp.
“Hola, Espero que estés bien. Quiero tomarme un momento para abordar lo que sucedió ayer, ya que me ha dejado con sentimientos de incomodidad por tu actitud, por todo lo que dijiste, lo que hiciste y tu comportamiento en general, incluso cuando ya mis amigos llegaron y acudieron a mi llamado”, expresó la funcionaria.
Y avanzó en el mensaje: “Ayer, cuando intenté centrarme en temas de trabajo, tu comportamiento fue inapropiado y me hizo sentir incómoda; a pesar de que fui clara en mis intenciones y reiteré en varias ocasiones que sólo buscaba discutir asuntos profesionales, parece que esto no fue entendido”.
“Quiero ser muy directa: no estoy interesada en ningún tipo de relación que no sea estrictamente laboral o política y lo reiteré ayer muchas veces y aun así siento que sobrepasaste en repetidas ocasiones ese límite”, dejó claro.
Además, le expresó visiblemente molesta: “Es fundamental para mí establecer límites claros en nuestras interacciones porque es algo que tengo muy claro en este tema político. Mi interés en trabajar contigo y en el ámbito político se basa exclusivamente en objetivos profesionales y no en relaciones personales. No entiendo por qué mi deseo de colaborar se ha interpretado de una manera tan diferente”.
Posteriormente, Diego Cancino respondió sobre esos hechos: “Hola, buenos días. Te ofrezco sinceras y profundas excusas. Perdóname. Mi comportamiento estuvo mal y claramente no debí haber actuado así. Te escucho y asumo las claridades que pones: Jamás voy a confundir los límites claros que me expresas. Eres una mujer y ser hermosa. Bondad y fuerza para transformar. Perdóname, por favor. Te mando un abrazo”.
Pero la conversación no paró ahí, ya que la funcionaria del Ministerio del Interior aseveró: “Hola. Agradezco tu disposición para asumir la responsabilidad; sin embargo, siento que es importante ser honesta sobre cómo me siento respecto a lo ocurrido. Me sentí incómoda con los comentarios inapropiados sobre mi apariencia, así como con los intentos de contacto físico sin mi consentimiento en donde en varias ocasiones, incluyendo cuando ya estaban mis amigos, me abrazabas por la espalda tocándome los senos, cosa que no estaba bajo mi consentimiento y lo dejé claro desde el principio”.
Frente a la parada en secó que le metió Yuly Viviana Vargas Ávila, la situación desató una especie de desespero de parte de Diego Cancino, con varias llamadas y mensajes: “Te lo ruego”.