Los parlamentarios que integraron el panel de políticos en el Congreso de Fenalco, gremio de comerciantes del país, que se realizó este viernes, 27 de septiembre, en Barranquilla, tuvieron un común denominador: todos expresaron su admiración por María Corina Machado, la líder venezolana que también intervino en el evento y que, a juicio de la senadora Paloma Valencia, logró descubrir lo que une a los venezolanos, y “es lo que se debe encontrar en Colombia”, sostuvo.
En el espacio de los congresistas, Marelen Castillo, quien fuera la fórmula vicepresidencial del entonces candidato Rodolfo Hernández, se refirió al gobierno actual con palabras fuertes: “Hoy tenemos un dictador (en referencia al presidente Gustavo Petro) que no se eligió en las armas, sino en las urnas, precisamente por ese abandono que ha sufrido el pueblo colombiano”.
Por su parte, Catherine Juvinao vaticinó que en 2026 Petro será expresidente y, como tal, “va a ser insoportable”, manifestó.
Juvinao, quien además se autodenominó como “la mamerta del grupo de políticas”, insistió en que ella no se irá para un lado ni para el otro, sino que se quedará en el centro, lo que fue paralelo a la posición de María Fernanda Cabal, quien se mostró en desacuerdo con los que considera “tibios”.
Por su parte, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, recordó que había anticipado que tenía los votos para hundir el Presupuesto de 2025, por desfinanciado, sujeto a fuentes de ingreso poco claras, como la reforma tributaria que hace trámite en el Legislativo y va por 12 billones de pesos.
Efectivamente, sucedió lo que puso como ejemplo de que hay posibilidades de encontrar los puntos que unen a los colombianos. En todo caso, aseguró que “mientras sea presidente del Senado, no seré notario de iniciativas gubernamentales que no salgan por consenso”, manifestó.
Para Cepeda, “se requiere una defensa de la institucionalidad” y es lo que harán para mantener la independencia del Congreso. “Nuestra Constitución nos dice que somos una democracia donde hay alternancia del poder, donde las leyes se discuten en el Congreso libremente, sin presiones, donde un fallo adverso por parte de la justicia no se interpreta como un golpe de Estado”, aseguró.