El presidente Gustavo Petro, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y los altos mandos militares llegaron este sábado hasta el Hospital Militar de Bogotá, para visitar a los cuatro menores indígenas que, luego de 40 días deambulando por la selva, fueron finalmente ubicados y rescatados y actualmente se encuentran en recuperación.

Luego de visitar a los niños, el ministro Velásquez entregó un parte sobre el estado en el que se encuentran actualmente estos menores, considerados como unos héroes al haber resistido tanto días y bajo condiciones tan adversas.

El presidente Gustavo Petro durante su visita a los menores | Foto: No

“Se encuentran en el proceso de recuperación, primero, de acuerdo con las recomendaciones médicas, hidratándose, no pueden todavía ingerir alimentos, pero en general el estado del niño y de las niñas es aceptable, están fuera de peligro”, indicó Velásquez.

El ministro aseguró que en las conversaciones que el presidente y su esposa, Verónica Alcocer, se mostraron “receptivos pero con cierta inquietud por ver a tanta gente a su alrededor”

Miembros del cuerpo médico que los atiende, por su parte,  aseguraron  que los menores se encuentran bien, estables.

Frente a la estancia que tendrán los niños en este centro médico, el personal de salud de esta institución aseguró que “estarán al menos por unas dos semanas en el Hospital. Todos tienen compromiso nutricional, en especial, Cristin, quien es la más pequeña”.

Astrid Cáceres, directora del ICBF. a su turno recordó que una de las claves para el éxito del rescate fue traer a “la mayor cantidad de indígenas y sabedores”, que recorrieron la selva junto a los comandos especiales de las Fuerzas Militares.

Funcionarios del ICBF llegaron a primera hora de este sábado 10 de junio hasta el Hospital Militar con ropa, cachuchas, pañales, peluches y otros regalos para los niños indígenas que fueron rescatados de la selva.

. | Foto: Fuerzas Militares

Hay dotaciones de ropa para cada uno de ellos y un regalo especial para Cristin de apenas un año, a quien le entregaron un juguete musical. La ropa, dijo uno de los funcionarios, está también destinada para cuando retornen a su lugar de origen.

La operación

Frente a los detalles de la operación, el brigadier general Pedro Sánchez, quien estuvo al frente del operativo, explicó que, durante todos estos días, pilotos de la Fuerza Aérea lanzaron con un cálculo preciso desde el aire cerca de 100 kits con alimentos y elementos de comunicación,  que el ICBF había preparado para que, en caso de que los menores los encontraran, pudieran recibir comida y establecer comunicación con las Fuerzas Militares que los buscaban.

" En este momento no podemos asegurar que alguno de los 100 kits que el ICBF  haya sido encontrado por lo menores, pero finalmente todo se dio en la tierra, todas las evidencias se encontraron en la tierra”, explicó Sánchez.

De acuerdo con el oficial, en la búsqueda en tierra se utilizaron unas “células combinadas”, compuestas por comandos especiales de las Fuerzas Militares e indígenas que conocían la zona.

“En realidad quienes hicieron el trabajo fue esa célula combinada. Quienes los hallaron fueron esos indígenas de la comunidad Murui, fueron ellos los que los encontraron y luego se encontraron con una célula de nuestros hombres de los comandos especiales. Esta tarea de salvar y proteger vidas no es nueva, no es la primera vez que salvamos y protegemos vidas”, detalló el brigadier general.

Una de las claves de la operación, según el oficial, fue mantener la fe intacta, creer en que a pesar de llevar más de un mes desaparecidos, todavía era posible encontrar a los menores con vida.

“Los comandos siempre, siempre mantenemos la fe intacta. Cuando nos asignan una misión es para cumplirla. Hacíamos lo imposible y abrazamos la adversidad. Los indicios que fuimos encontrando nos marcaron que ahí estaban nuestros menores. Los conocimientos muy sabios de nuestros indígenas ayudaron enormemente a encontrarlos, eso nos mantuvo la fe”, expuso.

En cuanto al terreno, el oficial expuso que las condiciones no eran fáciles, no solo por el clima, la mayor parte del tiempo lluvioso y nublado, sino por las especies animales y vegetales que ponían en riesgo la integridad del equipo de búsqueda y de los menores.

“Un terreno supremamente difícil, en la selva, denso. Con animales peligrosos, plantas venenosas, a 20 metros no se observaba que es lo que había posterior a eso. Nosotros siempre dijimos, tres variables no podemos controlar: la selva, la meteorología y la voluntad de nuestros menores”, contó.

Pero a pesar de la adversidad, en medio de la dificultad de la meteorología y con la complicidad de la selva, los cuatro menores, con valentía, mantuvieron la fé y finalmente tanto los comandos especiales como los colombianos pudimos gritar: “milagro, milagro, milagro”