La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, se jugará en los próximos días ante el Congreso su continuidad en el cargo. Este miércoles fue radicada, con más de 35 firmas de congresistas de Cambio Radical, Centro Democrático y otros sectores, una moción de censura en su contra en la Cámara de Representantes.

La ministra ha estado en el ojo del huracán porque ha protagonizado una escalada de salidas en falso que van desde un desplante a la prensa hasta insistir en la teoría del decrecimiento de los demás países para que las naciones pequeñas crezcan e insistir en la suspensión de la exploración de petróleo y gas.

La moción de censura, consagrada en el artículo 135 de la Constitución Política, es un instrumento que tiene el Congreso para requerir a los ministros y superintendentes por asuntos relacionados con funciones propias del cargo, o por desatención a los requerimientos y citaciones del Legislativo.

Para que se cite al funcionario a moción de censura, la solicitud debe ser radicada por lo menos por la décima parte de los miembros que componen la respectiva corporación. Es decir, en el caso de la Cámara de Representantes, que es el escenario al que se enfrentará Vélez, la petición debe ser firmada por al menos 19 representantes.

Como la solicitud ya fue firmada por 35 congresistas de diferentes partidos, con lo que queda cumplido el primer requisito, la mesa directiva está obligada a programar el debate y anunciar la fecha respectiva.

En este debate, los citantes deberán exponerle a la Plenaria de la corporación los argumentos por los cuales consideran que la ministra debe salir de su cargo y a su vez ella tendrá la oportunidad de defenderse y entregar sus consideraciones.

Posteriormente, entre el tercer y el décimo día a la realización de ese primer debate, se debe convocar a una sesión en la que se hará la votación para decidir si Vélez continúa o no en el cargo.

Para que la moción de censura sea aprobada, es decir que la ministra quedaría por fuera de su cargo, se requerirá el voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la Cámara, que en este caso equivale a 95 congresistas.

Pero si la moción es rechazada, no podrá presentarse otra sobre la misma materia a menos que la motiven hechos nuevos.

“Pronunciada una Cámara sobre la moción de censura su decisión inhibe a la otra para pronunciarse sobre la misma”, indica la Constitución.

En Colombia, hasta el momento no ha prosperado una moción de censura en el Congreso, aunque sí han llevado a los gobiernos a un nivel de presión que termina con la renuncia de algunos ministros, como ocurrió el 6 de noviembre de 2019 con el ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien salió del cargo antes de la votación de la moción.

El exministro sorteó un escándalo por el bombardeo de las Fuerzas Militares a un campamento de las disidencias de las Farc en Guaviare donde, aparentemente, habrían muerto menores de edad.

Una situación similar vivió la exministra de las TIC Karen Abudinen, quien debió dejar su cargo por el escándalo de Centros Poblados a horas de que se votara una moción de censura en contra en la Cámara.

De esta manera, Vélez se convertiría en la primera funcionaria del gobierno de Gustavo Petro en ser sometida a un debate de moción de censura, con menos de tres meses en el cargo.

Hasta el momento, el gobierno que más debates de moción de censura ha enfrentado en la historia ha sido el de Iván Duque, quien tuvo en 10 oportunidades, en cuatro años, a miembros de su gabinete en el banquillo de los acusados.