La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, podrá volver a acomodar el cuadro con su foto que tiene colgado en la oficina, pues según todas las cuentas que se hacen en el Congreso, el próximo martes, cuando se votará la moción de censura en su contra, saldrá victoriosa y arropada por una coalición de Gobierno que se ha mostrado inquebrantable.
Así quedó claro el pasado miércoles, cuando la ministra se enfrentó al debate de moción de censura promovido en su contra por un grupo multipartidista que la señaló de no ser idónea para manejar la cartera a su cargo. Todo ello, a partir de sus declaraciones de decrecimiento de la economía, la idea de exportar gas desde Venezuela y el cese de los contratos para explorar hidrocarburos.
Desde el Pacto Histórico, la Alianza Verde, la U y el Partido Liberal anunciaron que saldrán a defender a la ministra y le aseguraron su respaldo en la votación del próximo martes, cuando la Plenaria de la Cámara decidirá sobre su continuidad en el cargo.
“No hay elemento alguno válido para nosotros impulsar una moción de censura. Lo que estamos viendo es una propuesta alternativa. Estaremos atentos a acompañar la negativa de la moción de censura”, le dijo a SEMANA el representante de la U, Jorge Eliecer Tamayo, quien aseguró que esta es la posición de todo su partido.
Los únicos miembros de la coalición que, en esta oportunidad, se han apartado de la aplanadora son los conservadores, quienes se ausentaron del debate el pasado miércoles, porque consideran que el Gobierno les ha incumplido los compromisos políticos.
Sin embargo, según le confirmaron fuentes de la Casa de Nariño a esta revista, la rebeldía conservadora no genera preocupación, pues en una moción de censura la idea no es lograr las mayorías sino evitar que la oposición alcance la cifra mágica para sacar a la ministra.
Según el reglamento del Congreso, para sacar a Vélez se requiere el voto positivo de la mitad más uno de los miembros de la corporación. Como la Cámara de Representantes está compuesta por 187 miembros, la cifra que debe alcanzar la oposición es de mínimo 94 votos. Y las cuentas no dan.
Entre el Centro Democrático, Cambio Radical y sectores como la Liga de Gobernantes Anticorrupción, logran sumar apenas 40 votos. Si a ellos se sumaran los conservadores, algo muy poco probable, sumarían otros 27 votos y aún quedarían lejos de la cifra mágica.
No obstante, así en la votación salga derrotada por la aplanadora del Gobierno, la oposición ya ganó con este intento de moción de censura.
Citar a la ministra a debate no solo implica dedicar una sesión completa de la Plenaria a discutir si debe continuar en el cargo o no, sino que pone a los partidos a hacer reuniones internas para definir su posición y al Gobierno a moverse para buscar apoyos. Todo esto mientras algunos proyectos claves para la Casa de Nariño están en apuros por falta de tiempo.
Además, pusieron al Gobierno, nuevamente, a responder por el que ha sido hasta ahora el tema más complicado: la transición energética.
Luego de varias semanas en las que se habían calmado los ánimos, el debate nuevamente se encendió, especialmente por la revelación de un contrato - que aún no ha sido del todo explicado por el Gobierno - para que Ecopetrol reciba asesoría en la eventual “compra, importación y servicio de transporte de gas natural” desde Venezuela.
Igualmente, durante su intervención, la ministra dejó de nuevo en vilo la posibilidad de que se abran nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, lo que devolvió la incertidumbre al sector y puso otra vez en la agenda el debate sobre el futuro de la industria.
“Es urgente que el Gobierno dé claridad sobre nuevos contratos de exploración y producción de petróleo y gas”, afirmó el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, Francisco Lloreda.
A pesar de que la ministra Vélez seguramente saldrá vitoreada del Congreso el próximo martes, la moción de censura ya surtió efecto y puso nuevamente al Gobierno a ‘sudar petróleo’ para entregar explicaciones.