Faltando solo semana y media para las elecciones regionales, la Misión de Observación Electoral (MOE) lanzó una dura alerta: los hechos de violencia han persistido en medio del calendario electoral; incluso, se incrementaron, en relación con los reportados en la contienda democrática de hace cuatro años.
Ese llamado de atención corresponde a un análisis que comenzó desde el pasado 29 de octubre de 2022, cuando comenzó el calendario electoral, periodo en el que se han registrado 653 hechos de violencia contra liderazgos sociales, políticos y comunales, de acuerdo con esa organización.
Dentro de ese balance de agresiones, se cuenta que la mayoría de estas se han registrado contra liderazgos políticos, con un total de 436 de los 653 reportadas. Es decir: contra los candidatos o figuras públicas de las organizaciones políticas.
Esa estadística significa un incremento de la violencia contra los liderazgos políticos, que equivale al 92 %, cuando se compara con las elecciones regionales de 2019, comicios en los que se eligieron los administradores locales que están cercanos a dejar sus cargos. En contraste, la MOE señala que la violencia contra liderazgos sociales disminuyó en 15,6 %, en relación con la contienda de hace cuatro años.
Violencia contra candidatos persiste, pese a ‘paz total’
La MOE alerta que 179 de las acciones violentas documentadas en su informe han sido dirigidas a personas candidatas a las elecciones locales. Lo preocupante es que dentro de esa estadística se presentaron 30 hechos correspondientes a una “violencia letal”, es decir, hechos que pueden poner en riesgo la vida de forma directa.
Es más, el balance indica que hubo 22 atentados y 8 asesinatos perpetrados contra candidatos o candidatas de las elecciones regionales. Si bien se han registrado hechos violentos en 251 municipios de 29 departamentos del país, la mayoría de sucesos se han reportado en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca, Cauca, Antioquia y Santander.
Ese grupo de departamentos concentran el 33,5 % de los hechos violentos denunciados por esa Misión y el 56,7 % de la violencia letal contra las candidaturas políticas.
Asimismo, el informe sobre violencia en el periodo electoral da cuenta de 1.352 hechos violentos entre los que se registraron 947 son acciones armadas y 405 amedrentamientos. Ese balance, señala la MOE, representa un aumento 127 % en ese tipo de intimidaciones, cuando se compara con los sucesos que se registraron durante el calendario electoral para las regionales de 2019.
“Se encuentra que no necesariamente el incremento de la presencia de los grupos armados ilegales explica toda la violencia y, en particular, la violencia contra liderazgos políticos y candidaturas. Incluso, casi una tercera parte de los hechos letales contra candidaturas (30 %) no se dan en municipios con riesgos por presencia de grupos armados ilegales”, escribió la MOE en el informe preelectoral de violencia contra liderazgos políticos, sociales y comunales.
Los departamentos más afectados
El informe detalló que el cese al fuego entre el Gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla del ELN pudo impactar positivamente en la situación de los municipios que antes tenían presencia de ese grupo armado.
No obstante, el reporte no alcanzó a abarcar la fecha de la implementación del cese bilateral con las disidencias del Estado Mayor Central de las Farc, que apenas se puso en marcha este fin de semana, pues los datos analizados en el documento tienen como fecha de corte el 29 de septiembre de este 2023.
Cauca está registrado como el territorio con más violencia en medio del calendario electoral. Allá se han presentado 63 agresiones contra candidatos, entre las que se cuentan 21 asesinatos y 9 atentados.
A ese departamento le sigue Nariño, donde se registran 32 agresiones, entre las que hay 10 asesinatos y 7 atentados. Luego, está el Valle del Cauca, geografía en la que se registran 37 agresiones y 15 casos de violencia letal.
Finalmente, en Antioquia se reportan 49 agresiones contra los líderes políticos, un balance que tiene bajo alerta a la MOE, si se tiene en cuenta que esa estadística ha aumentado en un 44,1 %, en relación con 2019. Dentro de esos 49 hechos, se registran 9 asesinatos y 4 atentados.