La Misión de Observación Electoral (MOE) reveló los resultados de su encuesta a candidatos de las elecciones regionales de 2023. La organización, en colaboración con la Universidad de los Andes y la Universidad de Upsala, le consultó a 9.568 candidatos a gobernaciones, alcaldías, concejos, asambleas y juntas de acción comunal sobre las condiciones en las que se llevaron los comicios.

Una de las conclusiones más alarmantes de la medición es que el 60 % de los candidatos reportó haber sido víctima de al menos un hecho de violencia, como atentados contra la vida, ataques físicos, intimidación, amenazas, vandalización de propiedades, vandalización del material de campaña, comentarios ofensivos por redes sociales o mensajes de texto, y acoso o abuso sexual.

El 19.9 % de los candidatos afirmó haber recibido amenazas hacia ellos o sus familias, 16.9 % recibió ataques físicos y el 15.7 % reportó ataques contra su propiedad.

Por otro lado, el 42.1 % de los candidatos reportó que su propaganda electoral fue vandalizada, el 38.1 % recibió comentarios ofensivos o agresivos, y el 38.3 % sufrió algún tipo de acto intimidatorio.

El 19.9 % de los candidatos afirmó haber recibido amenazas hacia ellos o sus familias, 16.9 % recibió ataques físicos y el 15.7 % reportó ataques contra su propiedad.

De los encuestados, un 4.5 % de los candidatos reportaron acoso o abuso sexual, equivalente a 431 casos de este tipo dentro del estudio.

Si bien es una cifra alarmante de violencia, esta es menor a la reportada durante las elecciones legislativas de 2022. En una encuesta similar, se concluyó que el 83 % de los candidatos fueron víctimas de al menos uno de estos ataques.

Por otro lado, la percepción de inseguridad fue consultada a los candidatos, medida en una escala del 0 al 10, donde 10 representa el nivel más alto.

El 40.4 % de los candidatos se ubicó en un nivel superior a 6, expresando haber sentido una alta inseguridad. | Foto: Juan Carlos Sierra

El 40.4 % de los candidatos se ubicó en un nivel superior a 6, expresando haber sentido una alta inseguridad. De ellos, 13.7 % cree que su inseguridad es máxima, ubicándola en 10.

Por otro lado, un 36.5 % ubicó la inseguridad en niveles por debajo de 4. El 22.6 % consideró que sufrió una inseguridad intermedia, entre 4 y 6.

“Solo aproximadamente 1 de cada 3 candidatos se sintió mayormente seguro, mientras que la mayoría percibió algún grado de inseguridad durante la campaña. Esta percepción de inseguridad es ligeramente mayor entre quienes se postularon a cargos uninominales en comparación con los plurinominales”, explica el informe de la MOE.

Entre los responsables reportados por las violencias sufridas, los candidatos reportaron en mayor medida a miembros de otros partidos (61.6 %).

Le siguen los votantes insatisfechos, en un 43.9 %. Por otro lado, el 22 % de los candidatos asegura que los ataques vienen de otros grupos criminales, mientras el 12.5 % dice que fueron víctimas de grupos guerrillero y 9.1 % asegura que fueron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

También dicen haber recibido ataques de miembros de su propio partido (14.8 %), medios de comunicación (12.5%), y su familia y amigos (3.8 %).