El expresidente Álvaro Uribe anunció este fin de semana desde Florencia, Caquetá, que exguerrilleros de las Farc podrían tener aval del Centro Democrático para las elecciones regionales del 2023. La afirmación cayó como un baldado de agua fría en sectores de la derecha porque el exmandatario siempre ha mantenido un discurso aguerrido contra los grupos armados en el país.
El excandidato presidencial Rafael Nieto, uno de los hombres que milita en el Centro Democrático, dijo que él ha criticado ciertos avales de su partido. “Muy buenos la mayoría, pero algunos incomprensibles. Darle aval a los de las Farc es inexplicable. Ni su pasado violento ni sus ideas son compatibles con el Centro Democrático”, escribió en su cuenta personal de Twitter.
La senadora Paola Holguín, una de las líderes políticas más cercanas al expresidente, explicó en detalle qué quiso decir Uribe.
“Las palabras del expresidente se sacaron de contexto. En el foro, él reiteró que el Centro Democrático no es un partido enemigo de la paz, que la colectividad ha defendido el diálogo, la desmovilización, pero con unas condiciones: que respeten los derechos de las víctimas y unos mínimos de las víctimas que son necesarios”.
Holguín narró que, en medio de la intervención en Caquetá, Uribe comentó cómo en su gobierno se desmovilizaron más de 35.000 paramilitares y más de 18.000 guerrilleros y contó cómo en su mandato había participado Rosemberg Pabón y en el partido, como senador, Everth Bustamante (excomandante del M-19).
“Esto para enfatizar que el Centro Democrático es un partido de talante humanista y democrático. En ese contexto, él dijo que si había desmovilizados de las Farc que quieran el aval, el partido se los puede otorgar siempre y cuando no hayan cometido delitos atroces y de lesa humanidad”, explicó.
¿Qué quiso decir realmente Álvaro Uribe? La respuesta, según Holguín, “es que este es un partido que ha defendido los procesos de desmovilización y desarme, una colectividad que ha dicho que si se le va a dar participación política a los desmovilizados, que se les dé, pero no a quienes sean responsables de delitos atroces y de lesa humanidad”.
La antioqueña informó que para el Centro Democrático es importante que sean desmovilizados de verdad, “que hayan cumplido con todo y que comulguen con los principios del partido. Yo no sé hasta qué punto pueda existir un desmovilizado de las Farc que defienda las tesis que nosotros defendemos”, aclaró.
Paola Holguín agregó que “nada en el presidente Álvaro Uribe ha cambiado”. Lo dijo porque algunos sectores creen que tras sus encuentros con el presidente Gustavo Petro, su más acérrimo contradictor político durante años, su discurso y posturas, hoy parecen ser son otras.
“Él lo que está tratando de enviar es un mensaje de una oposición que es propositiva, democrática, constructiva y hace unos años yo estudié procesos de negociación y conflicto y no violencia y aprendí que la manera más fácil de derrotar al contrincante es dejándolo en evidencia frente a su propia injusticia. Y aquí nosotros lo que queremos marcar es una diferencia entre la oposición que ellos hicieron y la que nosotros realizamos. Ellos hicieron una oposición que buscó incendiar al país, inmovilizar al gobierno, nosotros hacemos una oposición democrática, totalmente apartada de la violencia, el vandalismo y el terrorismo”, explicó.
Uribe- según Holguín- le está diciendo al gobierno de Gustavo Petro que se puede hacer oposición democrática, con la verdad, sin mancillar la vida y la honra de los dirigentes y sus familias. “Si nosotros hacemos oposición como ellos la hicieron, ¿cuál es la diferencia entre ellos y nosotros?””, afirmó.
“El Centro Democrático no ha cambiado ni ha cedido para nada en sus posturas, pero sí queremos demostrar nuevamente que se puede hacer oposición desde la democracia”, añadió.
La senadora del Centro Democrático destacó por último que no conoce oficialmente a algún exfarc que haya pedido aval en el Centro Democrático.