Carlos Alonso Lucio, exmilitante del M-19, la misma guerrilla a la que perteneció el presidente Gustavo Petro, no se quedó callado frente a las diferencias recientes entre el jefe de Estado y José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, por cuenta de las invasiones a tierras y el decreto del Ministerio de Agricultura que, según el delegado del gobierno en las negociaciones de paz con el ELN, promueve la expropiación.
Lucio salió en defensa de Lafaurie en una columna de opinión que divulgó a través de sus redes sociales y que tituló La moraleja de José Félix. Reconoció el sapo que se tragó el directivo de Fedegán con el gobierno de izquierda y cómo, según él, el jefe de Estado lo defraudó.
“Nadie ha sido tan generoso con Gustavo Petro como José Félix Lafaurie. Aceptó poner su liderazgo y su amplia inteligencia al servicio del Gobierno de Petro hasta el punto de haberle aceptado su participación como delegado del gobierno en un proceso de paz de muy difícil aceptación nacional”, dijo.
Agregó: “José Félix empeñó su prestigio y su palabra en la construcción de unos acuerdos sobre tierras que le han servido al país para contener la ola de violencia que se precipitaba por cuenta de la obsesión invasora que se desató en el Pacto Histórico”.
Lafaurie ―según Lucio― no se ahorró ni una sola gota de su experiencia y energía en intentar, sin mucho éxito, hacerle entender al Gobierno que una verdadera reforma agraria tiene que incorporar otros elementos que van más allá de los títulos de propiedad. Es decir, “que sin créditos, vías, conocimiento, mercados, seguridad, confianza, no hay verdadera reforma agraria”.
El presidente de Fedegán “decidió sobreponer su condición de demócrata a las distancias conceptuales que lo alejan de Gustavo Petro, todos los vimos dar el paso desde la oposición hasta la defensa del gobierno en temas muy difíciles de defender. En pocas palabras, José Félix decidió darse la pela por Gustavo Petro, por eso, digo que nadie ha sido tan generoso con el presidente como Lafaurie”.
No obstante, según él, “Petro lo ha traicionado”.
‘La moraleja de Lafaurie’
Carlos Alonso Lucio tituló su columna La moraleja de Lafaurie porque, de acuerdo con él, “esta historia está llena de enseñanzas que necesitamos que los empresarios colombianos entiendan, sobre todo, quienes lideran los gremios”.
Y les envió un mensaje: “Se equivocan quienes creen que Gustavo Petro valora la generosidad y amabilidad, en su condición humana, cargada de resentimientos y complejos, él no puede hacer otra cosa que confundir la generosidad con la rendición y la amabilidad con el miedo. Dos cosas que a él le gusta: que se le rindan y que le teman”.
Lucio piensa que a Petro no le interesa la reforma agraria como camino hacia el progreso, sino como una bandera política para agitar la conflictividad rural.
Y preguntó: “¿ustedes creen que uno hace unos decretos de expropiación exprés para hacer una reforma agraria? ¿Uno hace un decreto de blindaje institucional a las células milicianas del Pacto Histórico con el fin de hacer reforma agraria? Nadie debería llegar a ser tan ingenuo como para llegar a creer que los interlocutores de Gustavo Petro en el campo son los campesinos. Está más que demostrado que sus verdaderos interlocutores en el campo son las organizaciones criminales que ejercen el tiránico control territorial y el control de las economías ilegales, son las guardias campesinas que no son otra cosa que las milicias de las Farc (...)”.
Llamado de atención
Por último, dijo que es importante que los empresarios del país conozcan y reflexionen con cuidado las enseñanzas que deja esta traición de Gustavo Petro a José Félix Lafaurie.
“Colombia necesita que sus empresarios recapaciten y entiendan con valentía la moraleja de José Félix. Qué bueno sería que los gremios tomen la decisión de convertirse en una gran brigada solidaria, esta vez, solidaria con la Constitución, la sociedad y la democracia. Qué bueno sería que tomen la pronta decisión de priorizar la defensa de la democracia por sobre la ingrata y equivocada generosidad con Gustavo Petro”.