La Consejería Presidencial para la Reconciliación, encargada de asesorar al presidente Gustavo Petro en procesos de transformación de las relaciones sociales basadas en la violencia, parece ser inexistente en un Gobierno que ha hecho de la paz una de sus principales banderas. En la Presidencia de la República nadie sabe qué hacía el exconsejero Álvaro González Hollman, a quien no se le conocen resultados visibles.

Discretamente se retiró de la Consejería a finales de abril de este año. SEMANA se comunicó con él y nunca informó sobre su salida del cargo, hablando como si aún permaneciera.

González es una ficha de la primera dama, Verónica Alcocer, siendo incluso hijo de una amiga que considera su líder espiritual. Su hermano, Luis González Hollman, es el director regional de ProColombia en Barranquilla.

No es claro lo que hace Álvaro González Hollman en la Consejería Presidencial para la Reconciliación Nacional.

Antes de ser consejero, el barranquillero fue director técnico de Primera Infancia en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), de donde salió envuelto en polémica. Todo apunta a que presuntamente habría contratado desde su dirección a personas sin experiencia o formación para asumir los cargos, lo cual terminó forzando su renuncia.

La entidad preparaba declararlo insubsistente por tres denuncias de corrupción que recibieron en su contra y Control Interno Disciplinario alcanzó a abrir dos procesos para indagar sobre lo sucedido.

A pesar de los cuestionamientos, menos de un mes después, González aterrizó en la Consejería Presidencial para la Reconciliación. Llegó en reemplazo de la catalana Eva Ferrer, amiga cercana de Alcocer, que fue nacionalizada colombiana en tiempo récord para asumir el cargo, creado el 30 de diciembre de 2022.

El consejero, ficha de la primera dama, Verónica Alcocer, solo pudo probar cerca de 3 años de los 17 de experiencia que declaró en la hoja de vida de Función Pública.

Desde que llegó González, un despacho que ya era cuestionado por su poca utilidad se volvió prácticamente estático, sin programas nuevos y tampoco resultados claros.

SEMANA hizo una radiografía de la Consejería, encontrando pocos resultados, interrogantes y múltiples contratos a personas que poco tienen relación con los objetivos de la dependencia.

Al revisar las redes sociales de la entidad, se ven reportes esporádicos de las actividades del exconsejero. En Facebook no se actualizan desde el 29 de enero, y la última foto de González ejerciendo sus funciones, que publican en X, tiene fecha del 12 de marzo, con el alcalde de Quípama, municipio de Boyacá.

La vía de comunicación que más utilizaba González es Instagram, donde hace publicaciones de actividades de otras entidades, en ocasiones testimonios y mensajes que se mueven centralmente desde la Presidencia de la República.

González es cercano a Verónica Alcocer.

El 18 de marzo, el exconsejero fue a dos colegios en Cartagena y uno en Santa Rosa de Lima, en Bolívar. Se tomó fotos en las aulas e impulsó la iniciativa Buzones contra el Miedo, originalmente ideada por Ferrer con el fin de que exista un canal de denuncia ante posibles casos de violencia. Luego, el 28 de febrero visitó tres colegios en Sucre, donde también instaló el proyecto.

En fotos quedó registrado que el 9 de febrero de este año González fue a San Andrés para introducir los buzones en las instituciones educativas. A principio de año sostuvo reuniones con autoridades en Sucre y Córdoba, funcionarios de la SAE, la embajadora de Turquía en Colombia, con el comandante del Ejército y el presidente de Satena. También recibió al gobernador de Arauca y estuvo en Mompox, municipio de Bolívar.

El 30 de diciembre de 2023, un poco más de un mes después de que llegó al cargo, sacó pecho por 33 privados de la libertad de la cárcel La Modelo de Bogotá que se graduaron del Ciclo Básico de Emprendimiento del programa Ruta Emprendedora, que inició Eva Ferrer.

Solo hicieron público un comunicado a lo largo de toda la gestión de González, en el que únicamente envían un mensaje del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado.

Por otro lado, SEMANA revisó los funcionarios nombrados en el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) y encontró que en la Consejería para la Reconciliación Nacional actualmente se paga una nómina mensual de más de 126 millones de pesos. Solo el entonces consejero ganaba 25 millones de pesos por sus funciones.

Por otro lado, desde que llegó al cargo ha suscribió diez contratos. Algunos de ellos a favor de personas con las que ha trabajado anteriormente. Dos funcionarios vienen del ICBF, y Tania Racedo, quien está a cargo de la “implementación de acciones de pedagogía para la paz”, trabajó en la Secretaría de Salud de la Gobernación de Bolívar entre 2020 y 2022, cuando González fue secretario.

Verónica Alcocer, primera dama de la Nación. | Foto: Presidencia

Inconsistencias en la hoja de vida

En el currículum que la Presidencia de la República publicó en la página de aspirantes, previo al nombramiento, González Hollman puso en la hoja de vida de Función Pública que cuenta con 17 años y 7 meses de experiencia laboral.

De acuerdo con lo que diligenció, trabajó en el Hospital Regional San Marcos, en Saludcoop, Gobernación de Bolívar y Medimás, como gerente regional. Además, fue secretario de Salud del departamento e incluyó su última experiencia en el ICBF, donde solo permaneció diez meses en el cargo.

A través de un derecho de petición, SEMANA le solicitó al Dapre los soportes laborales que prueben que González sí cuenta con la experiencia que informó en su hoja de vida.

La Presidencia solo adjuntó la experiencia en la Gobernación de Bolívar como secretario de Salud departamental y gerente general de Medimás, las cuales suman tan solo 3 años y 10 meses.

De esta forma, el exconsejero del Gobierno Petro no justificó ante la Presidencia de la República 13 años y 11 meses de experiencia.

A pesar de esto, para ser consejero presidencial solo se necesita ser ciudadano en ejercicio y tener más de 25 años, por lo que aseguran que González Hollman “cumplió con los requisitos mínimos para desempeñar el empleo”.

En los pasillos de la Casa de Nariño se preguntan cómo un médico sin ningún tipo de experiencia en la materia logró ubicarse en una oficina colindante con el despacho del presidente Gustavo Petro. Otra de las incógnitas alrededor del funcionario radica en lo que hacía diariamente, dado que en los canales de comunicación la información sobre su gestión fueron poco transparente y brilló por su ausencia en los momentos en los que se requirió.

Como Carmen Caballero, presidenta de ProColombia, y Adriana Mejía, gerente general de Artesanías de Colombia, González Hollman es otro funcionario ficha de la primera dama, Verónica Alcocer, que resaltó más por las polémicas que por el ejercicio de sus funciones.

SEMANA intentó comunicarse con el exconsejero presidencial para la Reconciliación Nacional, pero al recibir la llamada de una periodista colgó de forma inesperada. Luego, al insistirle a través de mensajes de WhatsApp, explicándole el motivo del contacto, el exfuncionario del Gobierno Petro no quiso responder a los requerimientos, a pesar de conocer que se iba a publicar una radiografía de su gestión.