Este lunes, el presidente Gustavo Petro se reunió con Nicolás Maduro, su homólogo venezolano, para solidificar los esfuerzos por restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países. Además de los temas exclusivamente bilaterales, tales como la seguridad y el comercio, el mandatario colombiano puso el tema de los organismos multilaterales sobre la mesa.
Días antes del encuentro con Maduro, el presidente Petro planteó la necesidad de pedirle al país vecino que se reintegrara al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), órgano perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA). A su vez, varias semanas antes, el jefe de Estado pidió que se tomara en consideración el regreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Después de plantear sus propuestas en otros escenarios, el presidente, acompañado del canciller Álvaro Leyva y de Luis Ernesto Vargas, embajador de Colombia ante la OEA, viajó a Caracas para pedirle a Maduro que haga parte de dichos organismos.
Desde Hugo Chávez, la relación entre el régimen venezolano y los organismos multilaterales es tormentosa. Las relaciones internacionales, con o sin intermediarios, son complicadas para Venezuela desde el deterioro de la democracia. En estas dos instancias, la OEA y la Comunidad Andina, el retiro del país se realizó por decisiones del antecesor de Maduro.
Venezuela, liderada por Chávez, decidió retirarse del Sistema Interamericano de Derechos Humanos desde 2013, oficializando varios anuncios en ese sentido a través de los años. El país salió de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con 16 sentencias sin cumplir y con indemnizaciones sin pagar.
Al mismo tiempo, luego de muchos anuncios, en abril de 2019 Maduro oficializó la salida de Venezuela de la OEA. Después de las elecciones de 2018, la organización ha sido crítica del régimen, denunciando falta de democracia y no reconociendo la legitimidad del período de mandato del actual presidente.
Frente a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en 2006, Chávez decidió formalizar la salida del país por el hecho de que Colombia y Perú decidieron suscribir tratados bilaterales de libre comercio con Estados Unidos. Incluso, el líder aseguró que este mecanismo era una “gran mentira” y que había “muerto”.
Sorprende que varios años después, con el desgaste del discurso económico del régimen, sea Colombia quien le solicite al país vecino un replanteamiento de los organismos multilaterales que tanto criticaron.
Según las conclusiones de Maduro tras la reunión con Petro, es un hecho que Venezuela vuelva a la CAN. “Buena noticia para Suramérica”, dijo el mandatario.
Además, se le vio muy interesado en el regreso al SIDH: “He sido muy receptivo y así será en el transcurso de las próximas semanas en relación de este interesante tema planteado por el presidente Gustavo Petro”.
Este movimiento implica que estos organismos puedan ejercer sus labores de protección y vigilancia a las garantías de derechos humanos en Venezuela, lo cual puede ser costoso para el mandatario, si se tienen en cuenta las múltiples denuncias en contra del régimen por opresión y violencia contra los opositores.
Incluso, tanto Maduro como Petro hablaron sobre una posición común en temas ambientales para la COP27, evento que se llevará a cabo en Egipto. De esta forma, el mandatario venezolano se une a Colombia en una de las prioridades de su jefe de Estado: la lucha contra el cambio climático y la protección de la Amazonia.
Gustavo Petro, como mandatario de Colombia, ha mostrado que no solo quiere liderar el cambio en el territorio nacional. El presidente también tiene la intención de liderar una unión regional que lleve a que los países latinoamericanos unan fuerzas en torno a varios fines conjuntos.
Con la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, el bloque latinoamericano de los sueños del presidente colombiano se conforma. Ahora, con Venezuela volviendo lentamente a la legitimidad a los ojos de la región, se fortalece la apuesta que ya acumula siete países en el continente.
Seguramente, el trabajo conjunto se centrará en la lucha contra el cambio climático, protección de la selva amazónica, transición y suficiencia energética, y la colaboración para llegar a la paz en cada uno de los territorios. Maduro, por su parte, aprovecha el espaldarazo del mandatario colombiano para cambiar la perspectiva mundial frente a su gobierno.