A medida que se acerca el 10 de enero de 2025, la fecha en la que Nicolás Maduro y Edmundo González prometen posesionarse de forma atípica como presidentes de Venezuela, el Gobierno de Gustavo Petro queda en una verdadera encrucijada.

Maduro insiste en posesionarse, pese a que oculta las actas del Consejo Nacional Electoral de su país que demostrarían que, al parecer, fue ampliamente derrotado en las urnas el 28 de julio pasado. Mientras que González promete aterrizar ese día en Caracas y asumir el mando como presidente legítimo, en medio del ruido de una orden de captura en su contra por parte de la dictadura.

Gustavo Petro no ha decidido oficialmente a cuál posesión asistirá.

Y, aunque el Congreso firmó con amplias mayorías una proposición donde le piden al Jefe de Estado que no asista al acto protocolario de Nicolás Maduro, porque no ha logrado demostrar que triunfó en las urnas el 28 de julio de 2024, el presidente desestimó el pedido del Legislativo. “Yo veré si voy o no”, enfatizó.

Nicolás Maduro y Edmundo González. | Foto: Getty Images

Más allá de lo que decida Petro, la suerte de Venezuela y la incertidumbre que generan las posesiones de Nicolás Maduro y Edmundo González tienen divididos a los expresidentes de Colombia.

Este miércoles 17 de diciembre, Andrés Pastrana, quien sostiene amplias diferencias con Petro, le escribió una carta donde le pidió reconocer a González.

“Colombia tiene el imperativo de reconocer el triunfo del candidato de la oposición, Edmundo González, cuya elección y actas hoy pretenden ser desvirtuadas y desconocidas por el régimen autoritario, a pesar de toda la evidencia divulgada”, escribió el líder conservador.

Desde que Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño, el 7 de agosto de 2022, ha sostenido seis reuniones bilaterales con Nicolás Maduro en Venezuela. A pesar de la crisis en el vecino país, Colombia quiere mantener las relaciones diplomáticas. | Foto: 2022 Anadolu Agency

Y le manifestó que Colombia está en mora de rechazar de manera clara y contundente “el burdo fraude electoral que se fraguó en Venezuela el 28 de julio, así como la dictadura instaurada por el señor Nicolás Maduro”.

La misma postura comparten los expresidentes Iván Duque y Álvaro Uribe. Ambos han coincidido en la necesidad de reconocer a Edmundo González como nuevo presidente del país hermano.

Juan Manuel Santos también le ha pedido al mundo reconocer a González y esta semana le lanzó fuertes críticas al Gobierno de Gustavo Petro por tener una posición ambivalente frente a Nicolás Maduro. De hecho, el Nobel cuestionó el papel que está asumiendo el canciller Luis Gilberto Murillo —quien fue su ministro de medio ambiente— frente a los problemas políticos en Caracas. “Se requiere un canciller con carácter, a menos que quiera seguir de alcahueta”, dijo.

El líder opositor venezolano Edmundo González anunció que se posesionará como presidente de Venezuela en enero de 2025. . (AP Foto/Bernat Armangue, Archivo) | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

Por su parte, el expresidente Ernesto Samper, quien ofició como verificador de las elecciones del 28 de julio en Caracas, tras invitación de Nicolás Maduro, le pidió a Gustavo Petro adoptar un papel más salomónico y no tomar partido por ninguno de los dos extremos en Venezuela.

“Este nuevo relacionamiento con Venezuela debe reconocer el carácter especial de los lazos que unen a ambos países, y, al mismo tiempo, mantenerse al margen de tomar partido por alguno de los extremos de la polarización ideológica que hoy divide la opinión pública en los dos países”, dijo.

Y añadió: “Es indispenable que las relaciones entre Colombia y Venezuela se desarrollen entre Estados y no entre gobiernos, además que sigan principios como lo ha hecho México con su doctrina Estrada —no injerencia en asuntos internos de otros Estados—”.

¿Qué hará Gustavo Petro? Lo más probable es que escoja el camino propuesto por Samper de no tomar partido por los extremos. Al fin y al cabo, si respalda a Edmundo González, desatará la furia de Nicolás Maduro y pondrá en juego el proceso de paz con el ELN, porque el líder de la dictadura es la única figura en el mundo con la capacidad para encarrilar a los grupos armados en la ruta de los diálogos de paz. Además, se afectarían las relaciones comerciales entre ambas naciones.

Y si respalda a Maduro, Petro tendrá que enfrentar la andanada de críticas de la comunidad internacional.

Por todos los escenarios, Petro podría resultar lesionado políticamente.

Ante ese camino de espinas, asesores del Gobierno nacional no descartan que la estrategia del líder del Pacto Histórico apunte a caminar por la mitad del conflicto venezolano y no viajar a Caracas en enero de 2025.

Al final, ¿Gustavo Petro no aceptará la invitación que ya le llegó a su despacho desde el Palacio de Miraflores y firmada por Nicolás Maduro? La respuesta se conocerá la primera semana del próximo año.