El presidente Gustavo Petro anunció el programa Jóvenes en Paz, por medio del que se les pagará a jóvenes que hacen parte de grupos criminales para que no “maten” y que se dediquen a estudiar. Alejandro Gaviria, exministro de Educación Nacional, presentó varios cuestionamientos sobre la política, la cual, según sus cálculos, no tendría el resultado esperado.
De acuerdo con Gaviria, existen varios debates y el primero es “de naturaleza ética”: “¿Por qué enfocar el programa en jóvenes con un pasado violento y no en jóvenes que se han mantenido por fuera de la violencia?”.
El exministro asegura que es un debate “eterno, casi bíblico, que requiere un pronunciamiento explícito por parte del Gobierno”.
“El dilema ético debe abordarse con transparencia, de frente a la ciudadanía y con argumentos precisos. Este abordaje no se ha dado”, agregó el exrector de la Universidad de los Andes.
El segundo debate, afirma Gaviria, tiene que ver con el principio economista del riesgo moral. “Si se paga por salir de la violencia, ¿no podría esto llevar a que algunos jóvenes decidan unirse a grupos violentos solo por el incentivo económico?”, cuestionó el exministro.
“Ya pasó al final de los acuerdos de paz con las Farc con los cultivos de coca. Podría pasar nuevamente. El Gobierno ha enfatizado sólo los efectos de primer orden sobre los beneficiarios directos, pero los efectos de segundo orden pueden ser definitivos”, advirtió el exministro, recordando lo que ocurrió con el pacto con la guerrilla.
Gaviria también habló sobre el diseño mismo del programa, en el cual “no hay claridad” sobre la escogencia de los beneficiarios y la duración de la intervención. Además, tampoco está claro si los subsidios son condicionados y si existen mecanismos de verificación.
Incluso, resalta que el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) aún define su permanencia o disolución en el Ministerio de la Igualdad.
“También llama la atención que el programa esté en cabeza del DPS y no del Ministerio de la Igualdad. O de manera más general, resulta difícil entender por qué el DPS no pasó a hacer parte del Ministerio de la Igualdad”, agregó.
Finalmente, concluyó que existen muchas incógnitas alrededor de la iniciativa: “En suma, este programa, más allá de los debates éticos, tiene muchos cuestionamientos. Hay muchas preguntas sin respuesta desde las políticas públicas. Muchas veces no basta con las buenas intenciones”.
Francia Márquez opina sobre Jóvenes en Paz
En medio de la fuerte polémica que se desató en el país por el controversial programa que anunció el presidente Gustavo Petro, de pagar a jóvenes de peligrosas bandas criminales para “que no maten”, rompió su silencio la vicepresidenta Francia Márquez, hablando de frente sobre ese plan social que estará enmarcado en Jóvenes en Paz.
En una declaración en la Casa de Nariño, la alta funcionaria indicó que la estrategia que dio inicio de manera oficial en Buenaventura es una política del Gobierno nacional, del Pacto Histórico, para prevenir más hechos violentos en los que estén involucrados jóvenes.
“No, yo creo que esa es una visión equivocada, porque si la juventud tuviera oportunidad en este país, independientemente del lugar a donde haya llegado, no estarían llegando hacia allá (hacia las bandas criminales)”, sostuvo Márquez.
Y agregó en su tesis: “Entonces, esta es una política para prevenir la violencia, para prevenir el asesinato. ¿Cuántos jóvenes perdemos en este país cada fin de semana? Entonces buscamos prevenir la violencia y sobre todo que la juventud tenga oportunidad”.
Cabe señalar que el pasado viernes el presidente Gustavo Petro, desde Buenaventura, anunció un programa con el que buscará alejar a los jóvenes de las bandas criminales para que dejen de cometer delitos y matarse. El mandatario considera que darles dinero sería una salida a esa problemática. “Les vamos a pagar por no matar”, aseguró.