Minutos después de recibir su condena en primera instancia por 64 meses de casa por cárcel por el escándalo de Vitalogic, el ingeniero santandereano Rodolfo Hernández rompió su silencio.
Lo hizo a través de un video que divulgó por medio de sus redes sociales donde dijo que lo tienen como chivo expiatorio, se declaró inocente y anunció que apelará la decisión ante el Tribunal Superior de Santander.
“Me condenan no por ladrón ni por haberme robado un peso, simplemente el juez me condena porque violé el derecho a la contratación, a la línea que tiene que seguir todo gobernante de no tener referencia en la entrega de contratos”, expresó.
Y se preguntó: “¿Qué interés puedo tener yo cuando estuve de alcalde y tenía más de cinco billones de pesos, incluyendo institutos descentralizados, de beneficiar a una persona con un contrato de 340 millones? A esa persona nunca, nunca, la había visto en mi vida”.
Recordó a sus seguidores que el fallo en su contra es de primera instancia, “pero vamos a apelar, es mi derecho como ciudadano colombiano, apelaré ante el Tribunal Superior de Santander con todos los argumentos que tenemos dentro de los cinco días hábiles siguientes a partir de hoy”.
Dijo que hoy, pese a la decisión, “soy un hombre libre, como lo dijo el mismo juez hasta que la sentencia quedara en firme, es decir, hasta la casación, si es necesario, ante la Corte Suprema de Justicia”.
Rodolfo Hernández afirmó que, aunque no le dieron la razón en la primera instancia, “quiero contarles a los colombianos que vamos a seguir en la lucha, enfrentarme a esa maquinaria perversa me trajo como consecuencia 400 demandas, de las cuales han archivado más del 90 %, es decir, eran temerarias todas”.
En su intervención, el santandereano lanzó pullas a la justicia. “Me acusan en el proceso de determinador, que yo determiné y en el mismo proceso me acusan que, además, fui ejecutor, ¿quién entiende eso? O soy determinador o ejecutor, pero ambas no se puede. Sin embargo, es bueno que los colombianos se enteren del acontecer de este proceso donde están invitados alumnos, magistrados, abogados, alcaldes, gobernadores que quieran empaparse más a fondo de lo que me están haciendo”.
Añadió: “Sigo con mi libertad, con mis derechos como cualquier ciudadano hasta que sea vencido en juicio”.
Además, se quejó porque mientras su proceso judicial avanzó a 100 kilómetros por hora, según dijo, los del exalcalde de Bucaramanga, Lucho Bohórquez, “van a fenecer”. También se quejó por la decisión de la procuradora Margarita Cabello, quien, según él, contribuyó a sacarlo del escenario político.
Dijo que esa decisión no le permitió aspirar a la Gobernación de Santander en 2023. “Quiero agradecer a los colombianos, a los santandereanos que votaron por mí en esa contienda, sacamos más de 140.000 votos sin haber participado”.
Añadió que él enfrenta dos cánceres: el que padece y el de la corrupción.
“Sigo con mi presunción de inocencia, no me he robado un peso ni me lo robaré, no he tenido en los últimos 50 años ni un contrato con el Estado, ni uno. Estoy en esta situación y tengo que afrontarla, poner la cara, no tengo por qué esconderme de nada. Para los que no saben, quiero comentarles que mientras que fui alcalde de Bucaramanga todo lo que recibí de sueldo se lo entregué a los mejores 50 estudiantes de primaria y secundaria que estudiaran en escuelas públicas”.
“¿Qué interés pude tener yo en ese contrato cuando regalé los 1.192 millones que recibí en los casi cuatro años de mandatario porque no me dejaron terminar? El 16 de septiembre me sacaron de la Alcaldía suspendido tres meses. Ahí renuncié”, concluyó.