Si hay alguien que se ha echado encima la responsabilidad de la reforma política que promueve el gobierno de Gustavo Petro es el presidente del Senado, Roy Barreras.
Este lunes, el dirigente del Pacto Histórico volvió a defender la iniciativa que ya fue aprobada en tercer debate por la Cámara de Representantes y espera los otros cuatro debates en el primer semestre de 2023.
“El Pacto Histórico es un proyecto político que obedece a la exigencia popular del cambio en un país bello, pero excluyente y desigual, con unos privilegios impuestos a través de distintas formas de violencia que a su vez generan más violencia”, dijo.
Aclaró que el Pacto Histórico es liderado y encarnado por el liderazgo inédito y visionario de Gustavo Petro. “El Pacto no eligió a Petro, Petro nos eligió a nosotros en sus listas cerradas, las más incluyentes, diversas y paritarias gracias a esa representación”.
Por esto ―según Barreras― a la coalición de izquierda no le interesa el transfuguismo que está contemplado, al menos por una sola vez, en la reforma política aprobada.
“Tenemos suficientes luchadores populares, ambientalistas, defensores de derechos humanos, líderes de víctimas y minorías étnicas, empresarios que creen en la vida, en la transición energética y agroindustrial, además de académicos”, expresó.
Barreras dejó claro que “no necesitamos líderes sonsacados de otros partidos políticos que tienen su propia historia y su propia ideología y significado. Los respetamos y trabajamos con ellos en las reformas del cambio. ¿Queremos para Colombia el éxito de la lista cerrada que los libera del clientelismo corrupto”.
Y aseguró que “queremos que, en cambio, en esta reforma los partidos pequeños que no alcanzarían el umbral y se salvan gracias a las coaliciones de listas, a cambio de ese beneficio obtenido el resultado electoral, se conviertan en un solo partido con una sola personería jurídica y un significado”.
Eso, de acuerdo a su posición, “da garantías también a los partidos tradicionales que compiten con las coaliciones en 2023, para que se midan en igualdad de condiciones, con partidos únicos, con listas cerradas y todos con propuesta y significado en lugar de la feroz competencia de microempresas electorales”.
Barreras tiene claro que a comienzos del 2023 los partidos políticos tradicionales no respaldarán la reforma política, si se insiste en el transfuguismo porque algunas casas políticas temen que varios de sus miembros se salgan de sus filas y terminen en los brazos del Pacto Histórico.
Aunque el presidente del Senado reveló que es más importante cerrar las listas y la financiación estatal de las campañas, será a comienzos del nuevo año, cuando el proyecto se estudie en cuarto debate en el Congreso, que se determine cómo será la iniciativa, que deberá surtir un control de legalidad por parte de la Corte Constitucional.
Por eso, desde ya está claro que, difícilmente, empezaría a regir en las elecciones de octubre próximo por razones de tiempo.
“La reforma política tiene dos brazos: la reforma contra el clientelismo corrupto (lista cerrada paritaria con financiación estatal segura y equitativa) y la reforma al origen del Consejo Electoral ya radicada por Humberto de la Calle y otros que también será tramitada”, aseguró recientemente el senador del Pacto Histórico.