Siguen conociéndose reacciones al interior del Gobierno nacional sobre el polémico regreso de Laura Sarabia, pese a las investigaciones que cursan en su contra, por el escándalo del polígrafo a su exniñera Marelbys Meza y las chuzadas, de las cuales SEMANA ha revelado la mayor cantidad de detalles.
En esta ocasión, fue la vicepresidenta y ministra de la Igualdad Francia Márquez, quien habló sobre el terremoto que se desató con Sarabia, quien estará a cargo de la Dirección de Prosperidad Social, luego de ser la jefe de Gabinete de la Casa de Nariño.
Al parecer no cayó nada bien el regreso de Sarabia a Francia Márquez, quien de manera cortante aseguró que no tenía nada que decir, al señalar que se trata de decisiones propias del presidente Gustavo Petro.
“Bueno, sobre esos temas no me voy a referir. El Presidente toma las decisiones de a quién nombra y a quién no, y sobre eso yo no tengo nada que decir”, señaló Francia Márquez.
También indicó la alta funcionaria: “No tengo nada que decir sobre el tema. El Presidente toma las decisiones”.
Además, Márquez al abordada, sobre el trabajo que tendrá que desarrollar de la mano de Prosperidad Social, frente al controversial programa de subsidios a jóvenes para no matar, indicó que esa iniciativa tiene varios condicionamientos.
“Sí, claro. Hay una transferencia monetaria que va a tener un condicionamiento de educación, un condicionamiento de trabajo social, y en ese sentido, quien sea que el Presidente decida que es el director o la directora de esa entidad, pues tendremos que coordinar este programa de Jóvenes en Paz”, anotó.
Escándalo: Laura Sarabia será la nueva directora del DPS; manejará la chequera del Gobierno Petro, aunque está llamada a interrogatorio por grave caso de su exniñera
Laura Sarabia, la exjefe de gabinete del Gobierno nacional, volverá a la Casa de Nariño.
SEMANA conoció, por intermedio de fuentes de la Casa de Nariño, que la joven politóloga llegará al Estado como directora del Departamento Administrativo de Prosperidad Social, uno de los cargos más apetecidos del gobierno y que este año tiene un presupuesto, aproximadamente, de 6,7 billones de pesos.
Cielo Rusinque, que era la directora del DPS, será la jefe de gabinete y coordinará el equipo de ministros del presidente Gustavo Petro.
El regreso de Sarabia se había especulado desde hace varios días. De hecho, ella había dicho que, recientemente, una decisión del fiscal general, Francisco Barbosa, de llamarla a interrogatorio por el escándalo de su exniñera Marelbys Meza, había truncado esa posibilidad.
El propio presidente Petro no había cerrado la puerta al retorno de su funcionaria de confianza e, incluso, se especuló que, pese a su ausencia del palacio presidencial, ella seguía colaborando con el jefe de Estado.
La semana anterior Sarabia estuvo reunida con Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), hablando sobre violencia política a la mujer en América Latina.
Sarabia no trabajará al lado de Gustavo Petro, como estaba acostumbrada desde la campaña presidencial cuando lo acompañó en sus correrías al lado del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien le acercó al entonces candidato del Pacto Histórico. Ahora, estará al frente de la entidad que diseña, coordina e implementa las políticas públicas para la superación de la pobreza y la equidad social, una de las principales promesas de campaña de Petro.
La alta funcionaria salió de su cargo el pasado mes de junio, en medio del escándalo que produjo la revelación de SEMANA sobre lo que vivió su niñera, Marelbys Meza, tras un robo que se vivió en su apartamento.
La exempleada doméstica fue etiquetada por la seguridad de palacio como miembro del peligroso Clan del Golfo para poder lograr que un juez en Chocó autorizara chuzar su teléfono y seguir sus movimientos. También fue sometida a una prueba de polígrafo en un edificio contiguo al Palacio de Nariño.
En medio de todo el escándalo se suicidó el coronel Óscar Dávila, quien hacia parte de la seguridad del Palacio de Nariño y era pieza clave en la investigación.
Por esto, la Fiscalía la llamó a interrogatorio. “En el desarrollo del proceso se ha recolectado evidencia física, material probatorio, se han realizado interrogatorios y recibido testimonios”, se lee en el comunicado oficial del organismo judicial.
La diligencia estaba programada para el 23 de agosto, pero Sarabia la aplazó para el 5 de septiembre porque ella se encontraba en Estados Unidos.
El regreso de Sarabia al Gobierno se convierte en un desafío por parte del Gobierno nacional a la justicia porque confirma que, pese a todo el escándalo que rodeó a la exfuncionaria, hoy cayó parada y terminó en una de las dependencias del Gobierno que maneja más de 2 billones de pesos de presupuesto en un solo año.
Aunque la joven politóloga no está condenada y tampoco inhabilitada para ocupar cargos públicos, actualmente responde ante las autoridades por un escándalo que no fue menor y que le costó su permanencia en el Gobierno en junio pasado.