En el Ministerio de Relaciones Exteriores se viene registrando una salida masiva de funcionarios. El mismo canciller Álvaro Leyva reconoció el hecho y cuestionó a la Comisión Nacional de Servicio Civil que realiza los procesos de concurso de méritos.
Según cifras oficiales, unas 170 personas han quedado o quedarán desempleadas en las próximas semanas. Muchos con familias por las cuales responder y con problemas personales que no han sido atendidos por el Ministerio.
SEMANA conoció testimonios de personas que se encuentran en esa situación. Decidieron contar su caso bajo anonimato, por temor a exponerse y que eso pueda afectar otros procesos laborales o su vida personal. Aunque entienden los modelos de contratación y que hay méritos para que otras personas lleguen a la entidad, alertan la falta de empatía de la Cancillería y que, en algunos casos, podría tratarse de situaciones que ameritan que no sean retirados del cargo.
A Milena* la sacaron estando embarazada
“Llevo 12 años en la Cancillería. Siempre he estado como provisional en un cargo administrativo muy bajito. Estudié, hice mi pregado y mi posgrado. Soy administradora de empresas con una especialización en gerencia de proyectos. Siempre toqué las puertas de la entidad, pero nunca fue posible un ascenso”, le contó Milena a SEMANA. Ella es una de las funcionarias que está a punto de salir del Ministerio y ahora deberá buscar un nuevo empleo.
Asegura que su salida del cargo se debe a que se llevó a cabo un concurso en los últimos meses para ocupar su cargo. A pesar de que ella se presentó, ante la demanda de solicitudes y otros inconvenientes, no alcanzó a entrar en los primeros lugares y simplemente le notificaron en los últimos días que no seguirá en el cargo.
El reclamo surge porque Milena se enfermó cuando se encontraba en ese proceso y la incapacitaron 15 días. Gracias a esa cita médica se enteró de que estaba embarazada. De inmediato, informó a la Cancillería, sin embargo, reclama que hubo poca empatía con su caso y ahora simplemente saldrá del cargo. Desde el Ministerio solo le anunciaron que no iba a seguir en la entidad.
“Ellos no han hablado conmigo. Le pregunté a una de las asesoras de la dirección, que fue quien me notificó mi retiro, y le dije que estaba incapacitada y me respondió que tenía 15 días para entregar el cargo. (...) No tuvieron en cuenta que yo había avisado que estaba embarazada”, afirmó.
Milena tiene una hija de 16 años sobre la cual responde. Sus padres fallecieron cuando tenía dos años y a ella la crió su abuela, por lo que ahora también le ayuda en sus gastos porque tiene cerca de 90 años. Cuenta que su embarazo es de alto riesgo y que eso le genera otro temor.
Aunque desconoce los detalles de su caso, reclama que la desvinculen estando incapacitada y en estado de embarazo y que por eso se asesorará legalmente para explorar distintas opciones. Mientras tanto, deberá buscar un nuevo empleo para el sustento de su familia y de su bebé que viene en camino.
Marcela*, estaba embarazada y le diagnosticaron cáncer en medio del concurso de méritos
“Llevo laborando en el Ministerio de Relaciones Exteriores hace seis años y medio. He estado en varias dependencias. Entré inicialmente haciendo mi pasantía del pregrado, posteriormente, una vez finalicé, me contrataron por prestación de servicios, duré seis meses y luego me nombraron en un cargo de provisionalidad”, contó Marcela, otra de las funcionarias que no trabajará más en la Cancillería.
Asegura que tiene claro lo que contemplan sus condiciones contractuales en esa modalidad. Dice que estuvo atenta al concurso de méritos, por lo que se postuló para continuar en el cargo, sin embargo, se le presentó un hecho personal y es que en medio de las pruebas se encontraba en licencia de maternidad.
Aún así, pasó el primer filtro, pero en las pruebas escritas no pudo asistir por esa incapacidad. “Mi hija tenía pocas semanas de nacida y me fue imposible asistir. De entrada ya sabía que estaba en un riesgo porque no estaba concursando”, aseguró.
Cuenta que en octubre, cuando llegó la nueva directora de talento humano, con la entrada del nuevo gobierno, ella le compartió su condición mediante un correo electrónico pidiéndole presentar las pruebas y le solicitó que revisaran su caso, sin embargo, dice que nunca recibió una respuesta sobre esa solicitud.
Aparte de su bebé, a finales del año pasado le encontraron una “masa” en uno de sus ovarios, por lo que tuvieron que operarla. La patología arrojó que se trataba de un tumor maligno, es decir, cáncer. Por eso, tuvo que empezar un tratamiento oncológico en el que todavía continúa.
“Mi temor, más allá del trabajo es entrar en un proceso médico bastante complejo. Y estar sin trabajo es mucho más delicado y con una hija de diez meses. Esto lo puse en conocimiento de la entidad, envié una comunicación una vez me enteré del resultado de la patología. No hubo respuesta”, afirmó Marcela.
A pesar de esos llamados, en enero le notificaron que la persona que ganó el concurso la reemplazará en el cargo. Aclara que no desconoce ese proceso que se trata de un tema de méritos, pero pide que sea tenida en cuenta su condición para que no sea sacada de la Cancillería.
¿Qué pasa en la entidad?
Ambos testimonios coinciden en que hace falta claridad y empatía de la Cancillería. Sin embargo, el ministro Leyva culpó de la salida masiva a la Comisión Nacional de Servicio Civil, encargada de realizar esos procesos por concurso de méritos y pidió revisar la ley.
“La Cancillería no bota a sus funcionarios así y porque sí. Menos a quienes trabajan con denuedo y lealtad. La Comisión Nacional de Servicio Civil, so pretexto de un concurso de ‘méritos’, salió de un plumazo de excelsos servidores. Hay que revisar la ley. Injusta. Atropelladora”, afirmó el ministro.
Sin embargo, el presidente del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores (Semrex), Francisco Burchardt Melo, le dijo a SEMANA que, aunque están de acuerdo con el mérito y los concursos para estos cargos, hay condiciones especiales que se deben tener en cuenta de parte del Ministerio para que algunas personas no puedan ser sacadas de la entidad y sean puestas en otros cargos.
Asegura que ese argumento está basado en la “estabilidad laboral reforzada” que, según las altas cortes, ha establecido que hay que proteger a ciertos sectores poblaciones sobre este concurso de méritos. Allí se encuentran las personas prepensionadas, es decir que están a tres años de la edad de retiro, o que no tienen completas sus semanas al momento de tener la edad para pensionarse. “La jurisprudencia protege a estas personas”, asegura Burchardt Melo.
Otro de los casos que ha establecido la jurisdicción colombiana que se deben proteger son jefes de hogar, bien sean hombres o mujeres, que son el único ingreso de la familia. Asimismo, las personas que tengan alguna condición de discapacidad y quienes tengan enfermedades graves o personas en estado de embarazo o licencia de maternidad.
“Hacemos un llamado a la administración para que este grupo poblacional sea tenido en cuenta. Están notificando a todo el mundo por igual”, reclamó el presidente del sindicato.
Una de las solicitudes que hace Burchardt es que está de acuerdo con que se haga el concurso de méritos, pero pide que las personas que tienen estas condiciones puedan ser reubicadas en otros cargos.
“Vincule a la persona que llega, pero al que estaba ahí, aplíquele una acción afirmativa vinculándolo de otra forma. En Cancillería hay dos formas que podrían ser adecuadas como esto, más de 100 cargos de libre nombramiento y remoción que hoy no están ocupados y que podrían serlo según el criterio de la persona, o por OPS (contratistas) en diez proyectos de inversión que hay”, aseguró el presidente del sindicato.
Por ahora, según varios testimonios, hay incertidumbre. Los que ya han sido notificados evalúan acciones legales y emprenden la búsqueda de un nuevo empleo.
*Nombres cambiados por solicitud de las personas.