Toda una polémica se formó en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) por cuenta de una resolución firmada por el director de primera infancia y encargado de la dirección general, Álvaro Manuel González Hollman, en lugar de la titular, Concha Baracaldo.

SEMANA conoció la Resolución 013 firmada el 3 de enero de este año y en la que se acepta la renuncia de José Antonio Parrado Ramírez, quien se posesionó como secretario general de la entidad apenas el pasado 4 de octubre.

De acuerdo con el documento, Parrado Ramírez oficializó su dimisión el mismo 3 de enero, la cual, según la resolución, “se encuentra ajustada a los parámetros previstos” en las normas para estos casos.

Lo curioso de la resolución es que aparece firmada por Álvaro Manuel González Hollman, “director de primera infancia” y “encargado de funciones de Director General”, en lugar de la titular, Concha Baracaldo. González Hollman, adicionalmente, tomó posesión de su cargo en el ICBF el pasado 2 de enero, es decir, un día antes de firmar la resolución de aceptación de la renuncia del secretario general, José Antonio Parrado Ramírez.

Para Ana María Arévalo, presidenta nacional del sindicato del ICBF, su organismo no tiene “certeza de por qué la resolución de aceptación de la renuncia del secretario general es firmada por un director encargado”.

“La preocupación principal de nosotros es que en este momento no tenemos subdirector, no tenemos secretario general, ni conocemos si la doctora Baracaldo se encuentra en el ejercicio de sus funciones como directora general”, le dijo Arévalo a esta revista.

Según la presidenta del sindicato, “todas las resoluciones deben ser firmadas por la directora”, es decir, en este caso, Concha Baracaldo.

Fuentes del ICBF le dijeron a SEMANA que la directora titular no se encuentra en estos días en su despacho y que se estaría reincorporando a sus funciones el martes de la próxima semana. Entre tanto, al parecer, dejó encargado a González Hollman, quien, a su vez, se posesionó en el ICBF el pasado lunes.

Líos por supuestas demoras en contratación

Pero esta no parece ser la única polémica que envuelve al ICBF y su directora en este comienzo de año. Según Arévalo, la entidad tiene una planta de 8.856 trabajadores, de los cuales 6.148 están vinculados por contratos de prestación de servicios que se vencieron el pasado 30 de diciembre.

“Son unos trabajadores que desarrollan funciones misionales y tienen perfiles como trabajadores sociales, psicólogos, nutricionistas, pedagogos, técnicos administrativos y financieros y abogados que cumplen sus funciones en las defensorías de familia y equipos de supervisión de los contratos y que, por supuesto, son una necesidad para la prestación del servicio y la continuidad en los procesos en la entidad”, afirmó la funcionaria.

Según ella, “desde el mes de octubre hemos solicitado a esta administración que se realicen todos los procesos precontractuales que son necesarios, porque es un número muy alto de contratistas, para que se pudiera dar la continuidad de tal manera que no se interrumpa el servicio”.

“Infortunadamente, al día de hoy no tenemos conocimiento de que ya se haya iniciado la contratación del personal y esto, obviamente, interfiere la prestación del servicio de los centros zonales, regionales y de la misma sede de la dirección general”, afirmó Arévalo, quien agregó que Baracaldo es “la directora del Instituto” y que “debe estar pendiente de este proceso, por supuesto”.

Uno de los principales temores en diferentes círculos es el destino de estos 6.148 cargos en el ICBF, tomando en cuenta que, como lo denunció Arévalo, no se conoce que los procesos de contratación hayan comenzado en la entidad.

En las últimas semanas la directora del ICBF estuvo en el centro de la polémica luego de que admitiera que la llamada y el ofrecimiento del cargo se la hizo Verónica Alcocer, esposa del presidente Gustavo Petro, de quienes, además, Baracaldo dijo ser vecina y conocerlos desde hace varios años.