El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, confirmó en las últimas horas que la nueva versión de la reforma laboral que está impulsando el Gobierno nacional no será radicada el próximo 20 de julio.
Según el representante a la Cámara del Pacto Histórico, durante una reunión que sostuvieron los congresistas de esa colectividad y los ministros, la jefe de la cartera del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, les dijo que esperarán un par de semanas antes de radicar el proyecto de ley.
Vale recordar que la iniciativa originalmente fue radicada en el Congreso de la República durante el primer semestre de este año. No obstante, el proyecto naufragó en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, donde debía votarse en primer debate.
Entre otras cosas, varios representantes gremiales y líderes políticos habían criticado el impacto que podría tener la propuesta en los costos laborales y en la informalidad.
“El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y de pacto social no existe en el poder económico. Dueños del capital y de los medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador”, aseguró en su momento el presidente Gustavo Petro.
Pese a todo, el Gobierno nacional ha manifestado su intención de perseverar con esta propuesta. Por ello, la ministra Ramírez empezó a trabajar en una nueva versión que tendría algunos ajustes con el fin de lograr mayor apoyo político por parte de congresistas de otras bancadas.
No obstante, hay algunos indicios de que el nuevo texto todavía está crudo. Además de que no será presentado desde el inicio de la legislatura, ya se conoció que el proyecto de ley aún no ha sido compartido con el gabinete ministerial.
“Hasta ahora, la ministra del Trabajo no nos ha mostrado el borrador. Ha dicho que muchas cosas seguirán igual y otras se están ajustando. Hay que esperar el borrador”, le dijo a SEMANA el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, cuando se le preguntó por la reforma laboral.
Entre otros ajustes, se espera que haya cambios en asuntos como la regulación de las plataformas digitales, la formalización de sectores como el empleo doméstico y la definición del salario mínimo (algunas voces han propuesto que sea distinto para cada región).
Mientras tanto, hay otros sectores que desde ya se están preparando para dar una discusión amplia sobre el proyecto de ley, que sin duda será una de las banderas del Gobierno nacional durante la legislatura que está por comenzar.
Por ejemplo, el Observatorio Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana publicó una carta en la cual anunció que emitirá un nuevo concepto sobre la reforma, tal y como lo había hecho con la primera versión de esta.
“En el ejercicio de construcción de esta segunda versión, tomamos en consideración las reuniones y eventos que compartimos con congresistas de distintos partidos políticos, actores de gobierno tanto del sector trabajo como del sector hacienda y, en general, actores con incidencia en el mundo del trabajo”, señaló la institución académica en su misiva.
No obstante, manifestaron que, si bien durante el semestre pasado el Gobierno nacional se mostró dispuesto a escuchar sus recomendaciones, muchas de ellas no fueron tenidas en cuenta.
“En el curso del debate organizamos una serie de clases abiertas sobre los temas de abordaje de una reforma laboral con participación de profesores de cátedra y de planta de nuestra facultad, en las que se destacan exmagistrados de las altas cortes, asesores empresariales, litigantes, líderes de recursos humanos, representantes gremiales, asesores sindicales y en la que en una de las sesiones tuvimos la participación del viceministro de Relaciones Laborales, enriqueciendo mucho más nuestro proceso”, concluyó el Observatorio Laboral en su comunicación.