Gloria María Perpinán es una maestra pensionada de Valledupar que no sabe qué pasara con la atención al servicio de salud de los docentes, especialmente la suya, a partir de este primero de mayo cuando entra en marcha el nuevo modelo de atención.

Quien habla por ella es su hija Dianis Sánchez Perpinán, quien está esperando que las entidades del sector salud le den una respuesta sobre cuál será la encargada de atender a su madre a partir de este miércoles, cuando comienza la transición en el sistema de salud de los educadores promovida por el Gobierno.

Su caso es crítico: tiene una isquemia cerebral, necesita oxígeno en casa 24 horas, tiene una traqueotomía por la que debe estar bajo el cuidado de una enfermera en casa y un terapista especial que le ayude a respirar. Si no tiene todas esas condiciones, puede fallecer.

Esa atención especial se la venía prestando la IPS Family, pero al personal médico que llevaba su caso le llegó un mensaje de texto desde hace tres semanas en el que le informaron que solo estarán trabajando hasta este martes 30 de abril.

“Al recibir los enfermeros y las terapeutas un mensaje de texto diciéndoles que trabajaban hasta hoy (martes), nosotros al principio pensábamos que se iba a hacer un empalme y nos iba a seguir atendiendo otra prestadora de salud que iba a llegar. Pero hasta el domingo nos damos cuenta de que no hay un empalme, sigue la orden de que se trabaja hasta hoy”, relata su hija Dianis Sánchez.

La familia interpuso un derecho de petición ante la Superintendencia de Salud y también intentó comunicarse con la institución que le ha prestado el servicio de salud durante todo su tratamiento, pero no ha recibido claridad sobre su caso.

La Red Integrada Foscal le respondió que no hay información sobre cuál será la IPS que le seguirá atendiendo a partir de este miércoles, en reemplazo de la IPS Family, que había estado a cargo de su caso durante estos dos años de tratamiento.

“Si a la enfermera que entra de turno esta noche y que sale a las 7:00 de la mañana, no hay nadie que le reciba, mi mamá se queda sin servicio”, alertó Sánchez. Mientras Valledupar se prepara para vivir el Festival Vallenato, esta familia no sabe a dónde acudir si ocurre algún contratiempo con su madre, una docente pensionada que, por complicaciones de salud, está postrada en cama.

Pero esta situación tiene un contexto. El Gobierno implementará a partir de este primero de mayo un cambio en el sistema de salud que aún no está listo: antes la Fiduprevisora les giraba recursos a diez administradoras regionales para que estas hicieran el pago a sus operadores, pero ahora será esa entidad la que se encargue de contratar directamente a los operadores de todo el país.

“Mi mamá necesita oxígeno 24 horas. Si mañana no la atienden y si mañana se llevan los equipos, ella puede fallecer porque necesita oxígeno 24 horas; además, necesita que se le aspire por medio de la tráquea, esto lo hace el terapista físico, y necesita suministro de medicamentos. Esto es de vida o muerte, nosotros necesitamos que se nos garantice el servicio”, alertó Dianis Sánchez sobre el caso de su madre.

En micrófonos, los funcionarios del Gobierno que encabezan este tránsito –desde los ministerios de Educación, Salud, Hacienda y Trabajo– han dicho que la atención estará garantizada; en la práctica, los pacientes están padeciendo la misma situación de la maestra Gloria María Perpinán, quien espera, postrada en cama, que se resuelvan los trámites administrativos para poder tener oxígeno.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, les presentó el nuevo sistema de salud a los maestros durante una reunión de Fecode en el Hotel Tequendama.

“Como hijas no vamos a permitir que se nos lleven los equipos, pero tampoco podemos presionar al personal médico y de enfermeras a que trabajen si ellos tienen orden de no ir hasta el domicilio”, aseguró Sánchez.

Las respuestas aún no llegan y el nuevo sistema de salud de los maestros está por comenzar.