La Personería de Bogotá alerta que más de un millón de menores matriculados en los colegios públicos y privados están viviendo diferentes problemáticas de convivencia escolar. A diario, se conocen casos de bullying, riñas y hasta de acoso o abuso sexual.
El más reciente informe de seguimiento adelantado por la Personería identificó que durante la actual vigencia, con corte a mayo de 2023, se han registrado 33.711 casos en el sistema de alertas de la Secretaría de Educación Distrital, de los cuales el 80,48 %, es decir 27.130 casos, están en un alto índice de riesgo frente a situaciones que vulneran los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA), en casos de abuso y violencia, conductas suicidas y consumo de sustancias psicoactivas, entre otras situaciones, sin que se evidencie prioridad en su atención.
Bogotá cuenta con 1.977 colegios, entre públicos y privados, con 1.191.056 menores matriculados, y se estableció que, a la fecha, la Secretaría de Educación ha adelantado 1.166 acciones de promoción y prevención, contando con la participación de tan solo 6.843 padres de familia o cuidadores y 21.048 estudiantes, que representan el 1,77 % del total de la población estudiantil actualmente matriculada en el Distrito y que apenas se ha llegado a 85 de los 1.572 colegios privados.
Aunque la Secretaría de Educación Distrital (SED) reporta algunas acciones puntuales para enfrentar el acoso y la vulneración de derechos de NNA que hacen parte de las instituciones educativas del Distrito, el ente de control no encontró evidencias significativas de mejora en la convivencia en los entornos escolares.
Así mismo, la Personería estableció que entre las estrategias para hacer frente a estas problemáticas se creó, en julio de 2022, la oficina para la convivencia escolar y que el equipo de profesionales que acompaña las situaciones críticas no cuenta con la capacidad de respuesta suficiente para atender los colegios que requieren acompañamiento.
De otra parte, la Personería no evidenció acciones de evaluación y seguimiento periódico a la aplicación de herramientas pedagógicas al interior de las instituciones educativas que permitan medir la eficacia de su implementación, acciones de mejora o aportes realizados por la comunidad educativa.
Aunque se reconoce que con anterioridad la Secretaría de Educación había adelantado algunas acciones encaminadas a la promoción de los derechos de los NNA y que se implementó una estrategia de capacitación y acompañamiento a directivos docentes y orientadores, el informe destaca que estas resultan insuficientes ante la totalidad de la comunidad educativa del Distrito, en especial el grupo de estudiantes, quienes son los mayormente afectados.
En ese sentido, la Personería instó a la administración distrital a que se fortalezcan las estrategias de promoción y prevención, así como el monitoreo y seguimiento en los colegios, desde la articulación de las diferentes dependencias responsables de la inspección y vigilancia para contrarrestar las situaciones que afectan la convivencia en los entornos escolares.
Por su parte, la Veeduría Distrital también realizó un informe de seguimiento sobre convivencia escolar, a través de la revisión del contexto al interior de los colegios y su articulación con la cultura ciudadana y con la comunidad en general.
De acuerdo con el informe, las mujeres de edades entre 13 y 15 años son las personas más vulnerables en entornos escolares ante la violencia, especialmente la sexual, evidenciando la necesidad de un acompañamiento permanente orientado a la sensibilización en temas de género, y salud mental y reproductiva.
La mayor cantidad de situaciones del sistema de alertas se presentan en las localidades de Kennedy, Suba, Bosa y Engativá dada la cantidad de instituciones educativas.
Para la veedora Distrital, Viviana Barberena, “estos hallazgos son importantes para seguir trabajando en los esfuerzos de articulación interinstitucional que beneficien los procesos educativos, en comunidad y su coyuntura con la cultura ciudadana.”
“De igual manera, es primordial que, en el panorama actual, se consoliden maneras eficientes de abordar las problemáticas que se presentan en función de priorizar la prevención y el seguimiento, fortaleciendo el trabajo con las familias en un ambiente que permita desarrollar competencias y valores que contribuyan a ambientes saludables y entornos sostenibles”, añadió.