El Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, decidió remover a toda la delegación del gobierno nacional que dialoga con las bandas Los Shottas y Espartanos que han estado enfrentados por el poder y las armas en Buenaventura.
Este martes 16 de julio, el representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Alejandro Ocampo, quien ha jugado un papel fundamental en dicha tregua que ha bajado los homicidios, extorsión y otros delitos en esa región del país, contó a través de un mensaje de whatsapp que no sería más jefe negociador.
La decisión fue “sorpresiva” porque se hizo en medio de la extensión de la tregua que vence el 5 de agosto entre Shottas y Espartanos “y que ha tenido logros importantes como la disminución del 70 por ciento del homicidio en Buenaventura”, dijo Ocampo.
SEMANA lo contactó pero él no entregó mayores detalles. Solo se limitó a informar que sobre las 11:00 de la mañana de este martes, se ofrecerá una conferencia de prensa para contarle al país lo ocurrido.
A él, por ejemplo, no lo han notificado de su salida, pero recibió una carta de agradecimiento por su labor en la noche de este lunes 15 por parte de Otty Patiño.
SEMANA conoció que entre los delegados del gobierno y Patiño hay profundas diferencias porque algunos de ellos han reclamado al Alto Comisionado para la Paz acciones contundentes para afianzar los compromisos con esos dos grupos que han mostrado el interés de no seguir enfrentados en el territorio.
No obstante, lo que generó una fuerte división entre las partes fue una explosiva carta que la delegación le envió a Otty Patiño el 24 de abril de 2024.
“La Delegación del Gobierno Nacional para la construcción de paz en Buenaventura, se dirige a usted por este medio, luego de varios e infructuosos intentos para llamar su atención sobre el proceso de paz urbana de Buenaventura”, se lee en el encabezado.
Y sigue: “Luego de más de cinco meses de su llegada a la Oficina del Alto Comisionado, ahora Consejería Comisionada de Paz, no ha sido posible que usted se reúna con la delegación del Gobierno Nacional, y vemos con preocupación que varios temas y requerimientos puestos en su conocimiento en repetidas ocasiones, siguen sin ser atendidos, esta situación ha generado que la delegación gubernamental, incumpla varios de los compromisos adquiridos en el Espacio de Conversación Socio jurídica, lo que a su vez tiene implicaciones negativas sobre el proceso de paz y afecta la sostenibilidad de los esfuerzos realizados por esta delegación para disminuir la violencia en el Distrito de Buenaventura”.
Le dijeron en ese momento que ninguno de los avances se había podido concretar durante los últimos meses, “algunos de los asuntos pendientes por parte de su despacho son los siguientes: 1. No se ha adelantado la contratación del equipo de trabajo requerido para adelantar las gestiones propias del proceso de paz, aunque el equipo de asesores de este proceso ha completado los trámites para su contratación desde hace varios meses, se nos informa que usted no ha autorizado que la misma se concrete. 2. Aunque en el año 2023, se dejaron reservas por valor de 2.999.027 millones para el desarrollo de actividades relacionadas con la construcción de paz en Buenaventura, a la fecha esta delegación no ha recibido información oficial sobre los mismos, por lo que requerimos conocer la ubicación actual de éstos recursos y que se realice un ejercicio de concertación para su inmediata inversión en Buenaventura, considerando que se está acabando el cuarto mes del año 2024, sin que se hayan ejecutado los recursos de la vigencia 2023″.
Además, dijeron que “a la fecha esta delegación no conoce cuales son los recursos de inversión y funcionamiento con los que cuenta para adelantar el proceso durante el año 2024, lo que dificulta la planeación y desarrollo de las actividades. Ni la delegación, ni los profesionales de la OCCP que actualmente acompañan el proceso cuentan con las mínimas condiciones para adelantar su trabajo, aunque se ha solicitado el alquiler de una oficina en la ciudad de Buenaventura en la que se puedan desarrollar las reuniones y gestiones propias del proceso, a la fecha este requerimiento no ha sido aprobado por su despacho”.
Por eso, le solicitaron una mesa de trabajo para organizar la ejecución de los recursos, “informar a la delegación cuáles son los recursos de funcionamiento e inversión de la OCCP, correspondientes al 2024, destinados a la construcción de paz de Buenaventura”, piden que se proceda a garantizar el alquiler de una oficina para el funcionamiento del espacio de conversación en la ciudad de Buenaventura, así como la dotación de la misma y se informe cual es el plan o estrategia para garantizar la seguridad de quienes participan del proceso de construcción de paz de Buenaventura.
Esa misiva, sin duda, generó la molestia de Patiño que decidió remover a toda la delegación.
La carta la firmaron el congresista del Pacto Histórico, Alejandro Ocampo; el delegado del Gobierno, Luis Guillermo Pérez; William Mina, Lucila Martínez, Víctor Julio Gonzáles, entre otros, todos delegados de la Casa de Nariño. Sin embargo, hasta monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, y clave en el proceso, habría sido removido, según le contó una fuente a SEMANA.
Una fuente del palacio presidencial le dijo a esta revista que el presidente Gustavo Petro no fue consultado sobre el remezón en este equipo negociador.