El Pacto Histórico comenzó su periodo legislativo envuelto en polémicas por discrepancias internas. Las más fuertes disputas se desencadenaron a raíz de acusaciones en contra de los congresistas Roy Barreras, Paulino Riascos y Agmeth Escaf, señalados de tener vínculos con la clase política tradicional que el petrismo rechaza.
Antes de la instalación de los nuevos parlamentarios, Barreras fue blanco de todo tipo de descalificaciones por parte de varios de sus compañeros en el Pacto Histórico. Gustavo Petro recomendó que se eligiera al senador como presidente del Congreso y, a pesar de la posición del mandatario electo, la respuesta de otros congresistas que también querían el puesto fue inmediata y contundente.
Según Gustavo Bolívar, el senador no encarna esa renovación que la gente votó en las urnas. “No representa el cambio que se prometió”, dijo en su momento. A esto adhirió el también senador Alexander López Maya, quien aseguró que seguirán “luchando por el cambio”.
El temor de algunos es que Barreras no sea fiel con la intención de cambio del Gobierno entrante. Las aguas se calmaron alrededor del presidente del Congreso, pero el senador Bolívar reiteró en SEMANA: “(...) Para mí hace parte de la vieja clase política que llevó al país a la crisis actual”.
Pocos días después surgió una nueva pelea alrededor del senador Paulino Riascos. El Pacto Histórico acordó que, entre otras comisiones, se quedaría con la presidencia de la Comisión Cuarta. Para este cargo, se habría acordado postular al senador Wilson Arias, del Polo Democrático y quien repite curul.
Lo que hizo Riascos fue postularse y ganar con votos de partidos tradicionales, lo cual rechazaron muchos activistas del petrismo en redes sociales. Según varios, sería el nuevo ‘Manguito’, pero él niega que tenga intenciones distintas a las del Pacto Histórico.
“Es una palabra de moda y cualquiera la está utilizando. Cuando conozcan realmente quién es Paulino Riascos no tienen por dónde relacionarme con Manguito, no conozco la historia de vida de él, yo soy campesino, llegue por mi integridad, no he actuado por beneficio propio”, dijo en SEMANA.
Al mismo tiempo, trascendió que el senador le regaló unos libros a Miguel Polo Polo, quien representa a la derecha más dura en la Cámara de Representantes
El martes pasado ocurrió con la Comisión Séptima de la Cámara, en la cual Agmeth Escaf ganó la presidencia con votos de los partidos tradicionales. La representante Mafe Carrascal, la copartidaria con quien competía, aseguró que también sería otro posible ‘Manguito’.
“Hizo un acuerdo por debajo de la mesa con los liberales, conservadores, Cambio Radical y con el Centro Democrático. Se quedó de esa manera, pasando por encima del partido. Es el nuevo Manguito, es el nuevo Paulino [Riascos]”, opinó Carrascal para este medio.
Los inicios de la cacería de impostores
A pesar de que existan varios altercados, estas acusaciones no so nuevas. Desde la conformación de la coalición, los puristas del progresismo en el Pacto Histórico están en constante búsqueda de impostores, colados y posibles traidores de la causa. Todo comenzó desde la lista de precandidatos a la Presidencia, donde Gustavo Petro tuvo la intención de mostrar un panorama plural y representativo de más corrientes ideológicas.
En un momento, la lista de precandidatos incluyó a Gustavo Petro, Camilo Romero, Francia Márquez, Arelis Uriana Guariyú, Alfredo Saade y Roy Barreras. Estas dos últimas figuras, un pastor cristiano y un senador proveniente de los partidos tradicionales, causaron una conmoción inmediata al interior del petrismo.
A Barreras, tal como pasa actualmente, lo criticaron por sus orígenes y su forma de hacer política. Por otro lado, Saade fue rechazado hasta el último momento de su precandidatura presidencial.
Saade, pastor cristiano de la región Caribe, llegó al Pacto Histórico como vínculo con los pastores en campaña. Su rol dentro del proceso no fue bien recibido por la colectividad progresista, ya que se le acusaba de homofóbico y antiaborto.
Armando Benedetti, mano derecha de Petro en campaña, también fue criticado tras su llegada a la coalición de izquierda. De inmediato, Gustavo Bolívar le pidió que se retirara del Pacto Histórico por las investigaciones que adelanta la justicia colombiana en su contra.
Este problema también trascendió en medio de la conformación de listas al Congreso de la República. Miembros de la colectividad temen que la lista cerrada haya permitido la elección de figuras que podrían jugar en contra de la bancada de Gobierno en el Legislativo.
No es claro que alguna figura intente voltearse. Incluso, los acusados toman distancia de la comparación con ‘Manguito’ y reiteran su lealtad a Petro. Frente a la posibilidad de que ocurra, vale recordar el mensaje de Gustavo Bolívar cuando se tramitaba si la lista al Senado iba a ser abierta o cerrada: “Cero manguitos podridos”.