La senadora Paloma Valencia, del uribismo, anunció que radicará una denuncia en contra del representante Alejandro Ocampo, del Pacto Histórico. Según dijo, no tolera más que desde ese sector responsabilicen al uribismo de cosas que no han hecho y que ellos en el poder no estén implementando lo que prometieron mientras tienen varios escándalos encima.
“Estoy cansada de las mentiras del Pacto Histórico, que durante un año de Gobierno son incapaces de hacer algo y siguen diciendo que el problema son quienes han gobernado a Colombia. Hablan de imprecisiones y dicen mentiras y acusan de corruptos a todos los que no sean de ellos, porque no pueden responder por la corrupción de su gobierno lleno de bolsas de efectivo y de gente que falsifica títulos”, le dijo la senadora a SEMANA.
Valencia aclaró que los delitos por los que interpondrá la demanda en las próximas horas es por injuria y calumnia. El recurso será presentado ante la Corte Suprema de Justicia, encargada de investigar a los parlamentarios por el fuero constitucional que tienen. “Es un exceso de las facultades de un congresista”, aseguró.
“Lo demandaremos porque dijo dos cosas, primero que nosotros estábamos beneficiando amigos nuestros cuando sacábamos los proyectos de energías eólicas, él va a tener que responder cuáles son los amigos míos y dónde es que están los vínculos de eso”, aseguró la senadora del uribismo.
Y es que Ocampo afirmó que los gobiernos del Centro Democrático supuestamente habían favorecido a sus “amigos”.
Por otro lado, y lo que más causó molestia por parte de la senadora, es que el representante a la Cámara arremetió contra el abuelo de la congresista uribista, el expresidente Guillermo León Valencia, sobre el que Ocampo dijo que “robó” al país y que ayudó a que Colombia se “perdiera”.
“El presidente Valencia no tuvo jamás en toda su historia política ni una sola investigación ni un solo escándalo de corrupción. Todo lo contrario, fue reconocido en su tiempo, como ahora, como uno de los presidentes más honestos que ha tenido Colombia”, aseguró Valencia.
Toda la discusión entre ambos arrancó por la polémica que ha generado el inminente nombramiento del nuevo ministro de Minas y Energía, Ómar Andrés Camacho, y los cuestionamientos de distintos sectores a su alrededor.
Camacho no tendría experiencia en el sector de los hidrocarburos, un requisito fundamental que también le costó críticas a su antecesora, la exministra Irene Vélez.
Además, Camacho ha sido un asiduo defensor de Hugo Chávez y el régimen venezolano. “Mi comandante ¡Chávez! Mi presidente ¡Chávez!”, dijo hace unos años. “Homenaje póstumo al compañero, presidente y comandante Chávez”, señaló en otro mensaje en sus redes sociales. “Maduro, al fascismo dale duro”, aseguró.
Igualmente, salió a relucir un video en el que se ve a Camacho haciendo parte de un grupo de ‘cabezas rapadas’ (skin head) de Bogotá llamado Rash, de corte antifascista y anarquista, que se caracteriza por ser violento. De hecho, uno de sus líderes, quien sale en el video con Camacho, fue investigado por el fallecimiento de un menor de edad de un grupo contrario hace unos años en la capital, en una riña con arma blanca.
Freddy Alexander Ramírez Otálvaro atacó a Felipe Toquica, de 17 años, quien era de ideología contraria a los Rash, es decir, de corriente fascista. Ramírez habría agredido a Toquica con arma blanca. El agresor, finalmente, fue declarado inocente por falta de pruebas y fue dejado en libertad.
Todo eso y los escándalos alrededor del Gobierno que hoy siguen sin resolverse es lo que llevó a la senadora Valencia a presentar la demanda en contra de Ocampo, para que sustente ante la justicia las acusaciones que ponen en juego el buen nombre de la congresista y de los sectores de derecha que ella representa.