Tal y como lo había anticipado en voz baja el excandidato presidencial Rodolfo Hernández, la Liga de Gobernantes Anticorrupción, su partido político, no tendrá directorios municipales y departamentales, como ocurre con los demás partidos tradicionales.
La decisión la tomó la propia dirección del partido que busca, entre otras, centralizar la escogencia de los candidatos a alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas directamente, desde el corazón de la casa política, es decir, Bucaramanga.
Hernández, cuya bandera política en la campaña presidencial fue su lucha contra la corrupción, pretende adelantar una completa veeduría a los aspirantes que en el 2023 pretendan medirse en las elecciones regionales.
Rodolfo Hernández no ha confirmado la decisión, pero al interior de la casa política está claro que la escogencia recaerá en manos del ingeniero y su esposa, Socorro Oliveros, hoy directora de la colectividad.
La decisión tiene una ventaja y es que les permitirá tener un filtro para cada uno de los aspirantes, pero podría afectar los intereses políticos de los electores que hacen parte de los 10 millones de ciudadanos que votaron el 19 de junio pasado por el constructor y que tienen un interés político en sus departamentos.
De hecho, Hernández no recorrió la totalidad del país y no conoce de cerca quiénes son sus principales líderes en cada departamento, porque su papel de candidato presidencial lo llevó a ocuparse de asuntos nacionales y de recorrer Colombia.
SEMANA conoció que ese fue uno de los aspectos que no le gustó a Óscar Jair Hernández, la mano derecha de Rodolfo Hernández, quien decidió este fin de semana dar un paso al costado y renunciar al partido político.
Aunque el abogado no ha querido hablar con la prensa, pero ha insistido en su buena relación y agradecimiento con Rodolfo Hernández, desde el interior de la Liga Anticorrupción hay voces que no están de acuerdo con la centralización de las decisiones del partido, pues se les privará a las regiones de participar activamente en la campaña política regional.
De hecho, Hernández, quien aparece como veedor de la Liga de Gobernantes Anticorrupción según los estatutos que aprobó el Consejo Nacional Electoral cuando le dio vida jurídica a la casa política, es uno de los hombres que más se movió en las regiones en busca de estructurar la campaña de Rodolfo Hernández.
En su mensaje de despedida, el abogado recordó que la primera firma que recolectó para la inscripción de la candidatura de Rodolfo Hernández fue en Chicoral, en El Espinal, Tolima.
“Desde ese día, hasta el final de la segunda vuelta presidencial, logré recorrer 338 municipios de Colombia, dejando mi último esfuerzo en el municipio de Chachagüí en Nariño, un trabajo que me permitió conocer gente maravillosa que no se merece otra cosa más que un agradecimiento eterno por todo el esfuerzo que hicieron para que hoy la Liga de Gobernantes Anticorrupción sea un partido político”, dijo.
Rodolfo Hernández no se ha referido oficialmente a la decisión, pero seguramente en los próximos días se referirá al futuro que le espera a su partido político que, sin duda, jugará políticamente en las elecciones regionales del 2023.