El presidente Gustavo Petro, después del rompimiento de la coalición y tras los últimos escándalos de su administración, pierde cada vez más el control sobre el Congreso de la República. Los partidos que en algún momento acompañaron al Gobierno piden el retiro de las reformas. Los conservadores y la Alianza Verde solicitaron archivar la reforma a la salud, mientras el partido de La U pide que se suspenda temporalmente la discusión de todos los proyectos.
El pasado miércoles se hizo una marcha a favor de las reformas, convocadas por un presidente que ve en la manifestación y las calles la única salida de la crisis de legitimidad que enfrenta. En su incendiario discurso, que se centró en desmentir enemigos y atacar a la prensa, el mandatario hizo un llamado “respetuoso” al Congreso para que apruebe las iniciativas.
A pesar del respeto que manifestó, Petro advirtió que “no es debilidad” y exigió que se escuche “al pueblo” a la hora de votar. Acto seguido, el mandatario le dijo a la multitud que “llegó el momento de luchar” y sugirió que habrá más convocatorias si no se cede ante sus pretensiones.
Al parecer, el fuerte discurso y las presiones no fueron bien recibidas por el Legislativo. La penúltima semana de sesiones ordinarias terminó con casi nulos resultados. A pesar del anuncio de que se iban a congelar las reformas para recomponer la coalición, el oficialismo incumplió su palabra y en la tarde del miércoles se pretendía reanudar el debate de la reforma a la salud.
La Cámara de Representantes, donde se adelanta el segundo debate, parece no caminarle. Apenas se votaron los impedimentos porque quienes no están de acuerdo con la iniciativa y piden su archivo rompieron el frágil ‘quorum’ para frenar el avance. Según los congresistas del Pacto Histórico, luego de tres semanas desde la radicación de la ponencia, se trata de la imposición de un ‘plan tortuga’.
La reforma laboral tampoco se mueve por falta de quorum en la Comisión Séptima de la corporación. La reforma pensional al menos logró aprobar la ponencia positiva, pero también se atrasa por inasistencia a las sesiones por parte de los senadores.
Teniendo en cuenta este panorama, en el que el Gobierno y la bancada del Pacto Histórico no logran consensos básicos alrededor de la asistencia de congresistas a las sesiones, se prevé que sea un semestre perdido en el Legislativo.
Hubo más polémica que logros por la reforma a la salud. La iniciativa detuvo al país para presenciar la fuerte discusión. La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes fue un cuadrilátero político y el lugar en el que el Gobierno mostró su influencia para conseguir la aprobación en primer debate.
A pesar de esto, el desgaste de la polémica no solo se tradujo en resistencia a la reforma laboral y pensional. Las otras iniciativas del Gobierno se dan por muertas y deben ser revividas el próximo semestre.
Los proyectos de ley de sometimiento, clave dentro de la negociación con grupos narcotraficantes en la ‘paz total’, y la humanización carcelaria se aplazan sin haber logrado llegar a su primer debate.
Por otro lado, la reforma al Código Electoral, proyecto de ley estatutaria, y la regulación del cannabis de uso adulto, jurisdicción agraria y campesinado sujeto de derechos, actos legislativos, están a un debate de aprobarse y aún existe la posibilidad, pero en política nada está escrito.
Estos cuatro proyectos, que deben aprobarse la próxima semana para evitar su hundimiento, podrían ser el único resultado del Gobierno en este semestre junto al Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo, la Convención Bancaria de Asobancaria en Cartagena, que se llevará a cabo los días miércoles, jueves y viernes de la próxima semana, podría ser letal.
Juan Carlos Losada, representante y promotor de la regulación del cannabis, advirtió que 71 congresistas confirmaron su asistencia, con pasajes y hotel incluido. Varios, según las sospechas del congresista, aprovecharán para quedarse en Cartagena todo el puente festivo. De esta forma, con panel de congresistas el jueves, sería imposible conformar el quorum necesario para aprobar las iniciativas.
Según el representante Heráclito Landínez, del Pacto Histórico, la colectividad solo espera aprobar los actos legislativos para el final del semestre. Lo demás quedaría para la próxima legislatura y se debe recomponer la coalición. “El Gobierno debe redefinir las relaciones con el Congreso de la República”, dijo.
A pesar de esto, las elecciones territoriales de octubre son un gran obstáculo para aquellas iniciativas que se aplazan para el próximo semestre. Será difícil conformar el quorum y los partidos, por la impopularidad del Gobierno, tomarán distancia para conseguir la victoria en las regiones. Hasta el momento, el presidente Gustavo Petro pierde la batalla por las reformas.