Aunque en el escenario internacional se encuentra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, protagonizando persecuciones contra la Iglesia católica de su país, en Colombia se creó en los últimos días una disputa sobre las “adecuaciones” del oratorio ubicado en el aeropuerto El Dorado.

El pasado 26 de agosto, la terminal aérea anunció las reformas de este lugar, adonde muchos feligreses llegaban antes o después de sus viajes.

“El espacio de oratorio en el aeropuerto se encuentra en adecuaciones y en los próximos días será nuevamente habilitado como un espacio de culto y reflexión neutral, en donde serán bienvenidas todas las religiones”, puntualizó en Twitter.

El anuncio no cayó bien para algunos, por lo que las redes sociales fueron una plataforma para dar a conocer diferentes opiniones. Dos días más tarde, Opain S. A. aclaró en un comunicado que las adecuaciones son “para ofrecer un mejor servicio que incluya a todos los viajeros y comunidad aeroportuaria”. Además que “seguirá celebrando la eucaristía de la fe católica, como es costumbre, a las 11:00 a. m., todos los días”.

“Las adecuaciones del oratorio de la Terminal 1 avanzan rápidamente y pronto estará nuevamente abierto al público como un espacio que acoge la diversidad religiosa acorde con el respeto de los derechos humanos fundamentales”, señaló.

Y “el oratorio de la fe católica de la Terminal 2, Puente Aéreo, continúa en funcionamiento normalmente las 24 horas del día”, afirmó.

María Fernanda Cabal y su anuncio

No obstante, la senadora María Fernanda Cabal publicó un video alertando a la comunidad católica sobre posibles “atropellos” de la fe.

“El nuevo ataque contra la Iglesia en Colombia viene disfrazado de inclusión, pero es otra estrategia de persecución y anulación. Invito a todos los católicos a unirse en oración, pero también alzando la voz ante los atropellos hasta que vuelvan a poner el oratorio en El Dorado”, describió su post.

“La Iglesia ha sido perseguida por regímenes totalitarios en países como China, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Chile. En Colombia la persecución ha sido lenta y soterrada”, precisó.

“Recordemos cuando le suprimieron actualmente ‘Santa Fe’ de Bogotá y cambiaron el himno, o cuando prohibieron decir ‘misa’ en el centro de la capital durante la posesión de Petro a pesar de que la zona estaba abierta al público”, inició haciendo un recuento de episodios en los que la Iglesia se ha visto acechada.

“Recordemos cuando intentaron quitar los crucifijos del Congreso de la República, que, entre otras cosas, fue construido con la intención de que cada oficina mirara hacia alguna cúpula de una iglesia de la ciudad”, continuó.

Asimismo, recordó el día en que la primera línea ingresó a la catedral “en plena misa y los del Pacto celebraron esa supuesta manifestación cultural”.

A lo anterior se refirió también cuando “el Tribunal Superior de Cali ordenó al expresidente Iván Duque borrar un trino en el que manifestaba su devoción a la Virgen de Chiquinquirá”.

Por lo tanto, Cabal hizo una declaración frente al nuevo Gobierno: “El nuevo ataque viene disfrazado de inclusión y fue el desmonte del oratorio del aeropuerto El Dorado, diariamente visitado por muchos viajeros para encomendarse a Dios. Ante la indignación de la Iglesia católica, Opain respondió que el lugar iba a ser adecuado para ser un espacio de reflexión neutral que no corresponda a ninguna religión”, dijo, aseverando que “eso suena muy bonito en la teoría, pero en la práctica significa persecución y anulación”.

“Señores progresistas tiranos de las causas justas que se llenan la boca que somos un Estado laico. Es a Dios a quien intentan ofender”, aseguró, afirmando que seguirá defendiendo la fe.

Concluyó con un llamado a toda la feligresía católica: “Unidos todos los católicos en oración, pero también alzando la voz ante los atropellos. Así comienza y después cierran los templos. Encarcelan sacerdotes para que, una vez perdida la fe, solo haya esperanza en el régimen de turno. En la religión del Estado”.