El pasado 15 de marzo, el país se estremeció por una declaración que dio el presidente de la República Gustavo Petro desde Puerto Resistencia en Cali. Desde allí, el mandatario colombiano dijo textualmente que “Colombia tiene que ir a una asamblea nacional constituyente”. Curiosamente, este jueves 30 de mayo su discurso cambió.
Desde Córdoba, el jefe de Estado señaló que no ha mencionado la asamblea nacional constituyente, echándole la culpa a la prensa de malinterpretarlo, pese que sí la mencionó en el pasado evento.
Además, en ese escenario, indicó que ha venido hablando de un poder constituyente para impulsar sus reformas sociales, cuyo camino dijo no es su reelección.
“Ojalá se propaguen los comités de la reforma agraria campesina, ojalá puedan salir en grandes movilizaciones. Hay quienes ahora le tienen temor a la palabra democracia, incluso creen que la democracia no es el pueblo, que se destruye la democracia si se convoca al pueblo a expresarse, a movilizarse, a organizarse y a tener poder”, expresó Petro.
También expresó: “Yo no he hablado aquí de una asamblea constituyente, como repite una y otra vez la prensa, y menos aún que para reelegirme; los que se reeligieron fueron otros, no yo, cambiaron la Constitución para ello”.
“Aquí yo estoy hablando de un poder constituyente, no confundan el objetivo con los medios. Poder constituyente es poder del pueblo, es capacidad de decisión, es capacidad de organización, es poderle decir a toda la sociedad colombiana que el pueblo tiene poder, que decide, que quiere cambiar la historia de Colombia, que es el camino de la construcción de la democracia”, anotó Petro.
Y continuó con su intervención desde Córdoba: “No hay democracia sin pueblo, no hay democracia sin una pobrería que se organice para dejar de ser pobres”.
“La democracia es aquella en donde la gente no solo decide, sino que la gente progresa, la gente derriba los obstáculos a la libertad, la gente supera las necesidades juntas, decidiendo en común, decidiendo como un pueblo, decidiendo como un río tormentoso que se junta, pero que llega tranquilo hasta el mar”, anotó el jefe de Estado.
En Cali, dijo Petro: “Diálogo sí, concertación sí, pero con el pueblo en las calles. Si las instituciones que hoy tenemos en Colombia no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, decretó, demandó, mandó y ordenó, entonces no es el pueblo el que se va arrodillado hacia su casa, derrotado. Son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que presentar”.
Además, en esa ocasión dijo que el pueblo no debe “irse”, sino que deben cambiar las instituciones: “Esa es la historia de la democracia y de los pueblos libres”.
“Por tanto, si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una asamblea nacional constituyente”, advirtió el mandatario.
Agregó finalmente en ese evento que se realizó en Puerto Resistencia: “Colombia no se tiene que arrodillar. El triunfo popular de 2002 se respeta. La asamblea nacional constituyente debe transformar las instituciones para que le obedezcan al pueblo el mandato de paz y justicia, que es fácil de lograr”.