A pesar de que el presidente de la República, Gustavo Petro, había recomendado recientemente declarar la situación de desastre en Bogotá por el desabastecimiento y sequía de agua, este martes 22 de octubre, el Comité Conjunto Nacional para el Conocimiento del Riesgo y el Manejo de Desastres, sugirió todo lo contrario.
La recomendación del primer mandatario había sido de gran eco, que incluso, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, asistió el pasado 9 de octubre a una reunión con el jefe de Estado y su gabinete, para evaluar la sequía que está viviendo en la ciudad y la región.
Al finalizar esa reunión en la Casa de Nariño, la propia ministra de Ambiente, Susana Muhamad, indicó que una de las alternativas que se puso sobre la mesa fue precisamente una declaratoria de desastre.
“Hemos iniciado un trabajo conjunto para establecer un acuerdo entre el Distrito y el Gobierno nacional sobre el futuro del agua a corto, mediano y largo plazo. Eso implicará tomar medidas que tienen que ver con una posible declaratoria de desastre y que tendrán implicaciones durante el siguiente año. También, medidas de largo plazo en una mesa permanente”, indicó Muhamad en su momento.
Pues bien, este martes, el comité liderado por el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y de Desastres, Carlos Carrillo, recomendó, después de un riguroso análisis técnico, no declarar la situación de desastre en Bogotá y acogerse a la declaratoria vigente por el fenómeno El Niño. (Decreto 037-2024)
Las entidades sugieren incorporar acciones en el Plan de Acción Específico del Decreto 037 para mitigar el desabastecimiento de agua en la ciudad, tales como explorar aguas subterráneas y coordinar la entrega de información por parte del Acueducto de Bogotá a las entidades nacionales para hacer seguimiento a la situación hidrológica.
“La conclusión a la que llegamos, además por votación unánime, es no declarar en este momento el desastre nacional, pero vamos a incluir unas acciones dentro del Plan de Acción Específico (PAE) del Decreto 037. Esto quiere decir que vamos a buscar la financiación para tomar medidas de conocimiento y reducción del riesgo ante esta situación”, precisó el director de la UNGRD, Carlos Carrillo.
El Comité concluyó que, bajo las condiciones actuales, manteniendo el racionamiento de agua hasta marzo de 2025 y haciendo un monitoreo constante de las medidas, no existen evidencias fácticas para una declaratoria de desastre en Bogotá.
La gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, quien participó en el comité, destacó la decisión de no declararse situación de desastre, pues manifestó que las decisiones que se han tomado en la administración del alcalde Carlos Fernando Galán han sido tomadas con base en las evidencias.
“Para nosotros es importante esta decisión, porque se demostró que las acciones que se han venido tomando de manera articulada para reducir la presión sobre el sistema Chingaza han dado resultado. Estaremos atentos a acompañar las mesas técnicas para definir las acciones que se van a implementar”, expresó Avendaño.
Por su parte, el director del Idiger, Guillermo Escobar, sostuvo: “Este proceso ha sido netamente sistémico. En el marco de la Ley 1523, hemos venido realizando mesas de trabajo y seguimiento cada 15 días de todos estos procesos, para tomar decisiones que permitan garantizar el suministro de agua”.
De acuerdo con el reporte distrital, el nivel del sistema Chingaza, que abastece a la capital, se encuentra en el 44,25 %, ocho puntos por encima del nivel crítico que está definido en el 36 %.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM) ha alertado sobre la posibilidad de una transición hacia el fenómeno La Niña en los próximos meses, lo que podría resultar en un aumento de las lluvias en las regiones Andina y Caribe.