En un fuerte discurso que dio el presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño desató la polémica al mencionar una controversial propuesta que hizo México y que encendió un agudo revuelo en ese país y en la región.
Petro, en el acto de posesión de la nueva magistrada del Consejo de Estado, Elizabeth Becerra, que se realizó este lunes 7 de octubre, habló sobre la elección por voto popular de jueces, como lo propuso México.
“¿Y acaso la Constitución no habla de la igualdad?, ¿acaso lo que llamamos Estado Social de Derecho no es la igualdad como un principio rector de la mente jurídica, de la mente política, de la mente cultural?, ¿o queremos permanecer en términos de desigualdades similares a la esclavitud, como pareciera ser?, ¿creemos que el pueblo se va a aguantar eterno la desigualdad, la exclusión?”, cuestionó Gustavo Petro.
Y avanzó en su acalorada intervención: “Yo soy el campanazo de que el pueblo no lo permite, si no es que se ha querido escuchar, porque a veces no se quiere escuchar el voto popular. Y es una discusión actual, permanente. México, no sé si equivocado o no, lo ha sentido, tanto que ya lo propuso, la elección popular de jueces. Pero eso no es, y no sé si esa sea a lo mejor el camino, pero eso no resulta porque sí”.
“Resulta porque América Latina está viendo a lo largo y ancho de su espacio continental y vital que los deseos de cambio del pueblo no son seguidos por las doctrinas jurídicas que tienen que fluir con la vida, porque no son estáticas, las instituciones no son estáticas”, expresó Petro en el recinto del palacio presidencial, el cual contó con la asistencia de varios magistrados de las altas cortes.
Y sobre la relación que está atravesando con las altas cortes, el mandatario admitió: “No puedo ocultar que los días que estamos viviendo son bastante traumáticos mediáticamente alrededor de las relaciones justicia-presidente, que yo creo que hay que asumir con franqueza”.
“Desde la perspectiva que me ha tocado vivir, yo no soy abogado, estudié en el Externado que es una forma de estudiar derecho, a pesar de que no se entra a la carrera, y he pasado por décadas de lucha política desde la perspectiva de buscar un cambio para el país que me parece absolutamente necesario, dada las circunstancias de violencia, desigualdad social y de degradación de la sociedad colombiana que hemos visto en las últimas décadas”, anotó el jefe de Estado.
“Claro que ha habido un establecimiento mafioso y claro que ha tenido su gente paga para comunicar su poder. Estoy diciendo ninguna mentira y esas personas pagas incluso han confesado que es el presidente de la República no puede decir la verdad. Pues con verdades que aquí podemos cambiar la historia. No es mentiéndonos, como ha sido casi la tradición política de Colombia, mentir, decir una cosa y hacer otra. No ser francos. La única manera de dialogar es con franqueza y con las cartas sobre la mesa. Y dialogar sí que creo es la solución de Colombia”, aseguró el jefe de Estado.
Y remató en su intervención: “Lo he propuesto con todos hasta con quienes han ordenado mi asesinato, porque si no olvidamos la tesis de Gandhi y quedamos todos hijos en una masacre completa de la sociedad colombiana matándose a sí misma durante décadas. Y ese círculo hay que variarlo, hay que romperlo y la única manera de romperlo es con audacia, poniendo la verdad, aceptando que el que te iba a asesinar pueda recibir tu sombrero (haciendo referencia a Salvatore Mancuso y el intercambió de sombreros)”.