En medio de la agenda de trabajo que adelanta el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, en Brasil, en el marco de la cumbre mundial del G20, el mandatario colombiano anunció cambios en la metodología de los diálogos de paz con la guerrilla del ELN.

Por medio de su tribuna favorita, su cuenta personal de X, antes Twitter, el jefe de Estado puso sobre la mesa una decisión que adoptó su Gobierno, de buscar “el cambio del método del diálogo” con ese grupo armado que poca voluntad de paz ha mostrado.

Además, en el mensaje que publicó en esa plataforma digital se mostró partidario de discutir sobre “opciones políticas que crean que han llegado tiempos para el poscapitalismo”.

“Con el ELN hemos decidido buscar el cambio del método del diálogo. Estoy de acuerdo en que las opciones políticas que crean que han llegado tiempos para el poscapitalismo, existan pacíficamente en Colombia. En el mundo ya crecen fuertes relaciones de producción poscapitalistas sin necesidad de guerras. El poscapitalismo no se decreta, se hace”, posteó Petro.

Y avanzó en una reflexión que planteó desde Brasil: “Me parece que en lo concreto para el presente, cada acuerdo debe llevar al avance en la práctica de lo acordado. Implementar el proceso de paz desde ya. Ese es un cambio de método”.

El presidente Gustavo Petro insiste en mantener los diálogos con el ELN.

“En lo que se refiere al Clan del Golfo, que es un dialogo por comenzar, es fundamental parar de antemano los estímulos al éxodo de migrantes a los Estados Unidos. Se rompen todos los derechos humanos de los migrantes, sobre todo en niños y mujeres, mientras quienes tienen el poder en EE. UU. no nos quieren, nos creen inferiores y sirvientes”, anotó Petro, haciendo referencia también a las conversaciones con el sanguinario grupo criminal del Clan del Golfo.

También expresó: “No se pueden llevar seres humanos latinoamericanos al matadero. Todos los diálogos deben comenzar con la transformación real de regiones concretas acordadas bilateral o multilateralmente para iniciar su transformación de lo ilícito a lo lícito y al poder popular”.

“¿Cómo transformar una región olvidada y dejada a las mafias extranjeras hoy, en una región profundamente democrática en manos de su propia ciudadanía?”, se cuestionó Petro.

Insistió, por último, en su tesis que detalló en sus redes sociales: “El cambio de rutas de la cocaína desde EE. UU., que se hunde en la decadencia del fentanilo, hacia los enormes mercados de China e India, implican un involucramiento real de estos dos países en la transformación real de las economías del Pacífico colombiano y ecuatoriano. Invito a China e India a un diálogo entre civilizaciones para frenar un enorme peligro, que no se frena con armas, sino con progreso”.