El presidente de la República, Gustavo Petro, puso sobre la mesa nuevamente la discusión sobre la legalización de la cocaína en Colombia, aunque señaló que ese panorama “no depende de su voluntad”, sí fue directo en asegurar los beneficios que una medida de ese nivel traería para el país.
El mandatario colombiano, desde Cartagena, en el desarrollo de una ceremonia de ascensos de la Armada Nacional, indicó que un eventual escenario de legalización de cocaína “automáticamente acabaría la violencia en Colombia”.
“Quizá algún día sea una materia legal (cocaína), acabaría automáticamente la violencia en Colombia, pero no depende de nuestra voluntad, quizá en estos días cambien las modas del consumo, como cambian las sociedades y deje de ser atractiva para mucha gente”, sostuvo Petro.
Y agregó en su tesis: “Ojalá no para caer en sustancias aún más letales y peligrosas cómo está sucediendo en los Estados Unidos con el llamado fentanilo que les está matando 100.000 ciudadanos y ciudadanas cada año”.
“En mi opinión existe una mala y desastrosa política sobre las drogas, pero mientras eso no cambie en el tiempo, la orden dada es incautar el máximo nivel posible y cantidad de cocaína que se exporta”, insistió Petro.
Gustavo Petro encendió la polémica: dijo que se puede medir la efectividad de la fuerza pública “a partir del precio de la cocaína”
Hace varias semanas, el presidente de la República, Gustavo Petro, dio una polémica declaración sobre las herramientas que podría aplicar su Gobierno del Pacto Histórico para medir la efectividad y contundencia contra organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.
El jefe de Estado, en esa oportunidad dijo sin tapujos que su administración podría medir el impacto de los operativos contra la cúpula del narcotráfico en el país “a partir del precio de la cocaína”.
Además, hizo referencia a profundidad sobre la inteligencia militar, la cual, según aseguró, debe ser capaz de alertar sobre movimientos de las organizaciones armadas al margen de la ley, las cuales tienen la capacidad de armar ejércitos de delincuentes.
“La inteligencia militar hoy también tiene que descubrir otros factores que permitan alertar sobre la conformación de ejércitos privados al servicio del narcotráfico en cualquier territorio de Colombia”, sostuvo Petro.
Y añadió: “Inteligencia son radares, por ejemplo, inteligencia es saber si el precio de la cocaína sube o baja; si el precio de la cocaína sube, tenemos éxito; si el precio de la cocaína baja, estamos fracasando”.
“Luego podemos medir nuestra efectividad a partir del precio de la cocaína, tenemos que saber si el consumo de drogas está variando en el mundo, si es cierto que los norteamericanos lamentablemente para esa sociedad se están pasando en masa de la cocaína al fentanilo”, afirmó Gustavo Petro.
“La mata no mata, es el mercado el que mata”: presidente Petro habla sobre la coca y la lucha antidrogas. “Es una hecatombe”
EL pasado 13 de mayo, el jefe de Estado, habló durante el encuentro de organizaciones campesinas y étnicas de territorios con presencia de coca en el litoral Pacífico y Piedemonte Costero para la Paz Total.
Allí se refirió a temas como la sustitución de cultivos de hoja de coca en el país, y la política de guerra contra las drogas.
“Indudablemente se ha señalado con acierto que no se trata de sustituir una mata a la que decían que mataba”, dijo el primer mandatario.
“La mata no mata, es el mercado el que mata, por otra mata. No es tan simple el problema. Ustedes nos enseñan que hay que sustituir una economía por otra economía”, agregó.
Posteriormente, explicó que los márgenes de utilidad de la cocaína, “están en directa proporción con la ilicitud que las leyes de otros países y las nuestras le ponen a ese tipo de productos. No voy aquí a hablar de cómo quitar esa ilicitud a escala mundial, es una discusión que avanza, que es lenta”.
“Hemos convocado a todos los presidentes de América Latina para evaluar el impacto de lo que se ha llamado desde hace 50 años la política de guerra contra las drogas que nació en el gobierno de Nixon, en Estados Unidos, y se irradió al conjunto del continente”.
Y puntualizó: “El balance en números es desastroso, es una hecatombe”.
El presidente llamó al Congreso de la República a “dar el paso” en los dos debates que quedan para aprobar el uso recreativo de la marihuana en el país.
“El mundo va para la legalización de esa economía que antes era ilegal. Colombia puede tener una gran ventaja productiva, económica y popular si el Congreso de la República, como tantos otros del mundo, da el paso hacia quitar la ilegalización”, dijo.
Y añadió: “Sin embargo, el tema de la hoja de coca es diferente. Pasará este Gobierno y aún no se avanzará en temas de política mundial”.
También anunció que comenzará una nueva sede de la Universidad de Nariño en el municipio de Tumaco, y será a finales de agosto, con poco más de 400 estudiantes, donde el objetivo es que este número se vaya ampliando.
Finalmente, en su discurso, el jefe de Estado se refirió al crecimiento de organizaciones ilícitas, que son más poderosas de las de hace 50 años. Y mencionó a Pablo Escobar, capo del cartel de Medellín, de quien dijo que palidecería “si viera el poder de las actuales organizaciones”.