El presidente Gustavo Petro se refirió este sábado 13 de abril al congelamiento de las negociaciones entre la guerrilla del ELN y su gobierno, según lo anunció el grupo armado desde Venezuela este 11 de abril.
El Comando Central del ELN está molesto porque el gobierno, al tiempo que negocia la paz con ellos, avanza en la desmovilización de un grupo de esa guerrilla que se rebeló en Nariño.
Petro dijo desde sus redes sociales que, sin desmedro del diálogo regional para construir un Nariño en paz que ya ha iniciado, “mi gobierno mantiene como escenario de diálogos de paz con el ELN la mesa nacional instaurada”.
Agregó que “es importante que esa mesa tenga integrantes de los diferentes frentes regionales del ELN para pasar del diálogo a la negociación definitiva”.
Es decir, Petro está tratando de unir una sola mesa de negociación, pero no es fácil.
De hecho, el comando armado de Nariño, que hace parte del ELN tomó distancia del Coce, buscaron directamente al gobierno y empezaron a entablar conversaciones. El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar Trujillo, ha servido de mediador y ha celebrado los avances.
Eso ha molestado a Pablo Beltrán y a los demás negociadores del ELN que están en Venezuela porque, inicialmente, los acercamientos de esa especie de disidencia era un rumor que creía como espuma, pero con el paso de los días fue quedando en evidencia. “Gobierno congela mesa de diálogos con el ELN. La Mesa está en estado de congelamiento”, informó el ELN en un comunicado de prensa esta semana.
Según detallaron, en una reunión en La Habana que finalizó el 26 de febrero, los subversivos notificaron a los representantes del Gobierno que las operaciones de desmovilización en Nariño en contra de la guerrilla colocaba la mesa en pausa.
“Durante el mes de marzo las decisiones del Gobierno prosiguieron con el doble manejo del proceso de paz con el ELN, en el que asiste a esta mesa de diálogos, mientras por debajo de ella promueve la desmovilización en Nariño, conducta contraria al juego limpio y la buena fe que deben caracterizar las conversaciones de paz, con lo que ha llevado a esta mesa a un estado de congelamiento”, aseguró el grupo en el comunicado.
En otro pronunciamiento en el mes de marzo de 2024, la guerrilla habló de una “abierta crisis” y denunció que el diálogo regional en Nariño fue montado por el Gobierno “desconociendo la Delegación del ELN y la mesa, donde participa la comunidad Internacional, oficiando como garantes, así como también la ONU y la Conferencia Episcopal colombiana”.
Por su parte, el comandante Antonio García, visiblemente molesto, aseguró que los supuestos guerrilleros de Comuneros del Sur, “con quienes el Gobierno quiere montar un show mediático en Nariño, están siendo protegidos por unidades de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), los uniformados que cuidaron a los firmantes de la paz en el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos. También están protegidas en el entorno por dos unidades de las Fuerzas Militares del Estado”.
Por parte de la delegación del Gobierno ya hubo una respuesta en la que se dijo que “es necesario no perder el tiempo” y seguir adelante. “La delegación de paz del Gobierno ha llegado a Caracas a realizar una nueva ronda de diálogos con la delegación del Ejército de Liberación Nacional”.