Una aguda denuncia hizo el presidente Gustavo Petro al hacer referencia al Clan del Golfo y a “políticos”, sin dar nombres propios, pero que sin lugar a dudas generará un fuerte revuelo.
A través de su cuenta personal de X, antes Twitter, el mandatario colombiano denunció que esa estructura criminal es el instrumento de políticos para quedarse con bienes y rutas del paramilitarismo.
“El Clan del Golfo es el instrumento de políticos que buscaron quedarse con los bienes del paramilitarismo y las rutas de narcotráfico”, posteó Petro.
La postura del jefe de Estado se dio luego de un resultado operacional que ejecutó el Ejército Nacional en contra del Clan del Golfo, en el cual desmanteló una fábrica clandestina de lanchas Go Fast.
De acuerdo con las autoridades, las lanchas servían para que el Clan del Golfo, desde el Urabá, transportaran droga utilizando la ruta de Centroamérica y cuyo destino final era Estados Unidos.
Por otro lado, hace varios días, y pese a que recientemente el sanguinario Clan del Golfo ha endurecido las acciones criminales en varias regiones del país, Petro firmó la resolución con la que permite la instalación de los diálogos de paz con este grupo al margen de la ley.
Se trata del documento 257, el cual tiene la firma del jefe de Estado, en el cual el Gobierno nacional buscará un sometimiento a la justicia de los integrantes de ese grupo terrorista.
“Autorizar la instalación de un espacio de conversación sociojurídico entre los representantes autorizados del Gobierno nacional y los miembros representantes de la Estructura Armada Organizada de Crimen de Alto Impacto, Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). El espacio de conversación sociojurídico estará dirigido a verificar la voluntad de transitar hacia el Estado de derecho, fijar los términos de sometimiento a la justicia en los términos permitidos en la Ley”, dice uno de los apartes de la resolución.
Y añadió en otro de los artículos: “Designar al señor Álvaro Jiménez Millán como coordinador representante del Gobierno nacional en el espacio de conversación sociojurídico con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia”.
“El coordinador designado está facultado para realizar todos los actos necesarios y tendientes a entablar conversaciones sociojurídicas con la mencionada Estructura Armada Organizada de Crimen de Alto Impacto, verificar su voluntad de transitar al Estado de derecho y fijar los términos de sometimiento a la justicia en los términos permitidos en la Ley”, agrega la comunicación.
No obstante, el Clan del Golfo tiene el afán de reclutar a millonarios empresarios para darles apariencia de legalidad a sus finanzas, mientras le pide al Gobierno una oportunidad para negociar la paz. SEMANA revela los secretos de la compañía criminal, compuesta por traquetos, abogados, contadores y servidores públicos, que está desafiando al Estado colombiano.
Hoy es un secreto la fortuna que tiene este grupo, pero informes de inteligencia del Ejército y la Policía reseñan que es superior a la de cualquier unidad armada del país. “Muchas organizaciones soñarían con tener la poderosa estructura de las AGC”, reconoció uno de los nueve investigadores judiciales consultados para este informe.
Es una especie de multinacional que expande su franquicia desde el Urabá antioqueño por los rincones del mundo. Sus integrantes se han hecho ricos intoxicando las calles con drogas, arrancando el oro de las montañas, aprovechándose del drama de los migrantes y cobrando extorsiones. Son miles de millones de dólares los que mueven al año.