En un extenso discurso, el presidente Gustavo Petro volvió, este jueves 12 de septiembre, a hacer referencia al llamado a masivas manifestaciones, en medio del difícil momento por el que está atravesando el mandatario, por cuenta de la investigación que adelanta el Consejo Nacional Electoral (CNE) a su campaña presidencial por una presunta violación de los topes.
Desde Armenia, en donde se reunió con medios comunitarios, el jefe de Estado dio la orden al Ejército de no apuntar las armas en contra del pueblo, alertando que el soldado que lo haga sería “maldito”.
“La orden del presidente constitucional de Colombia es no apuntar las armas contra el pueblo. Como dijera Bolívar, el fundador de esta patria: soldado que levante el arma contra el pueblo, soldado maldito porque ensucia el uniforme”, expresó el mandatario colombiano.
Y detalló en su intervención en pleno evento público: “El Ejército y la fuerza pública, ahí es la orden del único presidente constitucional de Colombia. Y es una orden de su comandante en jefe, no apuntar las armas contra el pueblo. Que el pueblo se manifieste, como decía el Salvador Allende, que se abran las grandes alamedas a las multitudes”.
“Hoy necesitamos multitudes, tanto de los que votaron por Petro como de los que no votaron, porque se trata de defender el principio democrático de la decisión popular y no oligárquica”, anotó.
Así mismo expresó: “Que los que incluso no fueron a las urnas salgan hoy, porque se está definiendo si las próximas generaciones de Colombia, incluida la presente y la de nuestros hijos, terminará cegada y consumida por la violencia eterna, cuando debería vivir de la ilusión de la plenitud de uno de los países más hermosos de la tierra, Colombia, a la que ningún colombiano y colombiana tuviera la necesidad de dejar, porque está dejando un paraíso que está en su corazón, un paraíso que nos podría dar todo como sociedad, pero que no nos lo puede dar porque una ínfula de pequeños hombres, enriquecidos, herederos de los esclavistas, oligarcas, decidió y creyó que podían dominar a Colombia por heredad, por derecho herencial”.
En ese mismo evento, Petro alertó que la orden ya está dada para supuestamente matarlo o tumbarlo.
Pero fue más allá, señalando que se debe cumplir la orden en tres meses, postura que fijó el mandatario colombiano en medio de la investigación que adelanta el Consejo Nacional Electoral (CNE), por una presunta violación en los topes a la financiación de la campaña presidencial.
“O muere el presidente, o lo tumban, la orden está dada para estos tres meses, o asesinan al presidente, o lo tumban, una de dos; no queremos más a Petro en el Palacio de Nariño”, expresó el jefe de Estado.
También indicó en su agresivo discurso: “Así el pueblo haya dicho que sí, se burlan del voto popular como el 19 de abril de 1970; amenazan y tantean con que el pueblo se quede pasivo si destruyen la democracia en Colombia y la ilusión de la paz, y la ilusión de la juventud de cambiar este sistema. Pues es aquí donde ustedes tienen una razón de ser fundamental, histórica”.
“Así como yo me defendía en un Twitter con siete millones que podían leerlo, ahora son ustedes, no el Twitter —que está en manos de un nazi—, ahora son ustedes, esas mil quinientas pequeñas empresitas individuales o colectivas tratando de forjar la comunicación social desde la base misma del pueblo, son los que pueden emparejar la situación”, afirmó el presidente Petro en el atril.
De la misma manera detalló: “El golpe de Estado no son los generales de la policía y del ejército buscando cómo tomarse el palacio y sacar al presidente, no señores, no son tan brutos los oligarcas de este país. Es un golpe de Estado a la colombiana. Primero desaforaron al presidente que la Constitución protegía”.
“Pero encima de la Constitución ya ahí hay un golpe de Estado. Porque había un fuero integral al presidente que impida que cualquier instancia administrativa lo juzgue y hoy estoy siendo juzgado por una instancia administrativa ilegítima en ese papel porque tres magistrados firmaron un concepto o un fallo, no importa, sin su competencia quitándole el fuero constitucional al presidente de la República sin ley y sin reforma constitucional alguna”, manifestó, finalmente en su tesis.