No le gustó para nada al presidente de la República Gustavo Petro, una queja anónima que llegó a la Procuraduría General de la Nación, en contra de la UIAF, por el informe que leyó el mandatario colombiano en la Casa de Nariño en una alocución, sobre el software de espionaje Pegasus.
El jefe de Estado, mostró su molestia, por medio de su cuenta personal de X, antes Twitter, al señalar que esa queja, tiene la intención de “acabar con la figura presidencial en Colombia”.
“Esta es toda una intención de acabar con la figura presidencial en Colombia. ¿A qué presidente de Colombia habían fallado en desacato?, ¿ a cuál presidente de Colombia le habían quitado su competencia constitucional en servicios públicos? ¿A qué presidente de Colombia lo habían desaforado inconstitucionalmente?”, posteó Petro.
Además expresó en esa plataforma digital: “¿A qué presidente de Colombia intentan impedirle que sus subalternos entreguen los informes que ponen en peligro la seguridad nacional y los derechos humanos de los colombianos?”.
“Hay que decir la verdad, a pesar que el voto popular se expresó, hay una parte de la sociedad y del estado que no admite un presidente progresista, para ellos la democracia son sólo palabras vacías”, dijo Petro.
Entre tanto y desde hace varios días, el prestigioso Grupo Egmont había dejado saber que Colombia podría ser excluido por cuenta de las declaraciones del presidente Gustavo Petro. Se trata de una organización clave en el trabajo que hacen los gobiernos para desmontar las redes internacionales de narcotráfico, lavado de activos y terrorismo. Esta le permite a sus 177 miembros consultar las unidades de inteligencia financiera y acceder a información que de otro modo les sería imposible de lograr. Esas puertas ya no estarán abiertas para el país, según comunicó oficialmente ese grupo.
La razón tiene que ver con el sorpresivo pronunciamiento de Petro, en medio del paro camionero, que puso a Colombia en una mala posición frente a este grupo. En esa alocución presidencial, aseguró que no quería referirse al tema que tenía paralizado al país, sino a algo que le parecía “más preocupante”.
Y se refirió allí mismo a dos hechos: el primero, cuando varios magistrados comenzaron a decir que sentían que estaban siendo interceptados en sus teléfonos. El segundo, cuando “siendo candidato presidencial y faltando 15 días para finalizar la campaña electoral, hubo una andanada en dos medios de comunicación, intentando transformar los resultados de las encuestas en contra mía”.
Petro aseguró que iba a leerle al país un documento confidencial dirigido a Luis Eduardo Llinás Chica, el director de la Uiaf (Unidad de Información y Análisis Financiero). Se calificaba como un informe de contenido “sensible” que no podía ser difundido fuera de esa entidad sin el consentimiento previo por escrito de la autoridad contra el terrorismo israelí. El presidente aseguró que como el país había rotó relaciones diplomáticas con ese país, no tenía problema en romper con esa confidencialidad.
“El compromiso del Grupo Egmont con la cooperación internacional es fundamental. Se apoya en una base sólida de confianza mutua que garantiza que las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) miembros cumplan con altos estándares de responsabilidad respecto de la protección y confidencialidad de la inteligencia financiera que se intercambia”, aseguró el grupo en un comunicado este lunes en el que anunció que oficialmente Colombia queda por fuera de esa red.
La revelación del contenido y la fuente de ese informe que hizo el presidente Petro no cumplía con esos requisitos.
“Para garantizar que se observen estándares tan altos, los estatutos del Grupo Egmont exigen que las UIF miembros sigan siendo autónomas y operativamente independientes. Deben permanecer libres de cualquier influencia o interferencia política, gubernamental o industrial indebida que pueda comprometer su independencia operativa y poner a otras Unidades de Inteligencia Financiera de los países miembros en riesgo de exposición a violaciones de datos confidenciales o de confidencialidad”, añadió.
“Debido a acciones recientes que involucran a Colombia y la divulgación no autorizada de información proporcionada por uno de nuestros miembros, los jefes del Grupo Egmont han confirmado la suspensión del acceso de Colombia a Egmont Secure Web (ESW), que es la red segura utilizada por nuestros 177 miembros para intercambiar información relacionada con el lavado de dinero, delitos determinantes asociados y financiamiento del terrorismo”, enfatizó la entidad.