En el cuarto y último día de agenda que desarrolló el presidente Gustavo Petro en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Estados Unidos, le salió al paso a las advertencias que apuntan a que Colombia podría experimentar una crisis por el desabastecimiento de gas.

Por medio de su tribuna favorita, su cuenta personal de X, antes Twitter, el mandatario colombiano restó importancia a esas alertas sobre una escasez de gas en el país.

En el mensaje que publicó en esa plataforma digital, el jefe de Estado fue directo en asegurar que Colombia no vivirá un déficit de gas el año entrante o en los próximos años.

“El año entrante no habrá déficit de gas. Las reservas pueden sostener la demanda de gas por varios años”, posteó Petro.

Mensaje presidente Gustavo Petro. | Foto: Mensaje presidente Gustavo Petro

Y avanzó en su tesis: “Dado que la oferta de gas es igual a la demanda, para el año entrante hay que estar atentos a cualquier movimiento especulativo”.

Sin embargo, otra voz tiene los gremios del sector energético por la situación con la energía y el gas en Colombia, ya que han señalado que es crítica.

Frente a ese panorama, Acolgen, ACP, Andesco, Andeg, Asocodis, Naturgas, SER Colombia, Asoenergía y la Cámara de Grandes Consumidores de Energía y Gas, de la Andi, hicieron un llamado al Gobierno nacional para que “tome acciones orientadas a cubrir los déficits de energía eléctrica y gas natural para atender a los usuarios del país”.

Palacio de Nariño. | Foto: Guillermo Torres Reina

El asunto, desde la perspectiva de los gremios, requiere una atención urgente, teniendo en cuenta que es necesario enfrentar una situación crítica para el sector de gas natural desde 2025 y en energía eléctrica desde 2026.

De esa manera, de acuerdo con el pronunciamiento de los gremios, “es imperativo tomar las acciones correspondientes para evitar desabastecimientos”.

En ese sentido, y según lo expuesto en la carta que enviaron al Gobierno, los gremios estiman que la situación en el sector eléctrico, con base en las cifras expuestas por expertos del sector y la misma Upme, para 2026 ya no habría suficiente energía firme para cubrir toda la demanda. Es más, desde diciembre de 2028, si continúan las sequías que hasta ahora se han visto de manera atípica en meses como agosto, habría racionamientos de energía.

Natalia Gutiérrez, presidente de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Acolgen. | Foto: Semana / Getty Images

Entre tanto, para el caso del gas, ya las estadísticas han venido evidenciando que “el Gestor del Mercado también menciona que no hay suficiente gas natural local disponible para la venta en firme, que nos permita atender el total de la demanda de hogares, comercios, vehículos (demanda esencial) e industrias en 2025 y 2026″, dice el pronunciamiento.

Este combustible (el gas) es clave para 36 millones de colombianos que tienen conexión al gas en sus hogares. Peor aún, el 84 % son familias de los estratos 1, 2 y 3, lo que hace aún más grave la situación.

En la coyuntura deficitaria de los energéticos, los gremios ponen sobre el tapete la necesidad de corregir problemas existentes. Uno de ellos es la incertidumbre normativa, toda vez que “la entrada lenta de proyectos y el crecimiento del consumo de energía exigen acciones inmediatas para evitar futuras crisis energéticas. Así las cosas, reiteramos la necesidad de avanzar para reducir la incertidumbre que generan anuncios, proyectos de norma y actos administrativos que afectan el funcionamiento del mercado”.

Pero eso no es todo. Para los gremios del sector, el Gobierno debe ejercer un mayor acompañamiento en el territorio a todos aquellos que desarrollan proyectos, pero también es imperativo realizar nuevas subastas de expansión para cubrir el eventual déficit de energía firme, manifestaron.

En particular, dijeron que querían llamar la atención en lo siguiente: “La publicación del proyecto de resolución Creg 701 065 de 2024, junto con la señal que desde la Creg se ha dado sobre una eventual intervención a los precios de bolsa. Esto no solo afecta la confianza en un momento en el que se requiere atraer nueva inversión, sino que podría afectar la confiabilidad del sistema si gastamos el agua que debemos ahorrar para atender la demanda en temporadas secas”, concluyeron.