Piedad Córdoba, senadora electa del Pacto Histórico, no tomará posesión de su curul este 20 de julio, fecha en la que se instalará el Congreso que fue elegido por los colombianos el pasado 13 de marzo.
En los últimos días se conoció que la congresista electa tuvo que ser internada en una clínica de Medellín (Antioquia) por problemas arteriales y los médicos determinaron que debía permanecer en la Unidad de Cuidado Intensivo a la espera de un dictamen sobre su situación médica.
Por esa razón, SEMANA conoció que envió una excusa a la Secretaría General del Senado para expresar la imposibilidad de tomar posesión de su curul e intentar que los términos no empiecen a correr, ya que su inasistencia es una causa de fuerza mayor.
“De manera atenta me dirijo a usted, con el fin de solicitar excusar mi inasistencia al Congreso pleno el día 20 de julio de 2022, donde se realizará la sesión solemne de instalación del periodo constitucional del Congreso 2022-2026 y donde tenía prevista la toma de juramento y posesión en el cargo como senadora de la República”, dice la comunicación enviada al secretario Gregorio Eljach.
En la comunicación, Córdoba agrega que su situación médica le impide el traslado a Bogotá y que todavía se encuentra en la Unidad de Cuidado Intensivo de la Clínica El Rosario. Por eso, adjunta una certificación del centro médico y anuncia que tomará posesión tan pronto salga de la UCI.
“Una vez superado el imprevisto estaré tomando posesión de mi cargo y mis funciones como congresista, así como lo establece el concepto 1135 de 1998 de la sala de consulta del Consejo de Estado en consonancia con lo establecido en el artículo 183 de la Constitución Política”, dice Córdoba.
El secretario del Senado, Gregorio Eljach, explicó este martes que si Piedad Córdoba no se posesiona este miércoles tendrá ocho días calendario para hacerlo ante el presidente del Congreso. Si en ese término de tiempo no hay una comunicación por parte de ella, la Secretaría General elaborará un informe para enviarlo al Consejo de Estado y que se inicie un proceso de pérdida de investidura.
Córdoba podrá notificar al Senado de su situación médica (como ya lo hizo), pero deberá documentar el caso con historia clínica y una incapacidad para demostrarlo. La ley 5 de 1992, reglamento del Congreso, indica que la incapacidad física debidamente comprobada será una excusa aceptable.
En ese orden de ideas, si Córdoba soporta su situación médica como lo ordena el reglamento del Congreso, no tendría problema para posesionarse más adelante. Lo que sí está descartado es que se pueda posesionar ante un notario en Medellín, como se ha rumorado en las últimas horas.
Dado el caso que Córdoba no pudiera tomar posesión de su curul, el artículo 278 de la ley 5 de 1992 indica que “la falta absoluta de un congresista con excepción de la declaración de nulidad de la elección, a lo cual se atenderá la decisión judicial, autoriza al presidente de la respectiva Cámara para llamar al siguiente candidato no elegido en la misma lista del ausente, según el orden de inscripción, y ocupar su lugar. En este evento, el reemplazo deberá acreditar ante la Comisión de Acreditación Documental su condición de nuevo Congresista, según certificación que al efecto expida la competente autoridad de la organización nacional electoral”.
Así las cosas, esta semana será clave para conocer qué pasará con la curul de la integrante del Pacto Histórico y cómo evoluciona su estado de salud.
Córdoba tuvo covid-19 hace tres semanas, como lo reportó la congresista cuando fue atendida en la Clínica Marly de Bogotá. Aunque fue asintomático, parece que le está pasando factura. Al menos, le generó un bajonazo en sus defensas que le alteró otros temas de salud.
La antioqueña, que permanece acompañada de Natalia, su hija, y quien hace las veces de su jefe de prensa, está recibiendo terapia con antibióticos que le han generado una mejoría en su salud. Al menos, hasta la mañana de este martes, no requería apoyo de oxígeno.