Una declaración que dio el presidente Gustavo Petro en una agenda regional que adelantó en el departamento de Córdoba llamó la atención. En su intervención en un evento público con la población de Montelíbano hizo una particular reflexión sobre su Gobierno del llamado cambio.
El jefe de Estado dijo que ya es hora de ejecutar y salir de los discursos de la planeación, pese a que ya completa más de un año en la Casa de Nariño, recibiendo en ese tiempo que lleva en el poder varias críticas desde diferentes sectores políticos por la “improvisación” en varias materias, especialmente por las polémicas reformas que radicó en el Congreso de la República.
“Nosotros ya no podemos ser un gobierno que diga vamos a hacer, sino que tiene que empezar a decir estamos haciendo esto. Porque ya se acabó el momento de la planificación y entramos al momento de la ejecución”, sostuvo Petro.
Y agregó: “En esa medida ejecutar significa, claro, no podemos hacer toda la meta de una vez, pero tenemos que ir avanzando con pasos cada vez más acelerados. Aquí ya hemos visto una entrega de tierras, un proceso que podría llegar a 900.000 hectáreas si nos movemos rápido, pero que nuestra meta es un millón y medio de hectáreas”.
“Luego nos tenemos que mover más rápido. Y va a depender mucho de la voluntad de hacer un gran acuerdo social en el Departamento de Córdoba”, anotó el mandatario colombiano.
¿Gobierno le hizo el feo al gobernador de Córdoba?
En ese mismo evento que se realizó este jueves 19 de octubre, en Montelíbano, Córdoba, el gobernador de esa región del país salió bastante molesto.
La razón: el mandatario departamental de Córdoba, Orlando Benítez, denunció que no lo dejaron hablar en el evento de Gobierno Escucha. Además, señaló que ni siquiera lo pusieron en el orden del día para expresarse.
La situación desató la molestia del gobernador, quien no guardó silencio y arremetió con fuerza contra la organización del evento, lanzando pullas, hablando de “manipulación” y de “paradoja”.
“Desde muy temprano, el Gobierno departamental, en cabeza mía, junto con el gabinete que me acompaña en la parte trasera, quiso venir a hacer presencia atendiendo la invitación del Gobierno nacional, aquí en el municipio de Montelíbano, a donde convocaron los 30 alcaldes del departamento”, sostuvo el gobernador de Córdoba.
Y agregó: “Vinimos con la expectativa en el marco de la política del Gobierno nacional, Gobierno Escucha, de ser escuchados; paradójicamente, eso no sucedió, no hicimos parte del orden del día y se nos negó la palabra cuando la solicité al director del Dapre y a los demás miembros del equipo del Gobierno nacional”.
“Es paradójico que se manipulen este tipo de escenarios, es paradójico que no se permita una entrada tranquila y libre, mucha gente a las afueras no pudo ingresar porque no sabemos cómo ni cuándo lograron generar la concurrencia del público que allí estuvo”, alertó.
También expresó con preocupación: “No sabemos cómo otorgaron la participación a quienes plantearon ser voceros; desafortunadamente, no tuvimos la oportunidad de responder algunas inquietudes y algunos planteamientos de manera injusta, sin ser nuestras competencias y de manera errada”.
“Yo creo que se manda un mensaje muy negativo al país, sabíamos que a pocos días de unas elecciones podían ser este tipo de escenarios politizados, ideologizados y buscar generar otro tipo de situaciones distintas, acertarnos a una mesa y de verdad escuchar al pueblo para resolver los problemas de Montelíbano, del San Jorge, del sur de Córdoba y del departamento en general”, afirmó.
En la declaración, indicó que no puede haber un diálogo cuando no hay interlocución: “Yo creo que una zona que ha sido históricamente golpeada por la violencia no le queda bien a un líder venir a generar espacios de división, de fragmentación, de falta de articulación”.