Aún no para la conmoción en redes sociales por el caso de María Paula Vallejo, la mujer que es señalada de haberse encontrado un perro de nombre Justin, pero se ha negado a devolvérselo a sus dueños, a pesar de que estos le han implorado que se los devuelva.
Comenzó el pasado 25 de septiembre en un día que parecía muy feliz. La familia fue a Salitre Mágico con el pequeño perrito, de apenas diez meses. Pero, según ellos, en una vuelta de mala suerte, Justin se salió de su arnés porque le quedaba grande. No pudieron detenerlo.
Un mes después, el 30 de octubre, apareció este mensaje en redes sociales, publicado por María Paula Vallejo. “Hola, vivo en Rosales y me acabo de encontrar este perrito por la calle 72 con primera. Logré cogerlo y lo tengo en mi casa calientito con comida y agua. Tiene una correa de supermán, pero no tiene placa. Ayúdenme a encontrar a los dueños, por fa. Estoy feliz que pude cogerlo. Ayuda”, decía el texto.
La familia se contactó con esta mujer, quien en un principio, según denunció, fue amable y se mostró dispuesta a devolver al animal, pero dilató la entrega con evasivas hasta que al final se negó a dejar a Justin en manos de sus dueños; incluso, durante una diligencia ante la Policía, denunció que Justin supuestamente tenía signos de maltrato.
¿Qué ha llevado a esta mujer a no devolver al perro, a pesar de los llamados que se han hecho desde las redes y los plantones que grupos animalistas han hecho en su casa? SEMANA habló con psicólogos para analizar este caso.
Para la psicóloga Viviana Murillo, quien se ha especializado en terapia conductual, en este caso se podría estar hablando de rasgos asociados al “síndrome de Noé”. Esta patología se caracteriza porque la persona va llevando cada vez más animales a casa, generalmente de la misma especie, es un trastorno de acumulación.
“Según lo que se ha visto en medios, podría haber rasgos de un trastorno obsesivo compulsivo, que es originado por sentimientos de soledad y tristeza; el individuo buscar llenar estos vacíos a través de seres indefensos, como es el caso de los perros y los animales de compañía, con los cuales pueden crear una relación de codependencia”, apuntó Murillo.
Por su parte, el médico psiquiatra Mario Acosta considera que el hecho de que la mujer se haya quedado con el animal no necesariamente representa un signo de que haya desarrollado apego, sino que se trataría más bien de un “trastorno de la empatía”, pues la reacción de la mujer no ha sido compatible con el sentimiento de los dueños del perro.
“Cuando hay presencia de un trastorno por déficit de empatía, las personas no pueden salir de sus propias emociones ni sintonizar con lo que otras personas experimentan”, apuntó el especialista.
La versión de María Paula
SEMANA intentó comunicarse con María Paula Vallejo, pero ella dijo que esperaría hasta la semana entrante para hablar del caso. En redes sociales, sin embargo, ha contado su versión. Ha dicho que no entregó el perro en un comienzo porque apenas puso el mensaje en redes sociales aparecieron dos familias: Paola, que reclamaba a Justin, y otra persona que decía que el perrito se llamaba Tobi.
Esa segunda familia contó en otro post de redes sociales que se encontró al perro totalmente emparamado en el centro comercial Titán Plaza el mismo 25 de septiembre por la noche. “El perrito tenía un comportamiento extraño. Estaba en una esquina y cada vez que uno gritaba el perrito temblaba, más que todo con los hombres. No se dejaba consentir de ellos”, dijo.
La mujer tuvo el perro por casi un mes hasta que un día que dejaron la puerta de la casa abierta se salió y apareció luego en Rosales. Ella también vio la publicación y contactó a María Paula. Fue a la cita con ella y vio llegar a la otra familia; entonces, dijo que ella solo quería “lo mejor para Tobi” y se fue.
En las redes, la mayoría de las personas se han encarnizado con María Paula y le piden que devuelva al perro. Otras la defienden. Se ha dicho que el perrito no se perdió en Salitre, sino que la familia lo dejó con un vendedor ambulante mientras ellos ingresaban al parque y al salir ya no estaba. María Paula ha expresado en otras publicaciones en redes que el perrito solo responde al nombre de Tobi y no de “Justin o Justincito”.
“Tobi está tranquilo, en paz, en un hogar de paso. Va a ser vacunado y operado. Dejo claridad que mi interés de rescatar un perro de la calle era ayudarlo de corazón. Por eso publiqué esa foto. Mi único interés es que el perro esté bien en una familia amorosa”, escribió en Facebook María Paula.